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La irracionalidad armada II

Columna de opinión por Wilson Tapia
Miércoles 16 de septiembre 2009 16:52 hrs.


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La justificación de Brasil para armarse es la extensión de su territorio y los ricos reservorios petrolíferos descubiertos recientemente.  Pero como veíamos en la columna pasada, también hay otras razones estratégicas.  Y una de ellas puede ser el peso específico que ha logrado Venezuela.  No sólo en el plano ideológico, donde es acompañado por varios países de la región.  También en el poderío militar que hoy ostenta.

Es innegable que si Brasil se preocupa por el petróleo, razón sobrada tendría Venezuela. Pero en este caso hay otros aditamentos.  Siempre respecto del petróleo, el principal socio comercial de Caracas es Estados Unidos. Y, sin embargo, es su principal amenaza, tal vez por ello mismo. El Presidente Hugo Chávez ha dicho con toda claridad que su país se siente amenazado por el imperialismo norteamericano. Y para estar algo más seguro, se arma.

Entre 1998 y 2007, Venezuela subió del lugar 56 al lugar 24 entre los principales compradores de armas del mundo, según el Instituto Internacional de para la Paz (SIPRI), con sede en Estocolmo. En 2007, fue el mayor comprador latinoamericano y el noveno a escala global. La inversión alcanzó a US$ 887 millones.

Se calcula que en la década 98-2007, Venezuela gastó US$ 2.162 millones en armas cortas y largas, aviones de combate SU 30MK, Mig 29, helicópteros Mi 17, Mi 35 y Mi 36, fragatas y aviones de transporte. El 96% de tales adquisiciones corresponden a material ruso.  El resto proviene de China y España.

Se estima que el negocio de Moscú ascendería hasta los US$ 4.000 millones en los próximos años. Sin embargo, representantes de la empresa exportadora estatal rusa Rosoboronesport, estiman que las ventas podrían duplicarse y hasta triplicarse.  Algo de eso ya podría estar ocurriendo. Recientemente, el Presidente Chávez, de regreso de una vista a Rusia, anunció que Venezuela contará con misiles con un alcance de hasta 300 kilómetros. En los próximos meses comenzarán a operar tres fábricas de armamentos rusos en territorio venezolano.

¿Por qué se arma Venezuela?  Las razones pueden ser varias.  Tanto internas como externas.  Pero es indudable que el proyecto que encarna Chávez no sintoniza con la mantención de lo establecido. De allí la campaña comunicacional permanente en su contra en diversos medios latinoamericanos. Tampoco son desconocidos los roces que éste sostuvo con el ex Presidente norteamericano George W. Bush. Pero hay más.  Colombia se ha transformado en la principal base operativa de los Estados Unidos en el continente.  Y Colombia es limítrofe con Venezuela.

El Pentágono cuenta hoy con bases en El Salvador, Honduras, Costa Rica, Cuba, Puerto Rico, Aruba, Curazao, Perú y Paraguay.  En Colombia tenía ocho bases hasta el reciente acuerdo en que se agregaron otras siete.  Son más de 1.200 asesores norteamericanos apostados en el país, más instructores y operadores de naves aéreas y navales.

Este es el nuevo esquema ideado por los Estados Unidos para poner en práctica en el Comando Sur, que es uno de los cinco Comandos que operan en el mundo. Se trata de la creación de Puestos Avanzados de Operaciones, FOL, es su sigla en inglés. 

La presencia militar masiva norteamericana en Colombia ha generado críticas en todo el mundo. Incluso Henry Kissinger, el ex secretario de Estado en el gobierno de Nixon, cuestionó la instalación de bases en territorio colombiano.  Por su capacidad de reacción, las FF.AA. norteamericanas no necesitan inmiscuirse anticipadamente en un país determinado.  Y recordó que ese fue el inicio de la intervención norteamericana en Vietnam.

Estos son algunos de los ases que se mueven en la mesa de póquer  de América Latina. Por desgracia, cuando comienzan a subir las apuestas, los jugadores no se resignan a decir ‘no va más’. Y continúa el incremento del mejor negocio del mundo: las armas.  El principal proveedor es Estados Unidos.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.