Especialistas y organizaciones ciudadanas, hicieron críticas al gobierno y al Parlamento por la no aprobación del proyecto que crea la Defensoría de las Personas, señalan que no existe ningún motivo para no respaldar esta iniciativa, que ayudaría a democratizar la institucionalidad.
El proyecto del ombusman, o Defensor Ciudadano, fue una moción parlamentaria presentada hace un buen tiempo a la Cámara de Diputados, si bien se reformuló creando la Defensoría de las Personas y se aprobó solamente en su primer trámite constitucional.
En el segundo trámite no ha ido todo lo bien que quisieran organizaciones ciudadanas y defensoras de los derechos humanos, cuando obtuvieron un gran consenso respecto del proyecto, en el Senado casi se detuvo su avance.
El texto se encuentra en la comisión de Constitución Legislación y Justicia, y sin urgencia, por lo que no existen mayores posibilidades de que se puedan aprobar con rapidez, motivando la acción de organizaciones ciudadanas.
Juan Domingo Milos es presidente del capítulo chileno del Ombusman, organización que desde 1985 promueve la creación de esta figura y busca que se logre aprobar el presente proyecto de ley.
El dirigente señaló que después de tantos retrasos se puede esperar cuando más, solamente un pronunciamiento del Senado.
"La campaña que estamos haciendo ahora es para hacer una legítima presión a los senadores para que se pronuncien, ya ni siquiera estamos diciendo que se pronuncien a favor. La ciudadanía requiere que ellos cumplan con su deber de pronunciarse para que pase a la sala y la gente pueda conocer cuál es la opinión de los senadores frente a una institución tan importante en defensa de los derechos humanos y ciudadanos", subrayó Milos.
Por su lado, Hernán Vergara, presidente de Amnistía Internacional en Chile, señala que esta figura se hace necesaria en la medida de que las instituciones del Estado buscan más democracia y participación ciudadana.
Vergara señaló que cualquier cambio al proyecto de ley que se haga, cambiando el principio del Ombusman, como figura defensora de los ciudadanos, no satisface las necesidades de la institución.
"Cualquier iniciativa que no contenga los principios básicos de una figura como el Ombusman lo desnaturaliza completamente, y por lo tanto, no es una Defensoría Ciudadana o Defensoría de las Personas y menos un Ombusman, y el híbrido que podrían querer crear en base a conveniencias de último rigor, tienden a desnaturalizar la figura e incumplen con los principios de derechos humanos que apoyan esta iniciativa", enfatizó Vergara.
En el gobierno, María Luisa Sepúlveda, presidenta de la comisión asesora en políticas públicas en materia de Derechos Humanos señaló la postura del Ejecutivo al respecto.
"El proyecto que ha estado hace varios años porque no había acuerdo político en el Parlamento y en 2008 el Ejecutivo resolvió por una conversación que hubo con la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados reponer el proyecto. La última definición fue a finales de septiembre", indicó la asesora.
El proyecto sigue en segundo trámite en la comisión de constitución legislación y justicia del Senado, sin mayores avances.
Si no se le coloca urgencia al texto, se mantendría estancado, ya que es una de las comisiones del Parlamento, con mayor número de proyectos que revisar.
Especialistas y organizaciones ciudadanas, hicieron críticas al gobierno y al Parlamento por la no aprobación del proyecto que crea la Defensoría de las Personas, señalan que no existe ningún motivo para no respaldar esta iniciativa, que ayudaría a democratizar la institucionalidad.
El proyecto del ombusman, o Defensor Ciudadano, fue una moción parlamentaria presentada hace un buen tiempo a la Cámara de Diputados, si bien se reformuló creando la Defensoría de las Personas y se aprobó solamente en su primer trámite constitucional.
En el segundo trámite no ha ido todo lo bien que quisieran organizaciones ciudadanas y defensoras de los derechos humanos, cuando obtuvieron un gran consenso respecto del proyecto, en el Senado casi se detuvo su avance.
El texto se encuentra en la comisión de Constitución Legislación y Justicia, y sin urgencia, por lo que no existen mayores posibilidades de que se puedan aprobar con rapidez, motivando la acción de organizaciones ciudadanas.
Juan Domingo Milos es presidente del capítulo chileno del Ombusman, organización que desde 1985 promueve la creación de esta figura y busca que se logre aprobar el presente proyecto de ley.
El dirigente señaló que después de tantos retrasos se puede esperar cuando más, solamente un pronunciamiento del Senado.
"La campaña que estamos haciendo ahora es para hacer una legítima presión a los senadores para que se pronuncien, ya ni siquiera estamos diciendo que se pronuncien a favor. La ciudadanía requiere que ellos cumplan con su deber de pronunciarse para que pase a la sala y la gente pueda conocer cuál es la opinión de los senadores frente a una institución tan importante en defensa de los derechos humanos y ciudadanos", subrayó Milos.
