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Uruguay, primer país de Sudamérica en legalizar el aborto

El Senado uruguayo dio el miércoles sanción definitiva a una ley que legaliza la interrupción del embarazo durante las primeras 12 semanas de gestación bajo ciertas condiciones. El presidente José Mujica anticipó que no vetará la nueva normativa, que genera descontento tanto entre quienes defienden la despenalización del aborto como entre los que se oponen a la medida.

RFI

  Jueves 18 de octubre 2012 10:53 hrs. 
ABORTO URUGUAY

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Uruguay se convirtió el miércoles en el primer país de Sudamérica, y en el segundo de Latinoamérica -después de Cuba- en despenalizar el aborto a nivel nacional (la interrupción del embarazo es también legal en Ciudad de México, Guyana y Puerto Rico).

La sanción definitiva de la ley en el Senado uruguayo contó con el apoyo de 17 votos de 31, con el respaldo de los 16 legisladores del gobernante Frente Amplio (FA, izquierda) y del senador Jorge Saravia, ex integrante del FA y que actualmente milita en el opositor Partido Nacional.

La ley, que será promulgada por el presidente José ‘Pepe’ Mujica, habilita la posibilidad el aborto durante las primeras 12 semanas de gestación y bajo ciertas condiciones: la mujer que quiera hacerlo deberá entrevistarse con un equipo interdisciplinario que le informará sobre los riesgos, las alternativas, los programas de apoyo a la maternidad y los de adopción.

Como excepción, se autorizaría el aborto cuando el embarazo implique un grave riesgo para la salud de la mujer, cuando haya malformaciones incompatibles con la vida extrauterina o cuando el embarazo sea producto de una violación, en ese caso dentro de las 14 semanas de gestación.

Por último, si la mujer no cumple con los trámites y se realiza un aborto podrá ser penalizada según los términos de una ley vigente desde 1938, que pena con tres a nueve meses de prisión a la mujer que permita la práctica y con seis a 24 meses a quien colabore con el acto abortivo.

La normativa no satisface ni a los grupos que se oponen a la despenalización del aborto ni a quienes defienden su legalización, que aseguran que la ley no garantiza a la mujer el poder decidir libremente.

La redactora de dos proyectos anteriores, la senadora oficialista Mónica Xavier, estimó que la sociedad civil que encabezó una “larga lucha por lograr la autonomía de las mujeres sobre su propio cuerpo hoy siente un cierto grado de insatisfacción”.

En el mismo sentido, María José Scaniello, integrante de CLADEM-Uruguay, red feminista que defiende los derechos de la mujer, dijo que tiene “sentimientos contradictorios” pero que es “un avance muy grande en el acceso de las mujeres a un aborto seguro”.

La oposición ya anunció su intención de derogar la ley a través de un referendo. Horas después de la aprobación el diputado nacionalista, Pablo Abdala, indicó a una radio local que el jueves junto a otros legisladores de su partido lanzará una campaña que buscará firmas para alcanzar una consulta para dejar sin efecto la nueva ley.

Actualmente, los abortos en Uruguay son difíciles de contabilizar por su carácter clandestino, pero según datos de organizaciones no gubernamentales en este país de 3,4 millones de habitantes se registran más de 30.000 abortos por año, frente a unos 47 mil nacimientos.

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