Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 28 de marzo de 2024


Escritorio

Los absurdos del Gobierno de Piñera en materia de Educación


Miércoles 9 de noviembre 2011 9:56 hrs.


Compartir en

Claramente el actual gobierno se encuentra empeñado en una campaña comunicacional tendiente a desprestigiar al movimiento social por la Educación y de manera paralela, cuando no falta mucho tiempo para que cumpla la mitad de su mandato, el avance en ésta área ha sido nulo, ya que el status quo también le favorece.

La semana que recién paso, los estudiantes secundarios presentes en una sesión en el Congreso decían que el tema educacional estaba muy centrado en la enseñanza superior y se echaba de menos el enfoque en la base de la enseñanza, lo cual es cierto. Cuando los rectores de las universidades o las federaciones estudiantiles hacen sus demandas, de manera natural lo hacen dentro de su ámbito de acción. Sin embargo, es oportuno que todo aquel interesado en estos aspectos y con la connotación histórica que reviste para el país un movimiento de la magnitud a la que ha llegado la manifestación actual, se haga bajo la perspectiva de una visión integral y no parcial. Efectuado el alcance por parte de los secundarios, ello debería ser fácil de corregir.

Gran parte del futuro de la educación se juega en la enseñanza básica y media, y no se puede desconocer el impacto que tienen estos niveles en el desempeño de los estudiantes al interior de los planteles universitarios.

Parte importante de la consecuencia social que tienen los problemas de la educación, provienen de los 12 niveles iniciales de la enseñanza (sin considerar la educación parvularia). Es allí donde se incuba la mano de obra barata que va en directa sintonía con el requerimiento de los empresarios para mantener sus negocios en diferentes rubros. No es casual que el empresariado, cuando se habla de subir los tributos, lo vea con desconfianza y admitiría la posibilidad de abrirse ante ello dependiendo de qué se haga con esos recursos, es decir, manda el poder económico. La mano de obra barata es una cuestión totalmente clara y que no ha estado en el tapete de los últimos meses, aunque se sabe que constituye una realidad irrefutable, el monto de sueldo mínimo no es al azar, reside en la estructura a la cual le conviene la mala formación de las personas.

En la últimas semanas en programas dominicales de la televisión se ha invitado a dos senadores, por separado, uno de la Alianza y otro de la Concertación, que han coincidido en una frase que al parecer está de moda en la jerga política y es hacer ver la necesidad de atacar el problema de fondo, con esa visión ya quedan muy consagrados ante los televidentes. Pero es notoria la ausencia de un desarrollo más extenso o a lo menos más preciso sobre cuál es el problema, sus causas, los efectos y la solución.

De manera objetiva, el mayor problema es la desigualdad, que se mide en una posición relativa respecto a la disponibilidad de recursos y como solución de fondo la alternativa es una sola: la transformación social, hito que se encuentra por sobre la movilidad social, esta última frecuentemente tiene un techo.

Ante algo inminente que es llevar a la práctica la transformación social, la educación como un todo tiene un rol primordial. En algunos aspectos es un proceso extenso pero bien acotado, nunca más de 12 años, y hay otras acciones que deben efectuarse en un tiempo mucho menor. Un alumno de carreras universitarias que en promedio se imparten en cinco años, no puede esperar el paso de varias generaciones para que la enseñanza superior tenga cambios positivos. Ello obliga a planear en forma detallada los procesos de transformación, es mucho más que la parte presupuestaria.

Aceptando que la transformación en educación tiene ribetes variados en los tiempos de ejecución, no ocurre lo mismo con los factores que rigen la existencia de la desigualdad. Es necesario, aunque se aprecie como algo simple, recurrir en primer lugar a la autoconciencia para evaluar la distancia que cada uno tiene con el resto de la ciudadanía. Lo que sigue para resolverlo no requiere un alto grado de sentido común para darse cuenta por dónde se debe aplicar la medida más adecuada.

Se agrega a la desigualdad el uso que se le da a los ingresos provenientes de los recursos de todos los chilenos, que deben estar orientados a proveer de equidad y otorgar la importancia debida de contar con una población bien formada. No se trata de proclamar la igualdad de oportunidades cuando a unos se les prepara en función de sus intereses, aptitudes y actitudes, en cambio otros por su condición económica tienen que optar a modalidades de enseñanza que los inserte rápidamente en la vida laboral.

