Este lunes comenzó en el séptimo Tribunal Oral en lo Penal, el juicio contra Hans Niemeyer, formalizado por fabricación y colocación de bombas. El sociólogo rehusó de hablar en esta jornada acogiéndose a su derecho de guardar silencio: “No tengo nada que decir”, indicó al ser consultado.
Específicamente, se investiga su participación en el atentado a una sucursal del Banco BCI, el 30 de noviembre de 2011 en Macul. También se vincula su eventual rol en tres bombas colocadas en Las Condes y Vitacura, una de ellas frente al memorial de Jaime Guzmán.
El fiscal Héctor Barros aseguró que pretenden demostrar con las pruebas, documentos y testimonios que “Niemeyer tuvo un ánimo terrorista al momento de fabricar y colocar los artefactos explosivos”.
El Fiscal Regional Sur, Raúl Guzmán, uno de los persecutores, señaló que existiría relación entre los explosivos colocados en los distintos atentados, sumando a ello las pruebas biológicas que vinculan a Niemeyer con la bomba instalada en Macul.
“Hay similitud entre ellos, entonces puede establecerse que existe origen en la misma fuente. Esa fabricación queda demostrada al encontrarse restos biológicos en el armado de uno de los artefactos, que sólo se puede llegar ahí si se participó en su fabricación”, dijo.
Sobre la calidad de terrorista en los delitos cometidos, el fiscal Guzmán indicó que los motivos para instalar estos artefactos justifican esta calificación: “Es uno de los argumentos señalar la calidad de delito terrorista. Esperamos que con las pruebas se pueda determinar la finalidad de un delito terrorista, fundir temor en una parte de ella a ser víctima de un delito de la misma especie. Sobre todo en atención a la naturaleza de los elementos empleados para cometerse”.
A juicio del abogado de la defensa, Julio Cortés, las evidencias están manipuladas y hay problemas de objetividad por parte de la Fiscalía, una contradicción que revela un proceso falto de transparencia.
“Hay contradicciones importantes entre lo que dicen los funcionarios aprensores ahora y lo que dijeron en su momento, y tratan de repararlo por vía de la declaración de este momento. Contrastado con lo que dijeron y está escrito, hay tres puntos de diferencia: la cantidad de personas que había en la calle, la dirección en que iban y el momento que ven a Hans Niemeyer. En ese sentido, se cumple lo que decimos, que no es una detención tan transparente como se intentó hacer creer”, indicó.
El abogado Carlos Fairlie, representante de la Fundación Jaime Guzmán y querellante en la causa contra de Niemeyer, anunció que presentaría un informe de la Embajada de Estados Unidos, donde relaciona antecedentes del atentado a la maratón de Boston, el pasado 15 de abril, que permitirán justificar la condición terrorista en la actitud del sociólogo.
Al respecto, Cortés indicó que hay desesperación por fijar un precedente terrorista: “En la región Metropolitana han fracasado tres veces en esta intención. Parece que este caso es el último experimento tratando que resulte la imputación de delito terrorista. Informaba El Mercurio que, según fuentes de Fiscalía, el resultado de este juicio definirá si insisten en delito terrorista o sólo infracción a la ley de control de armas. Ese escenario juega en contra de ellos, por eso se comprende que algunos argumentos parezcan desesperados”.
Cortés recordó que es el cuarto intento de la fiscalía Sur de imputar una condena por delito terrorista, luego de la absolución del Caso Bombas, la condena por delito común de Luciano Pitronello, y el reciente fallo absolutorio a Carla Verdugo.
Este lunes comenzó en el séptimo Tribunal Oral en lo Penal, el juicio contra Hans Niemeyer, formalizado por fabricación y colocación de bombas. El sociólogo rehusó de hablar en esta jornada acogiéndose a su derecho de guardar silencio: “No tengo nada que decir”, indicó al ser consultado.
Específicamente, se investiga su participación en el atentado a una sucursal del Banco BCI, el 30 de noviembre de 2011 en Macul. También se vincula su eventual rol en tres bombas colocadas en Las Condes y Vitacura, una de ellas frente al memorial de Jaime Guzmán.
El fiscal Héctor Barros aseguró que pretenden demostrar con las pruebas, documentos y testimonios que “Niemeyer tuvo un ánimo terrorista al momento de fabricar y colocar los artefactos explosivos”.
El Fiscal Regional Sur, Raúl Guzmán, uno de los persecutores, señaló que existiría relación entre los explosivos colocados en los distintos atentados, sumando a ello las pruebas biológicas que vinculan a Niemeyer con la bomba instalada en Macul.
“Hay similitud entre ellos, entonces puede establecerse que existe origen en la misma fuente. Esa fabricación queda demostrada al encontrarse restos biológicos en el armado de uno de los artefactos, que sólo se puede llegar ahí si se participó en su fabricación”, dijo.
Sobre la calidad de terrorista en los delitos cometidos, el fiscal Guzmán indicó que los motivos para instalar estos artefactos justifican esta calificación: “Es uno de los argumentos señalar la calidad de delito terrorista. Esperamos que con las pruebas se pueda determinar la finalidad de un delito terrorista, fundir temor en una parte de ella a ser víctima de un delito de la misma especie. Sobre todo en atención a la naturaleza de los elementos empleados para cometerse”.
