En horas cruciales para los presidentes de partidos de la Concertación y en exclusiva para Radio Universidad de Chile, el diputado elegido por Maipú y líder del PPD, Pepe Auth, habla de la renovación y los esfuerzos para conseguir votos en segunda vuelta.
Auth ha sido el jefe de partido más elocuente en pedir el respaldo del ex presidenciable Marco Enríquez al senador Eduardo Frei. Desde el 13 de diciembre, no ha cesado en sus intentos -públicos y privados- para lograr la formación de un frente progresista que refuerce la alicaída candidatura de la carta de la Concertación a La Moneda.
Auth acogió sin tardanza la propuesta de Marco Enríquez de que los presidentes de partidos renunciaran a sus cargos para facilitar una negociación, y afirmó que en cuestión de segundos se haría a un lado si sus pares igualaban el gesto.
¿Tiene todavía esperanzas de que Enríquez-Ominami llame a votar por Frei o es una causa perdida?
Voy a insistirle hasta el último día, porque si llega a hacerlo, tendrá un impacto… claro que mientras más pasan los días, menor será. Pero creo que aún es posible que eso ocurra porque además, será esencial para su propio liderazgo y futuro político.
¿Quiere decir que si él no conduce el casi 1.400.000 votos que obtuvo, después del 17 de enero será como un pastor sin ovejas?
No veo que haya un rebaño esperando instrucciones de su líder, de hecho, parte importante de ellos ya han tomado posiciones por Frei o por Piñera. Pero aún queda mucha gente que está reflexionando qué hacer con su voto y para ellos evidentemente la opinión de quién los representó y con quién se identificaron en la primera vuelta, sí importa.
Pero todo indica que la estrategia de Enríquez-Ominami es no apoyar explícitamente a ningún candidato
Ese ‘querer pasar piola’ equivale a un suicidio porque una vez que pase la segunda vuelta ya no existirán los 1.400.000 votos, si no que estarán todos repartidos en Frei, Piñera, blanco, nulos o la abstención. Y todo eso ocurrirá sin que él haya ejercido ninguna acción sobre ellos, y en ese momento habrá dejado de ser un líder.
¿Cree usted, como dicen algunos analistas, que Enríquez-Ominami está interesado en que gane Piñera para poder perfilarse en la oposición?
Creo que esos análisis son ridículos, lo que importará será su actitud, lo que haya hecho o lo que deje de hacer. No hay que olvidar que esta elección se ganará por poco o se perderá por poco. Si la Concertación gana sin el apoyo de Marco, la cuenta será que no se necesitó de él. Si la Concertación pierde, Marco se quedó en el camarín y no acudió a aportar con ese poquito que faltó para el triunfo, nadie lo solicitará por su falta de generosidad.
Autonomía partidista
El candidato Frei ha dicho que gobernará con independencia de los partidos políticos. Suena contradictorio, toda vez que él está representando a los partidos.
Él es el abanderado presidencial de una coalición de partidos políticos que –por primera vez- recibió una votación parlamentaria y presidencial minoritaria. Entonces, si llega a ser Presidente, no lo será de los partidos ni de la Concertación, si no que será elegido con los votos del progresismo… Y eso significa solicitarle a los partidos autonomía para convocar a participar a un sector mucho más amplio que lo que es hoy la Concertación.
¿No le suena alejado de la realidad?
No. Pienso que es lo que está pidiendo la gente, que está haciendo una crítica muy profunda a los partidos políticos como instituciones, a su funcionamiento interno y al foso que a veces parece separarlos de la ciudadanía. Entiendo el mensaje de Eduardo Frei, también, como un desafío a los partidos a su renovación y democratización.
Usted asume que la Concertación está en crisis, pero si la constitución permitiera la reelección, de seguro Michelle Bachelet saldría elegida. ¿Cómo co-existen ambas realidades?
Lo que usted dice es una abstracción teórica, porque parte importante del respaldo de Bachelet se vincula al hecho de que no es posible la reelección. Le garantizo que parte del apoyo estratosférico que existiría si fuera candidata.
Eso también es una abstracción teórica…
Se vio con Ricardo Lagos, quien también tuvo un gran respaldo. En la medida que los mandatarios no van a la reelección y salen del conflicto político electoral, empiezan a ser considerados en función de sus logros.
¿Hasta qué punto la ciudadanía busca una renovación, si a la vez hay políticos muy tradicionales y antiguos, como Andrés Zaldívar, que siguen siendo elegidos?
La renovación que se busca tiene que ver con la forma de hacer política, de aproximarse a la gente porque lo que se premia en la horizontalidad en vez de la verticalidad. No hay un tema de edad, no se busca un recambio biológico, si no yo no habría sido elegido por sobre Álvaro Escobar… y lo mismo en muchos otros casos. La cercanía es concreta, no se trata de que ser más simpático o menos formal, tiene que ver, especialmente con alguien que ha sido diputado cuatro años, si ha sabido estar en las luchas de la gente.
Da lo mismo la edad que se tenga.
