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Año XVI, 28 de marzo de 2024


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Trabajadores de Cencosud denuncian que empresa los acusa de delitos para no pagar indemnizaciones

Empleados del holding han sido arrestados por carabineros, encarcelados y formalizados por usar un lápiz o comerse un chicle, una práctica que los sindicatos señalan como habitual y como parte una política de hostigamiento, vulneración de derechos y artimañas para no pagar compensaciones.

Daniela Ruiz

  Viernes 14 de mayo 2010 19:47 hrs. 
cencosud

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La denuncia pública que hizo el ex trabajador de Jumbo, Pablo Moreira, quien fue detenido, formalizado y desvinculado de la empresa acusado de robar un lápiz de mil 390 pesos, develó una serie de casos similares que se están convirtiendo en una práctica habitual dentro de las tiendas de Cencosud, holding propiedad de Horst Paulmann.

Así lo denunciaron a radio.uchile.cl sindicatos que agrupan a los trabajadores de las tiendas Jumbo, Santa Isabel y Almacenes París, donde varios empleados han vivido situaciones como la de Morales, siendo intimidados, coartados en su defensa  y sufriendo una clara vulneración de sus derechos.

Fabiola Parra del sindicato Preaservice, que agrupa al personal del supermercado Santa Isabel, denunció que estos abusos mantienen preocupados a los empleados, pues “se está haciendo un hecho repetitivo, porque hoy el trabajador incurre en una falta y de inmediato llaman a Carabineros, los llevan esposados frente a sus compañeros, frente a los clientes, a una comisaría e informando al Fiscal de un delito de robo”, afirmó.

Emblemático es el caso de la ciudadana peruana, Berenice Díaz, ex cajera del Santa Isabel de Compañía con Ricardo Cumming, quien tuvo la mala ocurrencia de sacar un chicle y llevárselo a la boca mientras la cámara de seguridad registraba su acción. La jefatura del local, enterada de los hechos, la presionó para que firmara una carta de renuncia, sin embargo, Díaz no llevaba consigo su cédula de indentidad, por lo que fue obligada  a subirse a un automóvil para ir a buscarlo a su hogar y posteriormente llevada a una notaría para materializar su desvinculación.

Advertida por los compañeros de su sindicato de que no podía ser obligada a renunciar bajo presión, la cajera desistió de firmar la carta, lo que provocó la ira de sus jefes, quienes la llevaron de vuelta al local y llamaron a Carabineros, que la sacaron esposada por la puerta principal del hipermercado. La mujer estuvo encarcelada hasta las diez de la noche en una comisaría, hasta que el fiscal correspondiente ordenó que la dejaran en libertad.

No obstante, Díaz fue a trabajar al día siguiente, encontrándose con una carta de despido formal que apelaba a “incumplimientos graves en su contrato”, es decir, sin derecho a ser indemnizada.

Y así suma sigue, cajeras que compran en los locales fuera de su horario de trabajo y son acusadas por robo, porque no pasan un producto por caja; consumos al interior del local; equivocaciones o pequeños hurtos que no superan los cuatro mil pesos.

A juicio de Raúl Morales del sindicato Eurofashion de Almacenes París, ya no se trata de casos aislados, de abusos de las jefaturas locales, sino lisa y llanamente de una práctica corporativa de Cencosud. “Nosotros vemos que son políticas corporativas, ellos dicen que no, pero que cada tanto tiempo estén apareciendo este tipo de procedimientos internos de Cencosud, nos hacen pensar que es práctica habitual someter a los trabajadores a este tipo de vejámenes y procedimientos que no  se condicen a como está tipificado en la ley”, señaló.

El presidente de la Federación de Trabajadores de Cencosud, César Fonseca, también advierte que no sólo se trata de situaciones degradantes y de abuso laboral, sino que una excusa para  aprovecharse  del Artículo 160 inciso 7 del Código del Trabajo para echar a los empleados sin indemnización. “La falta no se condice con el castigo que está dando la empresa, ni siquiera se utilizan las cartas de amonestación, porque nos estamos dando cuenta que se está utilizando este tema  para poder despedirlos y no pagar la indemnización. Todos los juicios los ha perdido la empresa, han tenido que cancelar las indemnización igual”, indicó.

Fabiola Parra también agrega que se trata de un tema de discriminación, pues no todos los trabajadores de los locales son tratados con el mismo estándar. “Nadie manda preso a los gerente  cuando ellos comen exquisiteces a la hora que se les da la gana, abren cualquier producto y ahí la empresa no toma ninguna medida”, sostuvo.

Frente a este tipo de situaciones, los trabajadores han comenzando a organizarse, tal como lo señala Freddy Anders del sindicato de Jumbo, quien sostiene que están entregando respaldo jurídico a los compañeros denunciados, “para que después del impasse que viven  puedan reclamar sus derechos laborales o civiles, si eso le produjo algún daño o perjuicio, porque echan a perder sus papeles, que es lo que más reclaman ¿por qué? ¿Por un lápiz, por un chicle, por un calcetín?”, dijo.

Fonseca, en tanto, afirma que pronto se reunirán con Cencosud para abordar estas prácticas de abuso laboral, donde se les planteará la creación de un protocolo de procedimientos frente a las situaciones  que han debido enfrentar los empleados durante este tiempo, “pero acorde a lo que en realidad sucede, porque podemos estar llevando a todos los trabajadores detenidos”.

Mientras, en el holding de Horst Paulmann siguen en silencio, haciendo oídos sordos de las denuncias, a diferencia de lo que sucede cuando son informados que uno de sus trabajadores cometen una falta tan grave como comerse un chicle.

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