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Situaciones de estrés potencian recaídas en consumo de alcohol y drogas

Los investigadores del Núcleo Milenio Estrés y Adicción (NEDA) analizaron cómo la ansiedad afecta al cerebro y cómo ésta aumenta la probabilidad de reincidencia.

Loreto Soto

  Lunes 22 de noviembre 2010 15:07 hrs. 
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Estar sometidos a constantes situaciones de estrés que provocan ansiedad,
puede desencadenar en abuso de drogas y alcohol. Pero además puede
conllevar a que pacientes que están en rehabilitación tengan una recaída.

La investigación dirigida a entender cómo el estrés afecta el deseo de
consumir drogas, fue realizada por un equipo de científicos del Núcleo
Milenio Estrés y Adicción (NEDA), albergado en la Pontificia Universidad
Católica y perteneciente al Ministerio de Planificación.

La relevante investigación fue presentada en el 40º Congreso Anual de la
Sociedad de Neurociencias que se efectúa desde el 13 al 17 de noviembre en
el Convention Center de San Diego, Estados Unidos. Este encuentro es el
más importante a nivel mundial en su área y en él se reúnen 550
expositores y  más de 30 mil científicos de diversos países para presentar
y discutir los últimos descubrimientos sobre el cerebro, el sistema
nervioso y los trastornos relacionados.

“Nuestra investigación se centra en entender cómo las estructuras del
cerebro, las cortezas cerebrales, que están involucradas en las emociones
negativas, como el miedo y la ansiedad, se cruzan con las emociones
positivas, que son las que nos dan placer. Nos preguntamos qué es lo que
hace que las personas, cuando han dejado por muchos años de consumir
alcohol o cigarrillos y se someten a una situación emocionalmente fuerte,
de estrés, lo primero que piensan es en volver a consumir la droga. Una de
las claves está en la relación que se crea entre estas dos estructuras del
cerebro”, explica María Inés Forray, doctora en ciencias biomédicas e
investigadora del Neda.

El estrés es una respuesta fisiológica del organismo para enfrentar una
situación que es percibida como amenazante. La respuesta del organismo al
estrés involucra varias regiones del cerebro, entre ellas el lecho de la
estría terminal, un área que está involucrada en la integración de la
respuesta a estímulos amenazantes y en la expresión de emociones negativas
como la ansiedad.

En el estrés el neurotransmisor principal es una sustancia llamada factor
de liberador de corticotrofina (CRF en inglés), secretada a nivel
cerebraly popularmente conocida como “la hormona del estrés”, responsable
del aumento de cortisol, que incrementa la sensación de ansiedad que
invade a las personas en estos momentos. La sustancia química del estrés
activa el mismo mecanismo cerebral que se trastorna por efecto de las
drogas y hace que se deseen, de manera excesiva, los objetos placenteros.

“Cuando uno está sometido a situaciones de estrés por periodos largos, que
para muchos es la vida que tenemos a diario, se está más dispuesto a
exacerbar estas respuestas. De hecho la gente tiende a consumir drogas y a
recaer en el uso de drogas ante eventos de este tipo, como un asalto un
choque o cosas que amenazan física o emocionalmente a las personas”,
afirma la científica.

Y agrega: “Estas situaciones, que aumentan el estado emocional, son las
que hacen sentir la necesidad de consumir la droga, un deseo
incontrolable. Por eso el problema de la adicción es cómo hacer que las
personas no vuelvan a recaer en esto”.

Implicancias del estudio

Cabe señalar que en Chile un alto porcentaje de la población padece de
estrés. Un estudio realizado por la Escuela de Sicología de la Universidad
Adolfo Ibáñez reveló que uno de cada cuatro chilenos presenta un alto
grado estrés, y que el 27 por ciento de la población ha colapsado ante
situaciones difíciles de manejar. Estas cifras son alarmantes si también
consideramos que el 10% de la población mundial padece estrés, según la
Organización Internacional del Trabajo.

Sin embargo, la doctora Forray señala que “cuando uno está en este estado
de tensión tiene que generar mecanismos que ayuden a sanear esta ansiedad
como hacer ejercicios, cambiar de actividad que ayuden a quitar la
tensión”.

Los científicos del Neda llevan cerca de tres años trabajando en resolver
los mecanismos celulares o neuronales de cómo se produce esto. “Si
entendemos esto mejor podemos encontrar un apoyo de entender como las
terapias con siquiatras podrían mejorar, asimismo la administración de
fármacos adecuados”, afirma Forray.

Su modelo de investigación consiste en someter a las ratas a un estrés
repetido con el objetivo de producir un estado aumentado de la ansiedad y
ver su comportamiento.

El estudio es muy importante porque el conocimiento de los mecanismos de
comunicación entre las estructuras involucradas en la respuesta a estrés y
de las áreas asociadas al consumo de drogas es relevante para entender por
qué y cómo el estrés es capaz de producir una recaída al consumo de drogas
después de largos periodos de abstinencia. Así mismo, esto sugiere que el
estrés también puede ser un blanco farmacológico en terapias contra la
adicción.

Sobre el NEDA

El centro de investigación NEDA está formado por investigadores de las
Facultades de Ciencias Biológicas y Químicas de la Pontificia Universidad
Católica de Chile. Nace con el deseo de acrecentar el conocimiento sobre
los mecanismos que subyacen a la recaída en la búsqueda compulsiva de la
droga inducida por estrés, contribuyendo así al desarrollo de nuevas
estrategias farmacológicas y de psicoterapia cognitiva-conductual para el
tratamiento del abuso de sustancias y la adicción. Está dirigido por las
doctoras Katia Gysling y María Estela Andrés e integrado por María Inés
Forray, Fernando Torrealba, y los investigadores jovenes José Antonio
Fuentealba, Jorge Campusano y Rodrigo Varas.

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