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Investigadores de la U de Chile patentan nuevo método de diagnóstico para el Alzheimer

Se trata de un examen de sangre que puede detectar en las plaquetas la proteína TAU, que está relacionada con esta enfermedad neurodegenerativa que sólo en Chile afecta a alrededor de 180 mil personas.

Cecilia Coddou

  Lunes 4 de octubre 2010 16:36 hrs. 
alzheimer

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En la década de los ‘90 un grupo de científicos italianos buscaron y hallaron en plaquetas de pacientes afectados por el Enfermedad de Alzheimer (EA) la proteína precursora del amiloide (APP), que es una de las que estaría involucrada en la EA. Lamentablemente esta técnica no fue reproducible por lo que no tuvo un impacto real desde el punto de vista clínico.

Sin embargo, sirvió de inspiración para que el doctor de la Universidad de Chile, Gonzalo Farías,  decidiera investigar en plaquetas la proteína TAU, también relacionada con la fisiopatología de la EA. Después de realizar los análisis se constató, por primera vez en el mundo, que los sujetos que padecían la enfermedad neurodegenerativa tenían la proteína en sus plaquetas. Este hallazgo de clase mundial se llevó a cabo en colaboración con la académica de la U. de Chile, doctora Andrea Slachevsky, quien es neuróloga del Hospital del Salvador y del Instituto de Ciencias Biomédicas.

Con su ayuda el doctor Farías reclutó 47 pacientes con EA y 19 adultos mayores neurológicamente sanos. A todos ellos se les aplicó una batería de tests neuropsicológicos y se les tomó muestras de sangre para extraer las plaquetas y así estudiar la presencia de la proteína TAU.

“Queríamos saber si el deterioro cognitivo estaba correlacionado con la edad, por eso junto a Patricio Pérez, del Departamento de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad Arturo Prat se realizó un estudio en 69 personas que se atendían en el Hospital de Peñaflor, que incluyó sujetos cuyas edades fluctuaban entre los 18 y 100 años. Los resultados nos permitieron constatar que la proteína TAU no dependía de la edad, sino que estaba asociada a la patología”, destaca el doctor Farías.

Asimismo, la investigación arrojó algunas variaciones en el comportamiento de las TAU: ciertas subpoblaciones de estas proteínas reaccionaban en forma diferente, lo que estaría asociado al grado de deterioro cognitivo que sufría el paciente. “Encontramos que la TAU anómala, que tiende a estar más agregada, se encuentra en mayor proporción en pacientes con EA y sobre todo en aquellos que tienen la patología en estadios más avanzados”, plantea el neurólogo.

Si bien el biomarcador es prometedor, de ahí que se decidieran a patentarlo en Estados Unidos, aún no está clara su especificidad porque se desconoce su comportamiento con otras demencias en las que también se ve alterada la proteína TAU. “Esta es una investigación en progreso”, comenta el doctor Farías. De hecho, el laboratorio que realizó estos estudios con un grant del Centro Internacional de Biomedicina (ICC) sigue trabajando gracias a un proyecto Fondecyt obtenido por los doctores Slachevsky y Maccioni. La investigación, iniciada este año, está ampliando la indagación, ya que junto con analizar muestras de sangre y validar test neuropsicológicos, incluyó resonancias nucleares magnéticas.

Sensibilidad y especificidad

La importancia de este marcador biológico radica en que no es invasivo, a diferencia del que mide la proteína TAU en el líquido cefalorraquídeo (desarrollado hace 5 años en el mismo laboratorio) y que obliga a hacer una punción lumbar en el paciente. “Ahora lo que nos queda por determinar es la especificidad y sensibilidad del biomarcador, ello porque nos debiera ayudar a detectar la patología en etapas tempranas, lo que será relevante sobre todo cuando estén disponibles los nuevos medicamentos que combatan el Alzheimer”, dice el neurólogo.

Como es de suponer, la idea es atacar la patología cuando el daño cerebral aún no se desencadena o es incipiente, por eso se necesita un marcador sensible que determine, específicamente, la presencia de esta enfermedad y que, además, ayude a investigar el efecto de las nuevas drogas que están en estudio.

“Durante más de 30 años la comunidad médica mundial ha estado buscando un marcador para EA que sea rápido, confiable y no invasivo, así que estamos muy entusiasmados con la proyección de esta patente”, plantea el profesor titular de la U. de Chile y quien dirigió la investigación, doctor doctor Ricardo Maccioni.

El doctor Farías añade que haber generado durante la tesis un hallazgo tan significativo desde el punto de vista básico y clínico, refleja la esencia del programa de doctorado que está culminando. Satisfecho por las investigaciones desarrolladas en los últimos cinco años y que han sido publicadas en revistas de alto impacto, así como por la patente que tendría aplicabilidad clínica, el neurólogo espera que en el futuro pueda continuar investigando y trabajando en su especialidad. Eso sí, está por definirse su inserción en algún centro hospitalario vinculado con el plantel donde pueda realizar ambas labores, que es para lo que se ha preparado.

“A pesar de los logros que figuran en mi currículum, Conicyt me ha negado reiteradamente y de manera inexcusable becas para continuar desarrollando mi tesis. Espero que en el futuro se cuente con mayor disponibilidad de fondos que nos ayuden a seguir potenciando la ciencia chilena y a dar una mejor calidad de vida a los pacientes, que es nuestro interés último”, acota.

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