Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 29 de marzo de 2024


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¿Dónde quedó la excelencia?


Viernes 16 de diciembre 2011 11:27 hrs.


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El día 27 de enero del 2011 se efectuó la despedida del emblemático edificio, mas de doscientos ex –alumnos de las Escuelas N° 1 y N° 9 irradiaban de felicidad, en forma espontanea sus himnos retumbaron en el salón,  por fin se daba inicio a tan postergado anhelo, en la oportunidad me tocó en representación de los  ex – alumnos de la Escuela N° 1 Domingo Santa María pronunciar unas palabras de despedida que reproduzco a continuación.

“Bienaventurados los mansos, los que se esmeran por  cumplir sus promesas; los timoratos, los que se burlan del pueblo y dilatan sus necesidades, tarde o temprano son enviados al desván de la historia.

Bienaventurados los que confían en el hombre, los que creen que es posible recuperar la educación pública, donde no se segrega al ser humano y es cuna democrática que da estabilidad a la nación, ellos estarán a la diestra del Creador en la hora final.

No se encuentran con nosotros los profesores René Cárcamo, Faud Asserella y la profesora Aída Banchero, ya han partido al mas allá, que este acto borre la afrenta de ver a su colegio diezmado. Siempre los recordaremos, ojala ningún otro parta con la desilusión, por eso urge nuestro colegio.

Con esto los ex – alumnos dan por finalizada su despedida, quedando agradecidos por su presencia, sabemos que este esfuerzo es para los niños,  que son el futuro y esperanza de la nación, también de la señora Intendenta, quién tiene el coraje y la valentía de liderar este proyecto, estoy seguro que con este proyecto mas cariño tendrá por esta tierra que la ha acogido con generosidad.”

Posteriormente se dio inicio a la demolición, la que fue supervisada el día 2 de Marzo por el ex – Ministro de Educación Joaquín Lavín, quién ante la prensa anunció que para Marzo del 2012, se iniciarían las clases, bajo la modalidad de escuelas básicas Domingo Santa María y Javiera Carrera más el Liceo Bicentenario de su creación.

Una vez finalizada la demolición la empresa constructora detuvo las obras porque encontró que el suelo era diferente al señalado en el proyecto, con lo que la obra que debía ser entregada ahora para el 21 de Diciembre del 2011 no ha avanzado un milímetro.

Estos hechos demuestran lo siguiente.

Primero la incapacidad evidente del Estado para construir liceos y escuelas de carácter público, se destruyo por completo la entidad que tenía para estos efectos como fue la Sociedad Constructora de Establecimientos Educacionales , entidad creada el año 1937 en los patios de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica, bajó el gobierno de Arturo Alessandri Palma.

No tan sólo sufre la Escuela Santa María, sino a nivel nacional se muestra esta ineficiencia, como lo demuestra las penurias que tiene  el liceo José Domingo Latrille de Tocopilla también abatido por un terremoto y los liceos de la zona Sur destruidos por el terremoto del 2010, se puede afirmar sin temor a equivocarse que el Estado no dispone de una entidad que garantice la construcción de escuelas y liceos, donde la educación se pueda realizar con decencia.

Segundo, no hay en las autoridades un claro interés en fortalecer la educación pública, se quiere continuar con un modelo donde se privilegia la educación particular subvencionada, no se quiere reconocer que este sistema ha producido una profunda segregación que tarde o temprano va a ser inconveniente para el país, que se gana con arrinconar  e ignorar a las personas de mas bajos recursos, cualquier cosa menos la paz social.

Tercero, no se quiere reconocer la historia del país, cuando aún no se enfriaban los cañones de la guerra del Pacifico el ex – presidente Domingo Santa María mando a fundar la Escuela N° 1 para garantizar la nacionalidad a pesar de ya existía el Colegio Inglés, esta escuela fue destruida por un incendio en el año 1929 y fue reconstruida en tiempos de crisis del salitre en 1933 bajo el mandato del ex – Presidente Arturo Alessandri Palma, quién además creo mas de cien escuelas y le dio educación a 80.000 nuevos educandos. Hoy cuando el país está en plena bonanza económica y se da el lujo de hasta bonificar al país mas poderoso del mundo, tropieza en rescatar la historia del país.

