El próximo domingo se celebra en Uruguay la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que enfrentarán al ex guerrillero tupamaro José Mujica, candidato del Frente Amplio, y al ex presidente liberal Luis Lacalle. Tres días antes de los comicios, Mujica encabeza las intenciones de voto.
El próximo domingo se celebra en Uruguay la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que enfrentarán al ex guerrillero tupamaro José Mujica, candidato del Frente Amplio, y al ex presidente liberal Luis Lacalle.
Y si las encuestas pasaron a ser un referente obligado en los comicios a nivel mundial, más aún lo ha sido en Uruguay, donde las mediciones de intención de voto han marcado las campañas y el ambiente electoral del país.
Las últimas versiones de estos instrumentos continúan otorgando la victoria a Mujica, quien además se llevó la mayoría de las preferencias en primera vuelta. Según los datos que arrojaron las distintas empresas, el candidato del Frente Amplio habría crecido seis puntos desde octubre, cuando se realizaron los primeros comicios, mientras que Luis Lacalle aumento 15,7.
De acuerdo a las proyecciones, este fin de semana Mujica obtendría un poco más de la mitad del total de los votos con cifras alrededor del 50, 8 (Radar) y el 52 (Interconsult) por ciento. En tanto, Lacalle oscilaría entre el 43, 8 (Equipos) y el 45,4 (Cifra) por ciento de los sufragios.
En medio de este panorama el historiador y cientísta político, Gerardo Caetano, atribuyó la popularidad de Mujica a la transparencia y honestidad que se erige detrás de su figura. “Hay un valor que se ratifica una y otra vez que tiene que ver con la mostrarse tal cual es, que se condice, incluso, con el lema de su blog. Esa idea de una comunicación franca que no esconde, que no tiene opacidades es la principal ventaja de este candidato”, dijo el experto.
Esto pese a las denuncias de corrupción en las que estuvo involucrado durante la campaña que, finalmente, no pudieron ser probadas.
En este sentido, Néstor Delgado, responsable de la campaña del Frente Amplio indicó que “nos sentimos satisfechos de haber logrado un altísimo porcentaje de los objetivos que nos fijamos. Nosotros pretendíamos que la población entendiera la importancia de un nuevo periodo y, según lo que dicen las proyecciones, fue así”.
Sin embargo, desde el otro lado del ring, Gustavo Penadez, senador y jefe de campaña del Partido Nacional afirmó que “venimos muy entusiasmados por el trabajo que hemos realizado y esperamos revertir lo que están marcando las encuestas. Hemos intentado llevar una campaña en la que se discuta sobre ideas y ha sido muy difícil por cómo han conducido las cosas desde el otro comando. Si el Presidente no está preparado para gobernar, quien siempre termina pagando los platos rotos es el pueblo y Mujica no lo está. Creo que en ese sentido la experiencia y las propuestas, están de lado de Lacalla”.
Más allá del resultado del próximo domingo Caetano hizo hincapié en la forma en que quedará constituido políticamente Uruguay y recalcó la importancia de retomar el diálogo, luego de lo que él califico como una “crispada” campaña.
“Si se confirma lo que dicen las encuestas tendremos a José Mujica como Presidente de República, pero a Lacalle instalado como el presidente del directorio del partido nacional que va a ser el principal partido de oposición. El uno y el otro se van a necesitar y de alguna manera tendrán que salir de esta campaña tan crispada y polarizada con capacidad para dialogar”, dijo el analista.
Uruguay tiene una población de tres millones 344 mil 938 personas. De ellos votan dos millones 563 mil 397. En la primera vuelta el Frente Amplio, encabezado por José Mujica obtuvo el 47,96 por ciento de las preferencias, lo que equivale a más de un millón de votos. En tanto, el Partido Liberal, representado por Luis Alberto Lacalle se quedó con el 29,07 por ciento de los sufragios debidamente emitidos mientras que Pablo Bordaberry del Partido Colorado captó cerca de 400 mil votos, lo que equivale al 17, 2 por ciento y Pablo Mieres, del Partido Independiente logró el 2,4 por ciento de los sufragios.
