Este jueves se llevará a cabo una nueva versión del Encuentro Nacional de la Seguridad Social, con la participación del premio Nobel de Economía Cristopher Pissarides, seminario que tendrá entre sus exponentes a José Piñera, hermano del actual presidente y creador del sistema de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Consultado por el modelo de previsión local, Pissarides ha declarado que es un buen modelo, pero no comprendido, ya que asegura una pensión uniforme. A su juicio, es necesario incluir a todos los trabajadores, aumentar el porcentaje de cotización e incentivar una jubilación más tardía.
El encuentro se da en un momento de amplio debate político respecto de las AFP, con posturas a favor de mantener este modelo instaurado en 1982, y opositores a un mecanismo que exhibe ganancias cercanas a los 160 mil millones de dólares durante todo este período.
Distintos movimientos sociales, economistas y académicos, se han mostrado a favor de un sistema de reparto, el cual ha sido ampliamente rechazado por el actual Gobierno. En esta línea, Nicolás Starck, gerente general de la Corporación de Investigación y Desarrollo de la Seguridad Social, destaca los puntos a reforzar en el modelo vigente, descartando su reemplazo.
“Obviamente que uno quiere que la administración e inversión de recursos genere más rentabilidad, con un costo lo más bajo posible. Los desafíos son cotizar más, invertir mejor los recursos y tener un servicio lo más eficiente posible. En esa perspectiva, tenemos que abordar los tres pilares para fortalecer el sistema. Pero pensar en un sistema de reparto, técnicamente no tiene sustento”, indicó Starck.
Sindicatos del sector económico y laboral se han agrupado en el movimiento “No Más AFP”. Por su parte, el académico Ricardo Hormazábal preside la organización “Acusa AFP”, que contrasta las siderales ganancias de las AFP versus las pensiones que entregan a sus afiliados.
A juicio del ex senador, es necesario sumar nuevas alternativas, y permitir que el trabajador decida entre una AFP, un sistema de reparto, e incluso, la creación de una AFP estatal: “Si el sistema de reparto está malo, ¿porqué mantienen a las Fuerzas Armadas ahí? Chile necesita un sistema de reparto solidario, que dé libertad a las personas. Si alguien quiere quedarse en las AFP con pensiones miserables, es su libertad, pero si otros quieren un sistema de reparto, que invierta en Chile y no financie a los grupos económicos, pues estoy por un sistema de reparto”.
El economista Gonzalo Cid, del Centro de Estudios de Desarrollo Alternativo, subraya que el actual sistema recoge ganancias sólo para sus propietarios, sin que los afiliados tengan derecho a una pensión justa, incluso, con los actuales números que registra el volumen de cotización.
Cid declaró que “durante el año 2012 se recaudó 4,3 billones de pesos, y se pagaron algo más de 2 billones de pesos. Si nosotros hubiésemos tenido sistema de reparto, se podría haber pagado el doble de pensiones, sin que ello significara ningún costo adicional para afiliados y para el Estado”.
En paralelo a este dato, los analistas comparan las pensiones de las Fuerzas Armadas, que bordean el millón 500 mil pesos en el caso de oficiales, y 620 mil pesos en el caso de suboficiales. Por otro lado, la población civil recibe pensiones promedio por 170 mil pesos, y se proyecta una baja en este índice, sumado a un alza explosiva de población mayor a 65 años en el país.
Este jueves se llevará a cabo una nueva versión del Encuentro Nacional de la Seguridad Social, con la participación del premio Nobel de Economía Cristopher Pissarides, seminario que tendrá entre sus exponentes a José Piñera, hermano del actual presidente y creador del sistema de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Consultado por el modelo de previsión local, Pissarides ha declarado que es un buen modelo, pero no comprendido, ya que asegura una pensión uniforme. A su juicio, es necesario incluir a todos los trabajadores, aumentar el porcentaje de cotización e incentivar una jubilación más tardía.
El encuentro se da en un momento de amplio debate político respecto de las AFP, con posturas a favor de mantener este modelo instaurado en 1982, y opositores a un mecanismo que exhibe ganancias cercanas a los 160 mil millones de dólares durante todo este período.
Distintos movimientos sociales, economistas y académicos, se han mostrado a favor de un sistema de reparto, el cual ha sido ampliamente rechazado por el actual Gobierno. En esta línea, Nicolás Starck, gerente general de la Corporación de Investigación y Desarrollo de la Seguridad Social, destaca los puntos a reforzar en el modelo vigente, descartando su reemplazo.
“Obviamente que uno quiere que la administración e inversión de recursos genere más rentabilidad, con un costo lo más bajo posible. Los desafíos son cotizar más, invertir mejor los recursos y tener un servicio lo más eficiente posible. En esa perspectiva, tenemos que abordar los tres pilares para fortalecer el sistema. Pero pensar en un sistema de reparto, técnicamente no tiene sustento”, indicó Starck.