A juicio del abogado de la defensa, Julio Cortés, las evidencias están manipuladas y hay problemas de objetividad por parte de la Fiscalía, una contradicción que revela un proceso falto de transparencia.
“Hay contradicciones importantes entre lo que dicen los funcionarios aprensores ahora y lo que dijeron en su momento, y tratan de repararlo por vía de la declaración de este momento. Contrastado con lo que dijeron y está escrito, hay tres puntos de diferencia: la cantidad de personas que había en la calle, la dirección en que iban y el momento que ven a Hans Niemeyer. En ese sentido, se cumple lo que decimos, que no es una detención tan transparente como se intentó hacer creer”, indicó.
El abogado Carlos Fairlie, representante de la Fundación Jaime Guzmán y querellante en la causa contra de Niemeyer, anunció que presentaría un informe de la Embajada de Estados Unidos, donde relaciona antecedentes del atentado a la maratón de Boston, el pasado 15 de abril, que permitirán justificar la condición terrorista en la actitud del sociólogo.
Al respecto, Cortés indicó que hay desesperación por fijar un precedente terrorista: “En la región Metropolitana han fracasado tres veces en esta intención. Parece que este caso es el último experimento tratando que resulte la imputación de delito terrorista. Informaba El Mercurio que, según fuentes de Fiscalía, el resultado de este juicio definirá si insisten en delito terrorista o sólo infracción a la ley de control de armas. Ese escenario juega en contra de ellos, por eso se comprende que algunos argumentos parezcan desesperados”.
Cortés recordó que es el cuarto intento de la fiscalía Sur de imputar una condena por delito terrorista, luego de la absolución del Caso Bombas, la condena por delito común de Luciano Pitronello, y el reciente fallo absolutorio a Carla Verdugo.
Este lunes comenzó en el séptimo Tribunal Oral en lo Penal, el juicio contra Hans Niemeyer, formalizado por fabricación y colocación de bombas. El sociólogo rehusó de hablar en esta jornada acogiéndose a su derecho de guardar silencio: “No tengo nada que decir”, indicó al ser consultado.
Específicamente, se investiga su participación en el atentado a una sucursal del Banco BCI, el 30 de noviembre de 2011 en Macul. También se vincula su eventual rol en tres bombas colocadas en Las Condes y Vitacura, una de ellas frente al memorial de Jaime Guzmán.
El fiscal Héctor Barros aseguró que pretenden demostrar con las pruebas, documentos y testimonios que “Niemeyer tuvo un ánimo terrorista al momento de fabricar y colocar los artefactos explosivos”.
El Fiscal Regional Sur, Raúl Guzmán, uno de los persecutores, señaló que existiría relación entre los explosivos colocados en los distintos atentados, sumando a ello las pruebas biológicas que vinculan a Niemeyer con la bomba instalada en Macul.
“Hay similitud entre ellos, entonces puede establecerse que existe origen en la misma fuente. Esa fabricación queda demostrada al encontrarse restos biológicos en el armado de uno de los artefactos, que sólo se puede llegar ahí si se participó en su fabricación”, dijo.
Sobre la calidad de terrorista en los delitos cometidos, el fiscal Guzmán indicó que los motivos para instalar estos artefactos justifican esta calificación: “Es uno de los argumentos señalar la calidad de delito terrorista. Esperamos que con las pruebas se pueda determinar la finalidad de un delito terrorista, fundir temor en una parte de ella a ser víctima de un delito de la misma especie. Sobre todo en atención a la naturaleza de los elementos empleados para cometerse”.
A juicio del abogado de la defensa, Julio Cortés, las evidencias están manipuladas y hay problemas de objetividad por parte de la Fiscalía, una contradicción que revela un proceso falto de transparencia.
“Hay contradicciones importantes entre lo que dicen los funcionarios aprensores ahora y lo que dijeron en su momento, y tratan de repararlo por vía de la declaración de este momento. Contrastado con lo que dijeron y está escrito, hay tres puntos de diferencia: la cantidad de personas que había en la calle, la dirección en que iban y el momento que ven a Hans Niemeyer. En ese sentido, se cumple lo que decimos, que no es una detención tan transparente como se intentó hacer creer”, indicó.
El abogado Carlos Fairlie, representante de la Fundación Jaime Guzmán y querellante en la causa contra de Niemeyer, anunció que presentaría un informe de la Embajada de Estados Unidos, donde relaciona antecedentes del atentado a la maratón de Boston, el pasado 15 de abril, que permitirán justificar la condición terrorista en la actitud del sociólogo.
Al respecto, Cortés indicó que hay desesperación por fijar un precedente terrorista: “En la región Metropolitana han fracasado tres veces en esta intención. Parece que este caso es el último experimento tratando que resulte la imputación de delito terrorista. Informaba El Mercurio que, según fuentes de Fiscalía, el resultado de este juicio definirá si insisten en delito terrorista o sólo infracción a la ley de control de armas. Ese escenario juega en contra de ellos, por eso se comprende que algunos argumentos parezcan desesperados”.
Cortés recordó que es el cuarto intento de la fiscalía Sur de imputar una condena por delito terrorista, luego de la absolución del Caso Bombas, la condena por delito común de Luciano Pitronello, y el reciente fallo absolutorio a Carla Verdugo.