Tampoco hay igualdad de oportunidades cuando los alumnos al finalizar sus estudios tienen la obligación de responder a un endeudamiento con la banca, en cambio otros no tienen la necesidad de optar por esa vía.

A parte del análisis efectuado hasta aquí, hay situaciones que dan cuenta de la ineficacia del Gobierno para enfrentar el tema educacional, lo cual implica falta de voluntad, desconocimiento y la intención de hacer perdurar en el tiempo la situación que impera por larga data:

1. El Presidente habla que ellos están trabajando por la calidad y lo expresa en forma muy tajante, pero como siempre, se hace bajo una indefinición total. Sería muy interesante que con el estilo de Sebastián Piñera, vaya en persona un día completo a un establecimiento privado del sector alto de la capital y junto a sus asesores, más el ministro Bulnes, hagan un levantamiento integral de la totalidad de los factores que determinan calidad, lo lleven a un documento y lo expongan al país.

2. En ausencia de un trabajo por parte del Gobierno como el señalado en el punto anterior, al comenzar el mandato promovían la creación de establecimientos de excelencia al nivel del Instituto Nacional. Sin embargo, en la actualidad, con todas sus características de emblemático, es uno de los que lidera las exigencias del movimiento social por la educación y con un alto índice de rechazo al programa “Salvemos el año escolar”. Situaciones como esta son parte de un establecimiento que esta ad portas de celebrar su bicentenario.

3. Otra muestra de un trabajo mediocre por parte del Gobierno es el programa “Vocación de profesor”. Es cierto que es importante para el mejoramiento de la educación mayor exigencia en la formación docente y si 600 puntos en las pruebas de ingreso es el adecuado, ese debe ser el puntaje de corte. Y es claro que las exigencias de los alumnos que ingresan a estas carreras por mejorar su condición de ejercicio docente futuro, en un entorno de calidad se iniciarían de inmediato. Esto es una prueba del alto nivel relacional que se presenta cuando realmente se quiere emprender una “revolución en educación”, como también proclamaba el Gobierno. En este sentido, también es claro que de manera paralela se deben asimilar al modelo de calidad que eventualmente estaría presentando el Gobierno, los docentes que están actualmente en ejercicio, por supuesto en un entorno de exigencias que deben asumir. También deben coexistir en un medio que incorpore las variables metodológicas que pueda detectar la autoridad si se involucra en el tema de la calidad como propuesta real y no dentro de palabras sin contenido ni significado.

Por cierto, este análisis muestra sólo los elementos preliminares para empezar a dialogar sobre una sociedad justa, pero que debe iniciar su transformación de inmediato. No hay nada que esperar.

Sin caer en una actitud pesimista, creo que al menos con el actual gobierno no es fácil avanzar, ya que inevitablemente hay un choque de doctrinas de modelo de sociedad que incluso ponen en jaque la actual institucionalidad por la cuota de responsabilidad que les cabe en los últimos 38 años de historia. En la actualidad, todavía en el Parlamento hay congresistas que entraron sin ningún voto y con una Constitución creada en pleno gobierno militar. Desde La Moneda, se hace un plan de salvataje que va más allá de los temas presupuestarios, nunca contaban que aparecería una tercera fuerza en la sociedad que es la ciudadanía. En esas condiciones, tratan de “inyectar oxígeno a la vena” a la Concertación y revivirla para tener con quien hablar, en circunstancias que más de algún parlamentario concertacionista la ha dado por muerta. Pero en fin, hay un ministro que seguramente ahora más que nunca todavía sostiene encuentros con el autor de la Constitución, por lo cual no es de extrañar las comunicaciones con muertos vivos.

Por último, cada vez que Piñera hace alusión a que la violencia no es el camino para conseguir cosas, le recuerdo que el modelo imperante en el país a su cargo viene enraizado de métodos mucho más violentos en que se utilizaron a destajo recursos del Estado. Siempre se termina en que la historia del país está toda relacionada, partimos hablando de educación y a poco andar llegamos a temas de sociedad, de las relaciones económicas de los individuos y en el fondo también se deslizó lo moral.

Luis Osorio

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

Envíanos tu carta al director a: radio@uchile.cl