Sindicatos del sector económico y laboral se han agrupado en el movimiento “No Más AFP”. Por su parte, el académico Ricardo Hormazábal preside la organización “Acusa AFP”, que contrasta las siderales ganancias de las AFP versus las pensiones que entregan a sus afiliados.
A juicio del ex senador, es necesario sumar nuevas alternativas, y permitir que el trabajador decida entre una AFP, un sistema de reparto, e incluso, la creación de una AFP estatal: “Si el sistema de reparto está malo, ¿porqué mantienen a las Fuerzas Armadas ahí? Chile necesita un sistema de reparto solidario, que dé libertad a las personas. Si alguien quiere quedarse en las AFP con pensiones miserables, es su libertad, pero si otros quieren un sistema de reparto, que invierta en Chile y no financie a los grupos económicos, pues estoy por un sistema de reparto”.
El economista Gonzalo Cid, del Centro de Estudios de Desarrollo Alternativo, subraya que el actual sistema recoge ganancias sólo para sus propietarios, sin que los afiliados tengan derecho a una pensión justa, incluso, con los actuales números que registra el volumen de cotización.
Cid declaró que “durante el año 2012 se recaudó 4,3 billones de pesos, y se pagaron algo más de 2 billones de pesos. Si nosotros hubiésemos tenido sistema de reparto, se podría haber pagado el doble de pensiones, sin que ello significara ningún costo adicional para afiliados y para el Estado”.
En paralelo a este dato, los analistas comparan las pensiones de las Fuerzas Armadas, que bordean el millón 500 mil pesos en el caso de oficiales, y 620 mil pesos en el caso de suboficiales. Por otro lado, la población civil recibe pensiones promedio por 170 mil pesos, y se proyecta una baja en este índice, sumado a un alza explosiva de población mayor a 65 años en el país.
Este jueves se llevará a cabo una nueva versión del Encuentro Nacional de la Seguridad Social, con la participación del premio Nobel de Economía Cristopher Pissarides, seminario que tendrá entre sus exponentes a José Piñera, hermano del actual presidente y creador del sistema de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Consultado por el modelo de previsión local, Pissarides ha declarado que es un buen modelo, pero no comprendido, ya que asegura una pensión uniforme. A su juicio, es necesario incluir a todos los trabajadores, aumentar el porcentaje de cotización e incentivar una jubilación más tardía.
El encuentro se da en un momento de amplio debate político respecto de las AFP, con posturas a favor de mantener este modelo instaurado en 1982, y opositores a un mecanismo que exhibe ganancias cercanas a los 160 mil millones de dólares durante todo este período.
Distintos movimientos sociales, economistas y académicos, se han mostrado a favor de un sistema de reparto, el cual ha sido ampliamente rechazado por el actual Gobierno. En esta línea, Nicolás Starck, gerente general de la Corporación de Investigación y Desarrollo de la Seguridad Social, destaca los puntos a reforzar en el modelo vigente, descartando su reemplazo.
“Obviamente que uno quiere que la administración e inversión de recursos genere más rentabilidad, con un costo lo más bajo posible. Los desafíos son cotizar más, invertir mejor los recursos y tener un servicio lo más eficiente posible. En esa perspectiva, tenemos que abordar los tres pilares para fortalecer el sistema. Pero pensar en un sistema de reparto, técnicamente no tiene sustento”, indicó Starck.
Sindicatos del sector económico y laboral se han agrupado en el movimiento “No Más AFP”. Por su parte, el académico Ricardo Hormazábal preside la organización “Acusa AFP”, que contrasta las siderales ganancias de las AFP versus las pensiones que entregan a sus afiliados.
A juicio del ex senador, es necesario sumar nuevas alternativas, y permitir que el trabajador decida entre una AFP, un sistema de reparto, e incluso, la creación de una AFP estatal: “Si el sistema de reparto está malo, ¿porqué mantienen a las Fuerzas Armadas ahí? Chile necesita un sistema de reparto solidario, que dé libertad a las personas. Si alguien quiere quedarse en las AFP con pensiones miserables, es su libertad, pero si otros quieren un sistema de reparto, que invierta en Chile y no financie a los grupos económicos, pues estoy por un sistema de reparto”.
El economista Gonzalo Cid, del Centro de Estudios de Desarrollo Alternativo, subraya que el actual sistema recoge ganancias sólo para sus propietarios, sin que los afiliados tengan derecho a una pensión justa, incluso, con los actuales números que registra el volumen de cotización.
Cid declaró que “durante el año 2012 se recaudó 4,3 billones de pesos, y se pagaron algo más de 2 billones de pesos. Si nosotros hubiésemos tenido sistema de reparto, se podría haber pagado el doble de pensiones, sin que ello significara ningún costo adicional para afiliados y para el Estado”.
En paralelo a este dato, los analistas comparan las pensiones de las Fuerzas Armadas, que bordean el millón 500 mil pesos en el caso de oficiales, y 620 mil pesos en el caso de suboficiales. Por otro lado, la población civil recibe pensiones promedio por 170 mil pesos, y se proyecta una baja en este índice, sumado a un alza explosiva de población mayor a 65 años en el país.