En horas cruciales para los presidentes de partidos de la Concertación y en exclusiva para Radio Universidad de Chile, el diputado elegido por Maipú y líder del PPD, Pepe Auth, habla de la renovación y los esfuerzos para conseguir votos en segunda vuelta.
Auth ha sido el jefe de partido más elocuente en pedir el respaldo del ex presidenciable Marco Enríquez al senador Eduardo Frei. Desde el 13 de diciembre, no ha cesado en sus intentos -públicos y privados- para lograr la formación de un frente progresista que refuerce la alicaída candidatura de la carta de la Concertación a La Moneda.
Auth acogió sin tardanza la propuesta de Marco Enríquez de que los presidentes de partidos renunciaran a sus cargos para facilitar una negociación, y afirmó que en cuestión de segundos se haría a un lado si sus pares igualaban el gesto.
¿Tiene todavía esperanzas de que Enríquez-Ominami llame a votar por Frei o es una causa perdida?
Voy a insistirle hasta el último día, porque si llega a hacerlo, tendrá un impacto… claro que mientras más pasan los días, menor será. Pero creo que aún es posible que eso ocurra porque además, será esencial para su propio liderazgo y futuro político.
¿Quiere decir que si él no conduce el casi 1.400.000 votos que obtuvo, después del 17 de enero será como un pastor sin ovejas?
No veo que haya un rebaño esperando instrucciones de su líder, de hecho, parte importante de ellos ya han tomado posiciones por Frei o por Piñera. Pero aún queda mucha gente que está reflexionando qué hacer con su voto y para ellos evidentemente la opinión de quién los representó y con quién se identificaron en la primera vuelta, sí importa.
Pero todo indica que la estrategia de Enríquez-Ominami es no apoyar explícitamente a ningún candidato
Ese ‘querer pasar piola’ equivale a un suicidio porque una vez que pase la segunda vuelta ya no existirán los 1.400.000 votos, si no que estarán todos repartidos en Frei, Piñera, blanco, nulos o la abstención. Y todo eso ocurrirá sin que él haya ejercido ninguna acción sobre ellos, y en ese momento habrá dejado de ser un líder.
¿Cree usted, como dicen algunos analistas, que Enríquez-Ominami está interesado en que gane Piñera para poder perfilarse en la oposición?
Creo que esos análisis son ridículos, lo que importará será su actitud, lo que haya hecho o lo que deje de hacer. No hay que olvidar que esta elección se ganará por poco o se perderá por poco. Si la Concertación gana sin el apoyo de Marco, la cuenta será que no se necesitó de él. Si la Concertación pierde, Marco se quedó en el camarín y no acudió a aportar con ese poquito que faltó para el triunfo, nadie lo solicitará por su falta de generosidad.
Autonomía partidista
El candidato Frei ha dicho que gobernará con independencia de los partidos políticos. Suena contradictorio, toda vez que él está representando a los partidos.
Él es el abanderado presidencial de una coalición de partidos políticos que –por primera vez- recibió una votación parlamentaria y presidencial minoritaria. Entonces, si llega a ser Presidente, no lo será de los partidos ni de la Concertación, si no que será elegido con los votos del progresismo… Y eso significa solicitarle a los partidos autonomía para convocar a participar a un sector mucho más amplio que lo que es hoy la Concertación.
¿No le suena alejado de la realidad?
No. Pienso que es lo que está pidiendo la gente, que está haciendo una crítica muy profunda a los partidos políticos como instituciones, a su funcionamiento interno y al foso que a veces parece separarlos de la ciudadanía. Entiendo el mensaje de Eduardo Frei, también, como un desafío a los partidos a su renovación y democratización.
Usted asume que la Concertación está en crisis, pero si la constitución permitiera la reelección, de seguro Michelle Bachelet saldría elegida. ¿Cómo co-existen ambas realidades?
Lo que usted dice es una abstracción teórica, porque parte importante del respaldo de Bachelet se vincula al hecho de que no es posible la reelección. Le garantizo que parte del apoyo estratosférico que existiría si fuera candidata.
Eso también es una abstracción teórica…
Se vio con Ricardo Lagos, quien también tuvo un gran respaldo. En la medida que los mandatarios no van a la reelección y salen del conflicto político electoral, empiezan a ser considerados en función de sus logros.
¿Hasta qué punto la ciudadanía busca una renovación, si a la vez hay políticos muy tradicionales y antiguos, como Andrés Zaldívar, que siguen siendo elegidos?
La renovación que se busca tiene que ver con la forma de hacer política, de aproximarse a la gente porque lo que se premia en la horizontalidad en vez de la verticalidad. No hay un tema de edad, no se busca un recambio biológico, si no yo no habría sido elegido por sobre Álvaro Escobar… y lo mismo en muchos otros casos. La cercanía es concreta, no se trata de que ser más simpático o menos formal, tiene que ver, especialmente con alguien que ha sido diputado cuatro años, si ha sabido estar en las luchas de la gente.
Da lo mismo la edad que se tenga.