El próximo domingo se celebra en Uruguay la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que enfrentarán al ex guerrillero tupamaro José Mujica, candidato del Frente Amplio, y al ex presidente liberal Luis Lacalle. Tres días antes de los comicios, Mujica encabeza las intenciones de voto.
El próximo domingo se celebra en Uruguay la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que enfrentarán al ex guerrillero tupamaro José Mujica, candidato del Frente Amplio, y al ex presidente liberal Luis Lacalle.
Y si las encuestas pasaron a ser un referente obligado en los comicios a nivel mundial, más aún lo ha sido en Uruguay, donde las mediciones de intención de voto han marcado las campañas y el ambiente electoral del país.
Las últimas versiones de estos instrumentos continúan otorgando la victoria a Mujica, quien además se llevó la mayoría de las preferencias en primera vuelta. Según los datos que arrojaron las distintas empresas, el candidato del Frente Amplio habría crecido seis puntos desde octubre, cuando se realizaron los primeros comicios, mientras que Luis Lacalle aumento 15,7.
De acuerdo a las proyecciones, este fin de semana Mujica obtendría un poco más de la mitad del total de los votos con cifras alrededor del 50, 8 (Radar) y el 52 (Interconsult) por ciento. En tanto, Lacalle oscilaría entre el 43, 8 (Equipos) y el 45,4 (Cifra) por ciento de los sufragios.
En medio de este panorama el historiador y cientísta político, Gerardo Caetano, atribuyó la popularidad de Mujica a la transparencia y honestidad que se erige detrás de su figura. “Hay un valor que se ratifica una y otra vez que tiene que ver con la mostrarse tal cual es, que se condice, incluso, con el lema de su blog. Esa idea de una comunicación franca que no esconde, que no tiene opacidades es la principal ventaja de este candidato”, dijo el experto.
Esto pese a las denuncias de corrupción en las que estuvo involucrado durante la campaña que, finalmente, no pudieron ser probadas.
En este sentido, Néstor Delgado, responsable de la campaña del Frente Amplio indicó que “nos sentimos satisfechos de haber logrado un altísimo porcentaje de los objetivos que nos fijamos. Nosotros pretendíamos que la población entendiera la importancia de un nuevo periodo y, según lo que dicen las proyecciones, fue así”.
Sin embargo, desde el otro lado del ring, Gustavo Penadez, senador y jefe de campaña del Partido Nacional afirmó que “venimos muy entusiasmados por el trabajo que hemos realizado y esperamos revertir lo que están marcando las encuestas. Hemos intentado llevar una campaña en la que se discuta sobre ideas y ha sido muy difícil por cómo han conducido las cosas desde el otro comando. Si el Presidente no está preparado para gobernar, quien siempre termina pagando los platos rotos es el pueblo y Mujica no lo está. Creo que en ese sentido la experiencia y las propuestas, están de lado de Lacalla”.
Más allá del resultado del próximo domingo Caetano hizo hincapié en la forma en que quedará constituido políticamente Uruguay y recalcó la importancia de retomar el diálogo, luego de lo que él califico como una “crispada” campaña.
“Si se confirma lo que dicen las encuestas tendremos a José Mujica como Presidente de República, pero a Lacalle instalado como el presidente del directorio del partido nacional que va a ser el principal partido de oposición. El uno y el otro se van a necesitar y de alguna manera tendrán que salir de esta campaña tan crispada y polarizada con capacidad para dialogar”, dijo el analista.
Uruguay tiene una población de tres millones 344 mil 938 personas. De ellos votan dos millones 563 mil 397. En la primera vuelta el Frente Amplio, encabezado por José Mujica obtuvo el 47,96 por ciento de las preferencias, lo que equivale a más de un millón de votos. En tanto, el Partido Liberal, representado por Luis Alberto Lacalle se quedó con el 29,07 por ciento de los sufragios debidamente emitidos mientras que Pablo Bordaberry del Partido Colorado captó cerca de 400 mil votos, lo que equivale al 17, 2 por ciento y Pablo Mieres, del Partido Independiente logró el 2,4 por ciento de los sufragios.