Hace 80 años cuando no existía la calculadora y menos el computador, en el mismo terreno se entregaba una obra majestuosa para el país, con la técnica imperante a nivel mundial de Art Decó; la historia es cíclica y se puede decir que hemos avanzado en modernidad pero no en chilenidad.

Cuarto, la municipalización de la educación ha sido un fracaso y en este caso rotundo, dos escuelas con mas de dos mil alumnos  se han reducido a doscientas, se ha diezmado a los profesores, su planta directiva también ha cambiado y al no tener la municipalidad una capacidad logística, por consecuencia del terremoto han debido deambular por varios colegios en la ciudad en calidad de allegados.

Por eso llama la atención cuando la prensa entrevista a modernos progresistas que pretenden ignorar la historia y hasta justifican la no reconstrucción de la escuela, planteando falsos dilemas que lo único que demuestran es la incapacidad que tienen para ejercer sus funciones. Sin mayor análisis de la historia asumen la eliminación de la primera escuela en la región, quizás si estuvieran en Santiago ante un dilema semejante pedirían la eliminación del Instituto Nacional; han completado el golpe que significo para el colegio el cambio de denominación de  N° 1 a F – 71 en tiempos de dictadura.

Ante el falso dilema que se plantea, escuela o museo, siempre he dicho que los mismos obreros brutalmente masacrados, pedirían escuela, porque es con educación como crecen los países y estaba dentro de sus peticiones.

Yo me pregunto que pensara el senador Orpis ya avecindado en la zona que no se pronuncia, porque no toma el camino de su ex – colega, el león de Tarapacá quién gracias hacia su esfuerzo por la educación tiene un bien ganado lugar en el principal jardín de la Patria, al contrario su actuación en el senado no es para garantizar una educación pública de calidad y su combate contra las drogas de nada sirve, sino se educa a los sectores mas permeables al flagelo de la droga.

Que la ingratitud es inherente a los chilenos, no es una novedad es algo que desde los tiempos de O’Higgins  se practica, muchos iquiqueños han alcanzado elevados cargos y olvidan su pasado, el Obispo Marco Antonio Ordenes también se educó en el establecimiento tampoco se pronuncia con fuerza, es mas hasta se ha visto favorecido, ya que el colegio Obispo Labbé ha florecido y ha ocupado hasta el privilegio de recibir a los primeros ciudadanos, función también detentada por la Escuela Santa María.

Sin duda que la reconstrucción de la Escuela Santa María es una papa caliente para los políticos, hasta el eterno ex – alcalde y repostulante  Jorge Soria evita referirse al tema.

Lo mismo debe pasar, para el ahora Ministro de Planificación Joaquín Lavín o para el ministro Golborne quién dijo que  todavía estaba dentro de los plazos, lo que sucedió  con los ministros de Bachelet, en un principio acudían a fotografiarse junto a la maqueta, luego cuando la cosa tuvo mal olor ni siquiera se acercaban.

Acudí de buena fe al acto de despedida del colegio, junto a mis compañeros , ex – alumnos y  el diputado Gutiérrez, siempre he tenido la esperanza de que este puede ser nuevamente un país de hermanos y nadie puede desearle que a este gobierno le vaya mal, menos en este tema, sería una deslealtad con mi madre que me mando a estudiar, con mis profesores con quienes mantengo una entrañable amistad y he tenido la desdicha de ver partir a mi primera profesora iris Morales con la desesperanza de no ver concluida la reconstrucción; si tengo derecho de preguntarles a las actuales autoridades ¿ Donde quedó la excelencia?

Iván Cardemil
Ex – alumno Escuela N° 1 Domingo Santa María de Iquique

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