En horas cruciales para los presidentes de partidos de la Concertación y en exclusiva para Radio Universidad de Chile, el diputado elegido por Maipú y líder del PPD, Pepe Auth, habla de la renovación y los esfuerzos para conseguir votos en segunda vuelta.
Auth ha sido el jefe de partido más elocuente en pedir el respaldo del ex presidenciable Marco Enríquez al senador Eduardo Frei. Desde el 13 de diciembre, no ha cesado en sus intentos -públicos y privados- para lograr la formación de un frente progresista que refuerce la alicaída candidatura de la carta de la Concertación a La Moneda.
Auth acogió sin tardanza la propuesta de Marco Enríquez de que los presidentes de partidos renunciaran a sus cargos para facilitar una negociación, y afirmó que en cuestión de segundos se haría a un lado si sus pares igualaban el gesto.
¿Tiene todavía esperanzas de que Enríquez-Ominami llame a votar por Frei o es una causa perdida?
Voy a insistirle hasta el último día, porque si llega a hacerlo, tendrá un impacto… claro que mientras más pasan los días, menor será. Pero creo que aún es posible que eso ocurra porque además, será esencial para su propio liderazgo y futuro político.
¿Quiere decir que si él no conduce el casi 1.400.000 votos que obtuvo, después del 17 de enero será como un pastor sin ovejas?
No veo que haya un rebaño esperando instrucciones de su líder, de hecho, parte importante de ellos ya han tomado posiciones por Frei o por Piñera. Pero aún queda mucha gente que está reflexionando qué hacer con su voto y para ellos evidentemente la opinión de quién los representó y con quién se identificaron en la primera vuelta, sí importa.
Pero todo indica que la estrategia de Enríquez-Ominami es no apoyar explícitamente a ningún candidato
Ese ‘querer pasar piola’ equivale a un suicidio porque una vez que pase la segunda vuelta ya no existirán los 1.400.000 votos, si no que estarán todos repartidos en Frei, Piñera, blanco, nulos o la abstención. Y todo eso ocurrirá sin que él haya ejercido ninguna acción sobre ellos, y en ese momento habrá dejado de ser un líder.
¿Cree usted, como dicen algunos analistas, que Enríquez-Ominami está interesado en que gane Piñera para poder perfilarse en la oposición?
Creo que esos análisis son ridículos, lo que importará será su actitud, lo que haya hecho o lo que deje de hacer. No hay que olvidar que esta elección se ganará por poco o se perderá por poco. Si la Concertación gana sin el apoyo de Marco, la cuenta será que no se necesitó de él. Si la Concertación pierde, Marco se quedó en el camarín y no acudió a aportar con ese poquito que faltó para el triunfo, nadie lo solicitará por su falta de generosidad.
Autonomía partidista
El candidato Frei ha dicho que gobernará con independencia de los partidos políticos. Suena contradictorio, toda vez que él está representando a los partidos.
Él es el abanderado presidencial de una coalición de partidos políticos que –por primera vez- recibió una votación parlamentaria y presidencial minoritaria. Entonces, si llega a ser Presidente, no lo será de los partidos ni de la Concertación, si no que será elegido con los votos del progresismo… Y eso significa solicitarle a los partidos autonomía para convocar a participar a un sector mucho más amplio que lo que es hoy la Concertación.
¿No le suena alejado de la realidad?
No. Pienso que es lo que está pidiendo la gente, que está haciendo una crítica muy profunda a los partidos políticos como instituciones, a su funcionamiento interno y al foso que a veces parece separarlos de la ciudadanía. Entiendo el mensaje de Eduardo Frei, también, como un desafío a los partidos a su renovación y democratización.
Usted asume que la Concertación está en crisis, pero si la constitución permitiera la reelección, de seguro Michelle Bachelet saldría elegida. ¿Cómo co-existen ambas realidades?
Lo que usted dice es una abstracción teórica, porque parte importante del respaldo de Bachelet se vincula al hecho de que no es posible la reelección. Le garantizo que parte del apoyo estratosférico que existiría si fuera candidata.
Eso también es una abstracción teórica…
Se vio con Ricardo Lagos, quien también tuvo un gran respaldo. En la medida que los mandatarios no van a la reelección y salen del conflicto político electoral, empiezan a ser considerados en función de sus logros.
¿Hasta qué punto la ciudadanía busca una renovación, si a la vez hay políticos muy tradicionales y antiguos, como Andrés Zaldívar, que siguen siendo elegidos?
La renovación que se busca tiene que ver con la forma de hacer política, de aproximarse a la gente porque lo que se premia en la horizontalidad en vez de la verticalidad. No hay un tema de edad, no se busca un recambio biológico, si no yo no habría sido elegido por sobre Álvaro Escobar… y lo mismo en muchos otros casos. La cercanía es concreta, no se trata de que ser más simpático o menos formal, tiene que ver, especialmente con alguien que ha sido diputado cuatro años, si ha sabido estar en las luchas de la gente.
Da lo mismo la edad que se tenga.
