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Economía

Más vale prevenir…

Columna de opinión por Roberto Meza
Martes 25 de junio 2013 13:14 hrs.


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Como hemos señalado en comentarios anteriores, la fase de expansión acelerada de China y de violenta ampliación de la masa monetaria impulsada por los grandes bancos centrales del mundo está terminando, lo que ralentizará la economía mundial y, de paso, afectará el ritmo de crecimiento de economías emergentes como la chilena.

En su reunión de política monetaria de la semana pasada, la FED dijo que hacia fines de este año comenzará el retiro del estímulo monetario mensual de US$ 85 mil millones que estaba aplicando para enfrentar el desempleo en EE.UU., debilitando el dólar, pero mejorando, de paso, la posición competitiva de sus exportaciones. Un 44% de los economistas encuestados por Bloomberg estimó que, en la oportunidad, la FED lo recortará en unos US$ 20 mil millones, para quedar en US$ 65 mil millones al mes.

Con un nivel de liquidez mundial récord, los grandes inversionistas tienen enormes carteras internacionales para ajustar, por lo que, junto con ir abandonando actuales posiciones, inevitablemente arrastrarán los precios de diversos activos a la baja. El ex sub secretario del Tesoro de EE.UU., Paul Craig, dijo que sospechaba que la razón del citado anuncio de la FED sería aliviar la presión sobre el dólar de EE.UU., desvalorizado frente a otras divisas, luego que la Reserva fuera aumentando la cantidad de billetes verdes en la economía desde US$ 800 mil millones a US$ 3,2 millones de millones. Craig recuerda que la FED ha estado imprimiendo US$ 1 millón de millones de nuevos dólares anuales. Pero no hay demanda, dice, (porque esos dólares han ido a subsanar balances de los mega bancos en problemas desde 2008) siendo dichos dólares los que han inflado los precios de acciones y bonos en Wall Street, en vez del consumo, razón por la que la hiper-liquidez no se transforma todavía en inflación, mejora la posición patrimonial de los bancos, pero sin que en la economía real haya prosperado.

Las consecuencias para el tipo de cambio dólar en los mercados de divisas es que con una oferta creciendo más rápido que la demanda, la FED podría perder el control, pues el aumento de los precios de importación debido a la debilidad del dólar, podría impulsar la inflación doméstica y con ello, tasas de interés más altas que las deseadas por la Reserva Federal.

Craig agrega que Washington ha conseguido que Japón y la UE impriman más yenes y euros con el fin de eliminar la posibilidad de migración de los capitales hacia otras monedas duras. Las naciones más pequeñas también han tenido que imprimir más dinero con el fin de proteger sus mercados de exportación del fortalecimiento de sus monedas locales. Con tantos países imprimiendo papeles, dice Craig, la declaración de la FED de que EE.UU. detendrá la impresión, fortalece al dólar y, de hecho, la divisa subió en los mercados de cambio mundiales y también en Chile.

Si se agrega a este proceso de ajuste un menor dinamismo chino, la situación para los próximos meses se complicará para naciones que, como Chile, tienen la mitad de sus ingresos en exportaciones como el cobre, cuyo valor, como hemos visto, está buscando un piso inferior a US$ 3 la libra (mientras los costos aumentan a US$ 2,2). Las últimas señales en China acrecientan el temor de que su caída sea un “aterrizaje forzoso”, más que una desaceleración moderada. Por de pronto, el índice anticipado de gerentes de compra de HSBC y Markit bajó a 48,2 puntos en junio, respecto de la cifra definitiva de 49,2 puntos de mayo, alejándose aún más del umbral de 50 puntos que divide a la expansión de la contracción, y por debajo de los 49,1 puntos estimados por los economistas consultados por Bloomberg, el nivel más bajo desde septiembre de 2012 y luego de tres meses de consecutivos descensos. La manufactura china está presionada a la baja por la menor demanda externa, moderada demanda interna y la decisión de disminuir stocks con altos costos financieros.

Y aunque en EE.UU. las cifras de manufacturas y ventas de viviendas usadas fueron positivas, aquellas reforzaron las expectativas de que la FED reducirá el estímulo monetario (QE3), mientras que, confirmando el cambio de escenario, el banco Goldman Sachs dijo que la fase en la que los mercados emergentes superaron a los desarrollados “probablemente ha terminado”.

En efecto, desde la caída de Lehman Brothers, casi US$ 4 millones de millones fluyeron desde EE.UU. hacia los mercados emergentes, más rentables. Pero según EPFR Global, hacia mediados de junio los fondos que invierten en dichos mercados han perdido US$ 1.900 millones; otros US$ 5.600 millones se han retirado de la bolsa de Brasil y US$ 3.200 millones de India, buscando oportunidades en los redivivos precios de las acciones del Dow Jones, razón por la que Bank of America recomendó a sus clientes comprar coberturas para bonos corporativos, previendo migraciones masivas de capitales. Según Dominic Wilson, economista de Goldman Sachs, las cinco tendencias que impulsaron los flujos hacia naciones emergentes (crecimiento de los BRIC, alza de los commodities, mejora en las finanzas fiscales, menor inflación y caída en rendimientos de los bonos de EE.UU.) se están revirtiendo. Y aunque los bonos del Tesoro de EE.UU. siguen bajos en términos históricos, a 10 años, la semana pasada alcanzaron su nivel más alto en 22 meses, mientras que la renta del bono a 30 años superó el nivel de 3,5% por primera vez desde septiembre de 2011. La tendencia augura alza de las tasas de créditos hipotecarios, lo que consolidará la lenta recuperación del crecimiento norteamericano.

Con EE.UU. y China a paso cansino y Europa en recesión, los precios de los commodities caerán, entre ellos el cobre, reduciendo la recaudación fiscal chilena nde utilidades del metal rojo, el ritmo de crecimiento de la economía, bajará la inversión y la recaudación de impuestos, haciendo difícil la gestión socio-económica del próximo Gobierno, dada la explosión de expectativas desatadas por el proceso eleccionario, en el que los aspirantes a la Presidencia debieran comenzar a poner su capital político más a disposición de un mayor criterio preventivo que expansivo, respecto de los tiempos que se avecinan.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.