El próximo domingo se celebra en Uruguay la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que enfrentarán al ex guerrillero tupamaro José Mujica, candidato del Frente Amplio, y al ex presidente liberal Luis Lacalle. Tres días antes de los comicios, Mujica encabeza las intenciones de voto.
El próximo domingo se celebra en Uruguay la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que enfrentarán al ex guerrillero tupamaro José Mujica, candidato del Frente Amplio, y al ex presidente liberal Luis Lacalle.
Y si las encuestas pasaron a ser un referente obligado en los comicios a nivel mundial, más aún lo ha sido en Uruguay, donde las mediciones de intención de voto han marcado las campañas y el ambiente electoral del país.
Las últimas versiones de estos instrumentos continúan otorgando la victoria a Mujica, quien además se llevó la mayoría de las preferencias en primera vuelta. Según los datos que arrojaron las distintas empresas, el candidato del Frente Amplio habría crecido seis puntos desde octubre, cuando se realizaron los primeros comicios, mientras que Luis Lacalle aumento 15,7.
De acuerdo a las proyecciones, este fin de semana Mujica obtendría un poco más de la mitad del total de los votos con cifras alrededor del 50, 8 (Radar) y el 52 (Interconsult) por ciento. En tanto, Lacalle oscilaría entre el 43, 8 (Equipos) y el 45,4 (Cifra) por ciento de los sufragios.
En medio de este panorama el historiador y cientísta político, Gerardo Caetano, atribuyó la popularidad de Mujica a la transparencia y honestidad que se erige detrás de su figura. “Hay un valor que se ratifica una y otra vez que tiene que ver con la mostrarse tal cual es, que se condice, incluso, con el lema de su blog. Esa idea de una comunicación franca que no esconde, que no tiene opacidades es la principal ventaja de este candidato”, dijo el experto.
Esto pese a las denuncias de corrupción en las que estuvo involucrado durante la campaña que, finalmente, no pudieron ser probadas.
En este sentido, Néstor Delgado, responsable de la campaña del Frente Amplio indicó que “nos sentimos satisfechos de haber logrado un altísimo porcentaje de los objetivos que nos fijamos. Nosotros pretendíamos que la población entendiera la importancia de un nuevo periodo y, según lo que dicen las proyecciones, fue así”.
Sin embargo, desde el otro lado del ring, Gustavo Penadez, senador y jefe de campaña del Partido Nacional afirmó que “venimos muy entusiasmados por el trabajo que hemos realizado y esperamos revertir lo que están marcando las encuestas. Hemos intentado llevar una campaña en la que se discuta sobre ideas y ha sido muy difícil por cómo han conducido las cosas desde el otro comando. Si el Presidente no está preparado para gobernar, quien siempre termina pagando los platos rotos es el pueblo y Mujica no lo está. Creo que en ese sentido la experiencia y las propuestas, están de lado de Lacalla”.
Más allá del resultado del próximo domingo Caetano hizo hincapié en la forma en que quedará constituido políticamente Uruguay y recalcó la importancia de retomar el diálogo, luego de lo que él califico como una “crispada” campaña.
“Si se confirma lo que dicen las encuestas tendremos a José Mujica como Presidente de República, pero a Lacalle instalado como el presidente del directorio del partido nacional que va a ser el principal partido de oposición. El uno y el otro se van a necesitar y de alguna manera tendrán que salir de esta campaña tan crispada y polarizada con capacidad para dialogar”, dijo el analista.
Uruguay tiene una población de tres millones 344 mil 938 personas. De ellos votan dos millones 563 mil 397. En la primera vuelta el Frente Amplio, encabezado por José Mujica obtuvo el 47,96 por ciento de las preferencias, lo que equivale a más de un millón de votos. En tanto, el Partido Liberal, representado por Luis Alberto Lacalle se quedó con el 29,07 por ciento de los sufragios debidamente emitidos mientras que Pablo Bordaberry del Partido Colorado captó cerca de 400 mil votos, lo que equivale al 17, 2 por ciento y Pablo Mieres, del Partido Independiente logró el 2,4 por ciento de los sufragios.
