Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 29 de marzo de 2024


Escritorio

Científicos brasileños descubren un río debajo del Amazonas

La corriente fluvial subterránea, a profundidades que pueden alcanzar los 4.000 metros, recibió el nombre de río Hamza. Este hallazgo permite establecer que la región amazónica posee dos vías de descarga de aguas: el drenaje fluvial en la superficie y el flujo de agua subterránea.

RFI

  Jueves 1 de septiembre 2011 16:24 hrs. 
ríoHamza

Compartir en

Con sus más de siete mil kilómetros de extensión, sus cerca de  mil ríos tributarios y una cuenca que abarca nueve países de Sudamérica, el Amazonas es el río más grande del mundo y, por lo tanto, la reserva de agua y biodiversidad más grande del planeta. A esos datos que ya conocemos ahora se agrega otro atributo que acaba de ser develado por las investigaciones de un grupo de estudiantes brasileños guiados por el profesor Valiya Hamza del Observatorio Nacional de Brasil.

Los científicos estudiaron 241 pozos que fueron perforados para extraer petróleo por la empresa Petrobras en las décadas de los ´70 y ´80 y, según sus apreciaciones, bajo el Amazonas correría un río subterráneo de longitud similar, pero el doble de ancho y con un caudal tres veces más pequeño.

El hallazgo fue bautizado como río Hamza en honor al académico que guió la investigación.

El profesor explicó que su trabajo “se inicio como un proyecto de doctorado de la Universidad de Amazonía y comenzamos con el análisis de datos de temperatura y pozos de petróleo. A través de este estudio identificamos señales térmicas de movimientos de agua subterránea. Así conseguimos determinar la velocidad del agua y la dirección de movimiento y obtuvimos un dato curioso como que el movimiento del agua subterránea es descendiente en toda la región de amazónica que va desde Acre por la parte oeste de Brasil hasta llegar a la isla Marajó llegando al Atlántico”.

El agua del nuevo río Hamza tiene, según los científicos, cualidades químicas comparables al agua de lluvia y al estar a cuatro mil metros de profundidad está libre de material particulado de origen biológico o de la contaminación por bacterias o químicos. Pero al mismo tiempo, esa profundidad haría muy cara la extracción de ese potencial hídrico.

“Creo que este recurso de agua subterránea está en una región donde hay agua dulce y abundante en la superficie, por tanto, perforar pozos para obtener esta agua no es económicamente viable. Sin embargo, la región oeste de Brasil, en el estado de Acre y Los Andes peruanos es una zona más seca y esta agua podría ser aprovechada para fines domésticos. Además, al igual que el Amazonas, éste desemboca en el Atlántico en la región de la isla de Marajó y eso modifica la salinidad del agua y produce un ecosistema de vida acuática diferente en esta región. Un dato interesante es que el flujo de agua es bastante grande y no fue considerado en la estimación del balance hídrico de la región”, comentó el profesor.

Luego de publicar los resultados, la investigación ha recibido cuestionamientos a sus conclusiones, primero de parte de la empresa Petrobras y después del geólogo Olivar Lima de la Universidad de Bahía, quienes prefieren no utilizar el término río, pues la velocidad con la que se  mueve el agua de 10 a 100 metros por año es muy baja.

Ante esto, el profesor Hamza precisó que “en este caso utilizamos el término río en un sentido genérico como flujo de material. Cuando hablamos de los movimientos de humedad en la región amazónica podemos diferenciar tres tipos de ríos: los atmosféricos, que transportan humedad a la atmósfera y dependen de las condiciones meteorológicas; los ríos como los conoce la gente, que es la precipitación superficial que crea drenaje fluvial; y luego hay una tercera categoría que son los ríos subterráneos. En este caso podríamos haber utilizado el nombre acuífero, pero ese concepto se ocupa para una reserva de agua y lo que vemos aquí es un proceso geológico donde hay un movimiento de agua. La velocidad con que corre es baja y no puede ser comparada a un río común como los que se ven en la superficie”.

Este río sería alimentado por agua de Los Andes peruanos y colombianos y aunque de poco volumen comparado con su hermano mayor el Amazonas, podría considerarse un río medio que se asimilaría al San Francisco de Brasil.

También se le ha criticado a los investigadores que el agua no es dulce y que probablemente no llegue al mar por efecto de rocas antiguas impermeables, pero según el profesor Hamza la extensa zona de agua dulce existente a 200 kilómetros de la desembocadura del Amazonas, es prueba de que el río no es salado y, aunque lentamente y a larga distancia, sí llega al mar.

Síguenos en