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“El karma” de nacer mujer en India

Cada veinte minutos una mujer es violada y las cifras de femicidios continúan aumentando. Es la realidad que viven a diario miles de mujeres en la India. Ante las ineficientes medidas tomadas por el Gobierno, activistas se agrupan para enfrentar el problema. Sin embargo, los especialistas apuntan grandes dificultades para que esta realidad cambie.

Camila Medina

  Domingo 23 de febrero 2014 22:02 hrs. 
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Cada hora es asesinada una mujer, mientras otras tres son violadas. Abortos selectivos, asesinatos de niñas recién nacidas y de mujeres que no pagan las dotes para el matrimonio, son sólo parte del problema que está conduciendo a la India hacia un alarmante desequilibrio de géneros.

El pasado treinta de enero, el brutal caso de un hombre que quemó vivas a su hija y esposa, conmocionó al mundo y volvió a cuestionar la violencia contra la mujer que impera en esa cultura.

Es un hecho que en India la discriminación contra la mujer comienza incluso antes de su nacimiento.

Pese a que el aborto está permitido sólo cuando el embarazo implica riesgo para la madre, al año se practican alrededor de medio millón de abortos selectivos, lo que ha provocado una brecha demográfica de 42  millones de mujeres menos.

Es así como la presión por tener un hijo varón condiciona la vida de estas mujeres. Entre las razones está la exigencia de pagar la dote, una suma de dinero que debe aportar la esposa al matrimonio y que, a causa del auge económico, está llegando a cifras inalcanzables para muchas familias.

No basta con la ley

En una entrevista con Radio Universidad de Chile Ruchira Goel, abogada de la Corte Suprema en India, advirtió que la lentitud procesal es el gran obstáculo para sancionar estos crímenes. Actualmente, los tribunales tardan entre cinco a diez años en emitir un veredicto.

Al respecto señaló “que la ley este en los libros es una cosa, pero la pregunta es: Si la ley está ahí ¿por qué no impide que ocurran los delitos? Y la razón por la que no lo evitan es la mentalidad de los hombres indios, el patriarcado y la forma en que está organizada esta sociedad. A menos que eso cambie no va a pasar nada”, afirmó la abogada, quien además acusó que en el último tiempo ha habido víctimas de violación entre las propias funcionarias de la Corte Suprema.

Sólo en 2012 ocho mil 233 mujeres fueron asesinadas a causa del dote. El mismo año la joven estudiante quien murió luego de ser víctima de una violación colectiva al interior de un bus, generó protestas en las calles y despertó la alerta internacional.

La llamaron Amanat, corazón valiente, y se convirtió en el símbolo de la lucha contra la violencia A partir de ese momento, el Gobierno indio creó el primer juzgado especializado en violencia contra la mujer y una nueva ley contra la violencia sexual. Además estableció la pena capital para las violaciones en caso de muerte de la víctima, una decisión fuertemente criticada por Amnistía Internacional.

Pese a los avances, la normativa no sanciona a los policías que cometan este delito y aún permite la violación en el matrimonio. Considerando que las mujeres se casan a partir de los quince años, la violación en contra de menores de edad continúa quedando impune.

Para el analista internacional, Guillermo Holzmann, India está enfrentando un cambio cultural complejo, en tanto quienes ejercen violencia lo hace en virtud de tradiciones ancestrales.

“La idea de que el sistema judicial sea capaz de dar ese tipo de sanciones, constituye un efecto positivo para ser reconocidos dentro del sistema internacional. Sin embargo, eso va a ser muy distinto respecto de cómo será recibido por la población, particularmente en la cultura de la sociedad de India. Probablemente estas leyes van a ser un primer paso que va a ir avanzando muy lentamente en torno a un reconocimiento de los derechos de las mujeres y sobretodo de los derechos básicos para la mujer dentro de la India”, señaló Holzmann.

Un proceso lento, pero que ya ha dado los primeros resultados: las denuncias por violación se duplicaron en Nueva Delhi durante los diez primeros meses de 2013. Sin embargo, se estima que sólo una de cada diez violaciones se denuncia y la tasa de sentencias para hombres acusados continúa siendo casi nula.

País de contrastes

Con más de 1.300 millones de habitantes y una gran diversidad de razas y credos, India es considerada la democracia más grande del mundo. Además, este país juega un rol protagónico en los negocios globales  destacando su industria farmacéutica, tecnológica y cinematográfica.

Sin embargo, las altas tasas de crecimiento económico  que ha reportado en los últimos años no se conjugan con el desarrollo humano. En amplios sectores del país se mantiene una arraigada mentalidad patriarcal, con la percepción de que la violencia hacia la mujer es algo normal.

Para Teresa Valdés, coordinadora del Observatorio de Género y Equidad, la mayor difusión de los casos de violencia a nivel mundial es consecuencia del rechazo que existe al interior del mismo país.

Al respecto explicó que “se trata de culturas milenarias donde, efectivamente, la idea de que la mujer es una propiedad del hombre y que sólo puede estar en esa condición ha generado con los años las expresiones más extremas de violencia”. Sin embargo, agregó que “así como hay esa expresión de tremenda violencia, también en la India existen una cantidad increíble de organizaciones de mujeres que luchan contra la violencia. En Nueva Delhi y en las ciudades más importantes las organizaciones de mujeres han logrado grandes avances”, señaló la socióloga.

Desde la muerte de Amanat, amplios sectores de la clase media se sumaron a la tarea de activistas exigiendo derechos humanos para las mujeres y anunciando en las calles las primeras señales de cambio.

India Gang Rape

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