Por su lado, Hernán Vergara, presidente de Amnistía Internacional en Chile, señala que esta figura se hace necesaria en la medida de que las instituciones del Estado buscan más democracia y participación ciudadana.
Vergara señaló que cualquier cambio al proyecto de ley que se haga, cambiando el principio del Ombusman, como figura defensora de los ciudadanos, no satisface las necesidades de la institución.
"Cualquier iniciativa que no contenga los principios básicos de una figura como el Ombusman lo desnaturaliza completamente, y por lo tanto, no es una Defensoría Ciudadana o Defensoría de las Personas y menos un Ombusman, y el híbrido que podrían querer crear en base a conveniencias de último rigor, tienden a desnaturalizar la figura e incumplen con los principios de derechos humanos que apoyan esta iniciativa", enfatizó Vergara.
En el gobierno, María Luisa Sepúlveda, presidenta de la comisión asesora en políticas públicas en materia de Derechos Humanos señaló la postura del Ejecutivo al respecto.
"El proyecto que ha estado hace varios años porque no había acuerdo político en el Parlamento y en 2008 el Ejecutivo resolvió por una conversación que hubo con la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados reponer el proyecto. La última definición fue a finales de septiembre", indicó la asesora.
El proyecto sigue en segundo trámite en la comisión de constitución legislación y justicia del Senado, sin mayores avances.
Si no se le coloca urgencia al texto, se mantendría estancado, ya que es una de las comisiones del Parlamento, con mayor número de proyectos que revisar.
Especialistas y organizaciones ciudadanas, hicieron críticas al gobierno y al Parlamento por la no aprobación del proyecto que crea la Defensoría de las Personas, señalan que no existe ningún motivo para no respaldar esta iniciativa, que ayudaría a democratizar la institucionalidad.
El proyecto del ombusman, o Defensor Ciudadano, fue una moción parlamentaria presentada hace un buen tiempo a la Cámara de Diputados, si bien se reformuló creando la Defensoría de las Personas y se aprobó solamente en su primer trámite constitucional.
En el segundo trámite no ha ido todo lo bien que quisieran organizaciones ciudadanas y defensoras de los derechos humanos, cuando obtuvieron un gran consenso respecto del proyecto, en el Senado casi se detuvo su avance.
El texto se encuentra en la comisión de Constitución Legislación y Justicia, y sin urgencia, por lo que no existen mayores posibilidades de que se puedan aprobar con rapidez, motivando la acción de organizaciones ciudadanas.
Juan Domingo Milos es presidente del capítulo chileno del Ombusman, organización que desde 1985 promueve la creación de esta figura y busca que se logre aprobar el presente proyecto de ley.
El dirigente señaló que después de tantos retrasos se puede esperar cuando más, solamente un pronunciamiento del Senado.
"La campaña que estamos haciendo ahora es para hacer una legítima presión a los senadores para que se pronuncien, ya ni siquiera estamos diciendo que se pronuncien a favor. La ciudadanía requiere que ellos cumplan con su deber de pronunciarse para que pase a la sala y la gente pueda conocer cuál es la opinión de los senadores frente a una institución tan importante en defensa de los derechos humanos y ciudadanos", subrayó Milos.
Por su lado, Hernán Vergara, presidente de Amnistía Internacional en Chile, señala que esta figura se hace necesaria en la medida de que las instituciones del Estado buscan más democracia y participación ciudadana.
Vergara señaló que cualquier cambio al proyecto de ley que se haga, cambiando el principio del Ombusman, como figura defensora de los ciudadanos, no satisface las necesidades de la institución.
"Cualquier iniciativa que no contenga los principios básicos de una figura como el Ombusman lo desnaturaliza completamente, y por lo tanto, no es una Defensoría Ciudadana o Defensoría de las Personas y menos un Ombusman, y el híbrido que podrían querer crear en base a conveniencias de último rigor, tienden a desnaturalizar la figura e incumplen con los principios de derechos humanos que apoyan esta iniciativa", enfatizó Vergara.
En el gobierno, María Luisa Sepúlveda, presidenta de la comisión asesora en políticas públicas en materia de Derechos Humanos señaló la postura del Ejecutivo al respecto.
"El proyecto que ha estado hace varios años porque no había acuerdo político en el Parlamento y en 2008 el Ejecutivo resolvió por una conversación que hubo con la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados reponer el proyecto. La última definición fue a finales de septiembre", indicó la asesora.
El proyecto sigue en segundo trámite en la comisión de constitución legislación y justicia del Senado, sin mayores avances.
Si no se le coloca urgencia al texto, se mantendría estancado, ya que es una de las comisiones del Parlamento, con mayor número de proyectos que revisar.
