Una torre de 33 pisos con 6 subterráneos es lo que se pretende construir justo en la intersección de las calles Morandé con Rosas, en pleno centro de Santiago. Su edificación pasaría desapercibida si no fuera porque se realizará encima de un inmueble con categoría de conservación histórica.
El edificio de color rojo, con cuatro niveles y un torreón para marcar la esquina se levantó en 1909, y es una de las figuras representativas de la influencia neoclásica francesa de comienzo del siglo XX. Sin embargo, está en peligro de derrumbe por la concesión que se otorgó a la inmobiliaria de Max Marambio el 25 de enero de 2008, según se informó.
El problema es que la categoría de conservación se entregó 4 meses después, el 26 de mayo del mismo año, por lo que la empresa está en su derecho de demoler si así lo desea.
En ese contexto, la alcaldesa de Santiago Carolina Tohá, se reunió con organizaciones de la sociedad civil y arquitectos para declarar públicamente su rechazo a esta intervención. En la ocasión la edil manifestó que “todos los esfuerzos que se hagan son impotentes, porque a la fecha no existen las herramientas legales para llevarlos a cabo”. Además, contó que se han comunicado con los actuales dueños para lograr un acuerdo de recuperación del inmueble, y así evitar la destrucción, pero no han tenido respuesta favorable.
Tohá manifestó que “aquí queremos hacer un llamado respecto a este patrimonio que está amenazado y que hoy nuestra legislación no nos entrega las herramientas para defenderlo. Estamos también ingresando un expediente para que se le declare Monumento Nacional en el Consejo de Monumentos Nacionales, pero eso por sí sólo tampoco garantiza impedir que se desarrollo la demolición”.
Ley de Monumentos Nacionales de 1925
Otro edificio en situación similar es el archivo judicial. Sitio que no tiene protección, ni es considerado inmueble histórico, pero que en su interior conserva importantes frescos que no han sido considerados.
La Presidenta de la Comisión de Patrimonio y Urbanismo del Consejo de la Sociedad Civil, Rosario Carvajal, señaló que todo el problema radica en la falta de políticas públicas. “Aquí hay un problema de fondo, no existe política en el ámbito patrimonial en Chile”.
La miembro de la organización del barrio Yungay, dijo que “necesitamos con urgencia una ley de patrimonio, porque en estos momentos tenemos una ley de monumentos que data de 1925, muy buena propuesta para esa época, de avanzada, pero que está absolutamente desfasada con las necesidades y miradas del patrimonio del siglo XXI. Y necesitamos que esta ley sea con participación ciudadana vinculante de las organizaciones y vecinos que habitan estas zonas y también con una inyección de recursos y fiscalización”.
Patrimonio de Santiago
El municipio de Santiago tiene 18 zonas típicas, 76 monumentos históricos, 12 zonas de conservación y 918 inmuebles de conservación patrimonial. Estas cifras se quieren aumentar y, además, declarar 3 nuevas zonas del estilo: el sector de Matta sur, la población Huemul y la zona típica obrera y ferroviaria de San Eugenio.
La encargada de patrimonio en la Municipalidad de Santiago, Mireya Danilo, explicó que se proyecta continuar con la protección de las áreas de resguardo y conservación, lo que implicaría mejor la protección a estos lugares. “Ya hay un universo importante de edificios y áreas protegidas por la Ley de Monumentos Nacionales y por el Plan Regulador Comunal. El primero es protección nacional; el segundo, protección local. Si nos va bien con la aprobación de todo el plan regulador Matta Sur, los inmuebles y zonas de conservación histórica de los municipios suben mucho, y eso sería a fines de diciembre, y el nivel de protección sería alto y consistiría en que se debe pedir autorización para intervenirlo”.
En la ocasión se anunció que se realizará un catastro de patrimonio comunal en peligro y se solicitó legislar para incentivar a los dueños de estos bienes a conservarlos con ayuda pública.
