Pese a que hace una semana se inscribió ante el Servicio Electoral, participó del Te Deum y de todas las conmemoraciones como candidato presidencial, finalmente Alejandro Navarro depuso su opción para representar al MAS.
No podía haber dos abanderados que se hicieran llamar progresistas en carrera, por lo que decidió sumarse a la candidatura de Marco Enríquez Ominami. No sólo el concepto de sus campañas los unía, también su condición de díscolos ex PS.
Para el senador Navarro la opción de MEO es la única que tiene posibilidades reales, desde la trinchera del progresismo, de ganarle a Sebastián Piñera y a Eduardo Frei.
“Hoy la alternativa de una fuerza progresista, ciudadana, que tiene respaldo real es Marco Enríquez, apoyo que decidimos sin negociación. Lo que queremos es crear esa fuerza y eso es una decisión política, aunque la verdad es que me hubiera gustado competir. Pero decir hasta el final es llegar a La Moneda, y Navarro estará el 2014 o el 2018, si la ciudadanía así lo requiere”, expresó.
De esta forma, el senador afirmó que volvería a presentar una candidatura presidencial si lo estiman necesario las miles de personas que se afiliaron al Movimiento Amplio Social para que pudiera participar de la contienda presidencial, la que depuso luego de un arduo debate con una decena de sus adherentes.
Navarro explicó que no entregó su respaldo a la candidatura de Jorge Arrate por desacuerdos con el pacto contra la exclusión que firmaron con la Concertación, pero invitó al abanderado de la izquierda a unirse al bloque progresista que ahora, fuera de la competencia presidencial, busca potenciar.
“Nos invitaron a una lista parlamentaria, pero la Concertación está desgastada, por lo que queríamos crear una alternativa. El Partido Comunista y el Juntos Podemos tomaron una decisión legítima, pero que nosotros consideramos errada, porque era la hora de fundar progresismo, no de respaldar a una decantada y alicaída Concertación. Por lo tanto, nuestra opción es que Jorge pueda estar en el progresismo, donde por cierto también está la izquierda”, aseguró.
Navarro aprovechó la ocasión para desmentir la información que indicaba que el Servicio Electoral había impugnado unas 20 mil firmas presentadas por su candidatura y, al mismo tiempo, subrayó que trabajará en todo el país para respaldar la campaña parlamentaria de los candidatos a diputados y senadores que presentó el MAS.
Durante la jornada del martes, cuando aún la decisión del senador era un rumor en los medios de prensa, Marco Enríquez Ominami expresó que “tienen las puertas abiertas” quienes quieran sumarse a lo que denominó como “esta nueva mayoría” él que encabeza.
Pese a que hace una semana se inscribió ante el Servicio Electoral, participó del Te Deum y de todas las conmemoraciones como candidato presidencial, finalmente Alejandro Navarro depuso su opción para representar al MAS.
No podía haber dos abanderados que se hicieran llamar progresistas en carrera, por lo que decidió sumarse a la candidatura de Marco Enríquez Ominami. No sólo el concepto de sus campañas los unía, también su condición de díscolos ex PS.
Para el senador Navarro la opción de MEO es la única que tiene posibilidades reales, desde la trinchera del progresismo, de ganarle a Sebastián Piñera y a Eduardo Frei.
“Hoy la alternativa de una fuerza progresista, ciudadana, que tiene respaldo real es Marco Enríquez, apoyo que decidimos sin negociación. Lo que queremos es crear esa fuerza y eso es una decisión política, aunque la verdad es que me hubiera gustado competir. Pero decir hasta el final es llegar a La Moneda, y Navarro estará el 2014 o el 2018, si la ciudadanía así lo requiere”, expresó.
De esta forma, el senador afirmó que volvería a presentar una candidatura presidencial si lo estiman necesario las miles de personas que se afiliaron al Movimiento Amplio Social para que pudiera participar de la contienda presidencial, la que depuso luego de un arduo debate con una decena de sus adherentes.
