El Frente de Resistencia al Golpe de Estado aseveró en Tegucigalpa que el nivel de abstención en las elecciones presidenciales del domingo superó el 65 por ciento, lo que le quitaría legitimidad al Presidente electo Porfirio Lobo.
La Cumbre Iberoamericana respaldó hoy una declaración sobre Honduras de la Presidencia portuguesa que condena el golpe y considera "un paso fundamental" para recuperar la normalidad constitucional la restitución del derrocado Manuel Zelaya, a la vez que apoya el diálogo nacional en Honduras.
El comunicado de la Presidencia portuguesa no valora el proceso electoral en Honduras, cuyo reconocimiento divide a los países iberoamericanos, y tan sólo alude a su celebración el 29 de noviembre.
El reconocimiento o no de los comicios hondureños y de su vencedor, Porfirio Lobo, estuvo en el centro de los debates en la cumbre concluida hoy y en la que quedaron de manifiesto las divisiones existentes en la comunidad iberoamericana sobre el asunto.
Por su lado, el Presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, señaló hoy que considera la crisis desatada alrededor del golpe de Estado que derrocó al mandatario constitucional, Manuel Zelaya, como un asunto “del pasado", y advirtió que no permitirá a dirigentes extranjeros “meter las narices” en su país.
Abstenciones
Mientras los hondureños disfrutaron del lunes feriado después de las elecciones, el Frente de Resistencia al Golpe de Estado regresaba a las calles. Esta vez se movilizaba para celebrar una victoria por el abstencionismo, que según sus dirigentes alcanzó un 65 por ciento.
Para eso, organizó una caravana de carros en Tegucigalpa, todos los manifestantes sacaban su brazo de los vehículos para demostrar con sus manos limpias, sin mancha de tinta electoral en señal de que no habían votado.
El tema de la participación se convirtió en un nuevo foco de conflicto entre los hondureños. Según el gobierno de facto y los partidos tradicionales, la abstención nunca fue tan elevada. Según Porfirio Lobo, el candidato electo, las proyecciones del Tribunal Electoral consideran que hubo una votación masiva, lo que desmiente la resistencia.
Sin embargo, los dirigentes del grupo disidente consideran que una tasa de abstención inferior a la de los comicios de 2005 sólo se puede explicar por un fraude cometido por los golpistas, y que consistiría en aumentar las cifras con el propósito de persuadir a la comunidad internacional para que reconozca las elecciones y al nuevo Presidente.
El Frente de Resistencia al Golpe de Estado aseveró en Tegucigalpa que el nivel de abstención en las elecciones presidenciales del domingo superó el 65 por ciento, lo que le quitaría legitimidad al Presidente electo Porfirio Lobo.
La Cumbre Iberoamericana respaldó hoy una declaración sobre Honduras de la Presidencia portuguesa que condena el golpe y considera "un paso fundamental" para recuperar la normalidad constitucional la restitución del derrocado Manuel Zelaya, a la vez que apoya el diálogo nacional en Honduras.
El comunicado de la Presidencia portuguesa no valora el proceso electoral en Honduras, cuyo reconocimiento divide a los países iberoamericanos, y tan sólo alude a su celebración el 29 de noviembre.
El reconocimiento o no de los comicios hondureños y de su vencedor, Porfirio Lobo, estuvo en el centro de los debates en la cumbre concluida hoy y en la que quedaron de manifiesto las divisiones existentes en la comunidad iberoamericana sobre el asunto.
Por su lado, el Presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, señaló hoy que considera la crisis desatada alrededor del golpe de Estado que derrocó al mandatario constitucional, Manuel Zelaya, como un asunto “del pasado", y advirtió que no permitirá a dirigentes extranjeros “meter las narices” en su país.
Abstenciones
Mientras los hondureños disfrutaron del lunes feriado después de las elecciones, el Frente de Resistencia al Golpe de Estado regresaba a las calles. Esta vez se movilizaba para celebrar una victoria por el abstencionismo, que según sus dirigentes alcanzó un 65 por ciento.
Para eso, organizó una caravana de carros en Tegucigalpa, todos los manifestantes sacaban su brazo de los vehículos para demostrar con sus manos limpias, sin mancha de tinta electoral en señal de que no habían votado.
El tema de la participación se convirtió en un nuevo foco de conflicto entre los hondureños. Según el gobierno de facto y los partidos tradicionales, la abstención nunca fue tan elevada. Según Porfirio Lobo, el candidato electo, las proyecciones del Tribunal Electoral consideran que hubo una votación masiva, lo que desmiente la resistencia.
Sin embargo, los dirigentes del grupo disidente consideran que una tasa de abstención inferior a la de los comicios de 2005 sólo se puede explicar por un fraude cometido por los golpistas, y que consistiría en aumentar las cifras con el propósito de persuadir a la comunidad internacional para que reconozca las elecciones y al nuevo Presidente.
El Frente de Resistencia al Golpe de Estado aseveró en Tegucigalpa que el nivel de abstención en las elecciones presidenciales del domingo superó el 65 por ciento, lo que le quitaría legitimidad al Presidente electo Porfirio Lobo.
La Cumbre Iberoamericana respaldó hoy una declaración sobre Honduras de la Presidencia portuguesa que condena el golpe y considera "un paso fundamental" para recuperar la normalidad constitucional la restitución del derrocado Manuel Zelaya, a la vez que apoya el diálogo nacional en Honduras.
El comunicado de la Presidencia portuguesa no valora el proceso electoral en Honduras, cuyo reconocimiento divide a los países iberoamericanos, y tan sólo alude a su celebración el 29 de noviembre.
El reconocimiento o no de los comicios hondureños y de su vencedor, Porfirio Lobo, estuvo en el centro de los debates en la cumbre concluida hoy y en la que quedaron de manifiesto las divisiones existentes en la comunidad iberoamericana sobre el asunto.
Por su lado, el Presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, señaló hoy que considera la crisis desatada alrededor del golpe de Estado que derrocó al mandatario constitucional, Manuel Zelaya, como un asunto “del pasado", y advirtió que no permitirá a dirigentes extranjeros “meter las narices” en su país.
Abstenciones
Mientras los hondureños disfrutaron del lunes feriado después de las elecciones, el Frente de Resistencia al Golpe de Estado regresaba a las calles. Esta vez se movilizaba para celebrar una victoria por el abstencionismo, que según sus dirigentes alcanzó un 65 por ciento.
Para eso, organizó una caravana de carros en Tegucigalpa, todos los manifestantes sacaban su brazo de los vehículos para demostrar con sus manos limpias, sin mancha de tinta electoral en señal de que no habían votado.
El tema de la participación se convirtió en un nuevo foco de conflicto entre los hondureños. Según el gobierno de facto y los partidos tradicionales, la abstención nunca fue tan elevada. Según Porfirio Lobo, el candidato electo, las proyecciones del Tribunal Electoral consideran que hubo una votación masiva, lo que desmiente la resistencia.
Sin embargo, los dirigentes del grupo disidente consideran que una tasa de abstención inferior a la de los comicios de 2005 sólo se puede explicar por un fraude cometido por los golpistas, y que consistiría en aumentar las cifras con el propósito de persuadir a la comunidad internacional para que reconozca las elecciones y al nuevo Presidente.