Una torre de 33 pisos con 6 subterráneos es lo que se pretende construir justo en la intersección de las calles Morandé con Rosas, en pleno centro de Santiago. Su edificación pasaría desapercibida si no fuera porque se realizará encima de un inmueble con categoría de conservación histórica.
El edificio de color rojo, con cuatro niveles y un torreón para marcar la esquina se levantó en 1909, y es una de las figuras representativas de la influencia neoclásica francesa de comienzo del siglo XX. Sin embargo, está en peligro de derrumbe por la concesión que se otorgó a la inmobiliaria de Max Marambio el 25 de enero de 2008, según se informó.
El problema es que la categoría de conservación se entregó 4 meses después, el 26 de mayo del mismo año, por lo que la empresa está en su derecho de demoler si así lo desea.
En ese contexto, la alcaldesa de Santiago Carolina Tohá, se reunió con organizaciones de la sociedad civil y arquitectos para declarar públicamente su rechazo a esta intervención. En la ocasión la edil manifestó que “todos los esfuerzos que se hagan son impotentes, porque a la fecha no existen las herramientas legales para llevarlos a cabo”. Además, contó que se han comunicado con los actuales dueños para lograr un acuerdo de recuperación del inmueble, y así evitar la destrucción, pero no han tenido respuesta favorable.
Tohá manifestó que “aquí queremos hacer un llamado respecto a este patrimonio que está amenazado y que hoy nuestra legislación no nos entrega las herramientas para defenderlo. Estamos también ingresando un expediente para que se le declare Monumento Nacional en el Consejo de Monumentos Nacionales, pero eso por sí sólo tampoco garantiza impedir que se desarrollo la demolición”.
Ley de Monumentos Nacionales de 1925
Otro edificio en situación similar es el archivo judicial. Sitio que no tiene protección, ni es considerado inmueble histórico, pero que en su interior conserva importantes frescos que no han sido considerados.
La Presidenta de la Comisión de Patrimonio y Urbanismo del Consejo de la Sociedad Civil, Rosario Carvajal, señaló que todo el problema radica en la falta de políticas públicas. “Aquí hay un problema de fondo, no existe política en el ámbito patrimonial en Chile”.
La miembro de la organización del barrio Yungay, dijo que “necesitamos con urgencia una ley de patrimonio, porque en estos momentos tenemos una ley de monumentos que data de 1925, muy buena propuesta para esa época, de avanzada, pero que está absolutamente desfasada con las necesidades y miradas del patrimonio del siglo XXI. Y necesitamos que esta ley sea con participación ciudadana vinculante de las organizaciones y vecinos que habitan estas zonas y también con una inyección de recursos y fiscalización”.
Patrimonio de Santiago
El municipio de Santiago tiene 18 zonas típicas, 76 monumentos históricos, 12 zonas de conservación y 918 inmuebles de conservación patrimonial. Estas cifras se quieren aumentar y, además, declarar 3 nuevas zonas del estilo: el sector de Matta sur, la población Huemul y la zona típica obrera y ferroviaria de San Eugenio.
La encargada de patrimonio en la Municipalidad de Santiago, Mireya Danilo, explicó que se proyecta continuar con la protección de las áreas de resguardo y conservación, lo que implicaría mejor la protección a estos lugares. “Ya hay un universo importante de edificios y áreas protegidas por la Ley de Monumentos Nacionales y por el Plan Regulador Comunal. El primero es protección nacional; el segundo, protección local. Si nos va bien con la aprobación de todo el plan regulador Matta Sur, los inmuebles y zonas de conservación histórica de los municipios suben mucho, y eso sería a fines de diciembre, y el nivel de protección sería alto y consistiría en que se debe pedir autorización para intervenirlo”.
En la ocasión se anunció que se realizará un catastro de patrimonio comunal en peligro y se solicitó legislar para incentivar a los dueños de estos bienes a conservarlos con ayuda pública.