Navarro explicó que no entregó su respaldo a la candidatura de Jorge Arrate por desacuerdos con el pacto contra la exclusión que firmaron con la Concertación, pero invitó al abanderado de la izquierda a unirse al bloque progresista que ahora, fuera de la competencia presidencial, busca potenciar.
“Nos invitaron a una lista parlamentaria, pero la Concertación está desgastada, por lo que queríamos crear una alternativa. El Partido Comunista y el Juntos Podemos tomaron una decisión legítima, pero que nosotros consideramos errada, porque era la hora de fundar progresismo, no de respaldar a una decantada y alicaída Concertación. Por lo tanto, nuestra opción es que Jorge pueda estar en el progresismo, donde por cierto también está la izquierda”, aseguró.
Navarro aprovechó la ocasión para desmentir la información que indicaba que el Servicio Electoral había impugnado unas 20 mil firmas presentadas por su candidatura y, al mismo tiempo, subrayó que trabajará en todo el país para respaldar la campaña parlamentaria de los candidatos a diputados y senadores que presentó el MAS.
Durante la jornada del martes, cuando aún la decisión del senador era un rumor en los medios de prensa, Marco Enríquez Ominami expresó que “tienen las puertas abiertas” quienes quieran sumarse a lo que denominó como “esta nueva mayoría” él que encabeza.
Pese a que hace una semana se inscribió ante el Servicio Electoral, participó del Te Deum y de todas las conmemoraciones como candidato presidencial, finalmente Alejandro Navarro depuso su opción para representar al MAS.
No podía haber dos abanderados que se hicieran llamar progresistas en carrera, por lo que decidió sumarse a la candidatura de Marco Enríquez Ominami. No sólo el concepto de sus campañas los unía, también su condición de díscolos ex PS.
Para el senador Navarro la opción de MEO es la única que tiene posibilidades reales, desde la trinchera del progresismo, de ganarle a Sebastián Piñera y a Eduardo Frei.
“Hoy la alternativa de una fuerza progresista, ciudadana, que tiene respaldo real es Marco Enríquez, apoyo que decidimos sin negociación. Lo que queremos es crear esa fuerza y eso es una decisión política, aunque la verdad es que me hubiera gustado competir. Pero decir hasta el final es llegar a La Moneda, y Navarro estará el 2014 o el 2018, si la ciudadanía así lo requiere”, expresó.
De esta forma, el senador afirmó que volvería a presentar una candidatura presidencial si lo estiman necesario las miles de personas que se afiliaron al Movimiento Amplio Social para que pudiera participar de la contienda presidencial, la que depuso luego de un arduo debate con una decena de sus adherentes.
Navarro explicó que no entregó su respaldo a la candidatura de Jorge Arrate por desacuerdos con el pacto contra la exclusión que firmaron con la Concertación, pero invitó al abanderado de la izquierda a unirse al bloque progresista que ahora, fuera de la competencia presidencial, busca potenciar.
“Nos invitaron a una lista parlamentaria, pero la Concertación está desgastada, por lo que queríamos crear una alternativa. El Partido Comunista y el Juntos Podemos tomaron una decisión legítima, pero que nosotros consideramos errada, porque era la hora de fundar progresismo, no de respaldar a una decantada y alicaída Concertación. Por lo tanto, nuestra opción es que Jorge pueda estar en el progresismo, donde por cierto también está la izquierda”, aseguró.
Navarro aprovechó la ocasión para desmentir la información que indicaba que el Servicio Electoral había impugnado unas 20 mil firmas presentadas por su candidatura y, al mismo tiempo, subrayó que trabajará en todo el país para respaldar la campaña parlamentaria de los candidatos a diputados y senadores que presentó el MAS.
Durante la jornada del martes, cuando aún la decisión del senador era un rumor en los medios de prensa, Marco Enríquez Ominami expresó que “tienen las puertas abiertas” quienes quieran sumarse a lo que denominó como “esta nueva mayoría” él que encabeza.
