Representantes de la Fundación América Solidaria hicieron un urgente llamado a colaborar con dinero para la reconstrucción de Haití y pidieron no olvidar de que la grave situación del país caribeño es permanente.
 
Si bien últimamente hemos estado bombardeados por noticias desde Haití, por el reciente terremoto que devastó el país caribeño, hay una institución que lleva siete años trabajando en ese lugar para mejorar la calidad de vida de sus habitantes: América Solidaria.

La fundación envía jóvenes profesionales voluntarios a diversos países del continente a trabajar con la sociedad civil en proyectos locales con el objetivo de globalizar la solidaridad y lograr algo más de equidad en los países latinoamericanos.

En el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, Arturo Celedón, director de voluntariado de América Solidaria, enfatizó que la distribución de ayuda en este momento es muy complicada y, por lo tanto, lo que más necesita es aportes en dinero.

Por ello, añadió Celedón, la fundación abrió la cuenta 400-20-100 en el banco BCI para recibir las donaciones y además se puede aportar dinero en las cajas de cualquier supermercado Líder.

El joven voluntario recalcó que el pueblo haitiano es “digno y solidario”, por lo que no hay que juzgarlos por los recientes episodios de violencia: “Eso ha pasado en todos los lugares en que existen catástrofes humanitarias. Hay que acordarse de lo que pasó con ‘Katrina’ en Estados Unidos, el pueblo con el desarrollo económico más alto del mundo, que también tuvo vandalismo. Los doctores nos han contado que a los hospitales han llegado haitianos malheridos cargando a otros que estaban aún peor que ellos”, dijo.

Arturo Celedón recalcó que actualmente hay cuatro voluntarios de América Solidaria trabajando en la zona del desastre, quienes han sido un aporte a la logística por el conocimiento del idioma y la geografía.

Gonzalo Infante es un voluntario que estuvo trabajando en el área de salud en Puerto Príncipe hasta febrero de 2009. Por ello, enfatizó que la situación era muy compleja incluso antes del sismo: “Allí no existen redes existenciales. Junto al equipo médico a veces nos enfrentábamos a situaciones como señoras haitianas que tenían que ser operadas de urgencia y no teníamos dónde derivarlas, porque no tenían dinero para pagar la cirugía. Entonces apuntábamos a la atención primaria donde podíamos hacer más cosas con menos recursos”, recalcó.

Para mayores informaciones sobre cómo ayudar o sobre el trabajo de esta fundación puede visitar la página www.americasolidaria.org