Una torre de 33 pisos con 6 subterráneos es lo que se pretende construir justo en la intersección de las calles Morandé con Rosas, en pleno centro de Santiago. Su edificación pasaría desapercibida si no fuera porque se realizará encima de un inmueble con categoría de conservación histórica.
El edificio de color rojo, con cuatro niveles y un torreón para marcar la esquina se levantó en 1909, y es una de las figuras representativas de la influencia neoclásica francesa de comienzo del siglo XX. Sin embargo, está en peligro de derrumbe por la concesión que se otorgó a la inmobiliaria de Max Marambio el 25 de enero de 2008, según se informó.
El problema es que la categoría de conservación se entregó 4 meses después, el 26 de mayo del mismo año, por lo que la empresa está en su derecho de demoler si así lo desea.
En ese contexto, la alcaldesa de Santiago Carolina Tohá, se reunió con organizaciones de la sociedad civil y arquitectos para declarar públicamente su rechazo a esta intervención. En la ocasión la edil manifestó que “todos los esfuerzos que se hagan son impotentes, porque a la fecha no existen las herramientas legales para llevarlos a cabo”. Además, contó que se han comunicado con los actuales dueños para lograr un acuerdo de recuperación del inmueble, y así evitar la destrucción, pero no han tenido respuesta favorable.
Tohá manifestó que “aquí queremos hacer un llamado respecto a este patrimonio que está amenazado y que hoy nuestra legislación no nos entrega las herramientas para defenderlo. Estamos también ingresando un expediente para que se le declare Monumento Nacional en el Consejo de Monumentos Nacionales, pero eso por sí sólo tampoco garantiza impedir que se desarrollo la demolición”.
Ley de Monumentos Nacionales de 1925
Otro edificio en situación similar es el archivo judicial. Sitio que no tiene protección, ni es considerado inmueble histórico, pero que en su interior conserva importantes frescos que no han sido considerados.
La Presidenta de la Comisión de Patrimonio y Urbanismo del Consejo de la Sociedad Civil, Rosario Carvajal, señaló que todo el problema radica en la falta de políticas públicas. “Aquí hay un problema de fondo, no existe política en el ámbito patrimonial en Chile”.
La miembro de la organización del barrio Yungay, dijo que “necesitamos con urgencia una ley de patrimonio, porque en estos momentos tenemos una ley de monumentos que data de 1925, muy buena propuesta para esa época, de avanzada, pero que está absolutamente desfasada con las necesidades y miradas del patrimonio del siglo XXI. Y necesitamos que esta ley sea con participación ciudadana vinculante de las organizaciones y vecinos que habitan estas zonas y también con una inyección de recursos y fiscalización”.
Patrimonio de Santiago
El municipio de Santiago tiene 18 zonas típicas, 76 monumentos históricos, 12 zonas de conservación y 918 inmuebles de conservación patrimonial. Estas cifras se quieren aumentar y, además, declarar 3 nuevas zonas del estilo: el sector de Matta sur, la población Huemul y la zona típica obrera y ferroviaria de San Eugenio.
La encargada de patrimonio en la Municipalidad de Santiago, Mireya Danilo, explicó que se proyecta continuar con la protección de las áreas de resguardo y conservación, lo que implicaría mejor la protección a estos lugares. “Ya hay un universo importante de edificios y áreas protegidas por la Ley de Monumentos Nacionales y por el Plan Regulador Comunal. El primero es protección nacional; el segundo, protección local. Si nos va bien con la aprobación de todo el plan regulador Matta Sur, los inmuebles y zonas de conservación histórica de los municipios suben mucho, y eso sería a fines de diciembre, y el nivel de protección sería alto y consistiría en que se debe pedir autorización para intervenirlo”.
En la ocasión se anunció que se realizará un catastro de patrimonio comunal en peligro y se solicitó legislar para incentivar a los dueños de estos bienes a conservarlos con ayuda pública.
