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Expertos llaman a repensar modelo de desarrollo ante agotamiento de recursos naturales

El Informe de la Red Global de la Huella Ecológica reveló que ya gastamos los recursos naturales del planeta para todo este año, es decir “estamos sobregirados” y así será por los próximos cuatro meses y medio. De esta forma el 19 de agosto se convirtió en el “Día del Exceso de la Tierra” como una forma de recordar que el planeta es finito y sus recursos, agotables. Ante esto, organizaciones ambientales hicieron un llamado a replantear los modelos de desarrollo dejando atrás la política del “uso y desecho”.

Paula Correa

  Jueves 21 de agosto 2014 10:54 hrs. 
recursos naturales

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Faltan todavía 19 semanas para que termine el año, pero la humanidad ya consumió los recursos de la naturaleza para el 2014. Así lo indicó la Red Global de la Huella Ecológica (Global Footprint Network), organización internacional que año a año determina la fecha aproximada en que la demanda anual de los seres humanos sobre la naturaleza supera lo que el planeta puede renovar en un año.

La fecha va en una especie de cuenta regresiva ya que este año el Día del Exceso de la Tierra llegó el 19 de agosto, un día antes que en el 2013. Esto cuando, como referencia, el año 2000 fue el primero de octubre. Rodrigo Catalán Director de Conservación de la Organización Mundial de Conservación, la WWF Chile, explicó las razones por las que se produce el fenómeno en esta medición que contrasta la Huella Ecológica comparada con Biocapacidad de los ecosistemas.

“Cuando la demanda de la humanidad sobre el planeta es mayor a la oferta que puede dar el planta es mayor a la oferta que puede dar el planeta o la capacidad de absorber esto por parte del sistema, tenemos esto que llamamos ‘sobregiro’ y el cálculo que se ha hecho es que estamos en el fondo consumiendo y emitiendo más de lo que la tierra puede darnos”, afirmó.

Visto desde esta mirada, es como si nos estuviéramos endeudando con los recursos de los futuros habitantes de la Tierra, de nuestros hijos, señaló el experto, para quien esta tendencia data de los años 70 donde los países industrializados, Europa y los Estados Unidos, han marcado una pauta negativa.  Hoy la línea más importante la marcan las economías emergentes. En particular, China e India.

El 86 por ciento de la población vive en países que demandan más que lo que sus ecosistemas pueden renovar. En Chile, tenemos la suerte de tener un país con buena biocapacidad, aunque cada chileno está consumiendo más que el promedio.
De hecho, si todo el mundo viviera como un chileno estaríamos utilizando 1,6 planetas. Aun así, en el promedio mundial estamos en el límite y si analizamos la ecuación en su conjunto, el planeta no da para más de aquí al mediano plazo.

Por esto los especialistas advierten que no hay que confiarse y hay que actuar. En nuestro país a nivel de políticas públicas se revisa un proyecto de Biodiversidad y protección de áreas silvestres, que busca resguardar el 20 por ciento del territorio nacional, cuidando el capital natural, terrestre y marino. Pero más allá de las políticas concretas, Paola Vasconi consultora ambiental, advirtió que aquí lo que está en juego es el modelo de desarrollo.

“Esto va más allá de lo meramente ambiental. Esto tiene que ver con una definición de lo que el país entiende por desarrollo, por la importancia que le da a su biodiversidad, sus ecosistemas, a sus recursos naturales, o sea, tener un desarrollo que permita mantener los equilibrios naturales, no impactar el medioambiente y que vaya a la par reduciendo las desigualdades sociales y la pobreza en la población”, sostuvo.

Para la especialista se trata de un cambio cultural que busca dejar atrás la política del “uso y desecho” a una mirada de mayor respeto por la tierra. Cada uno puede aportar reduciendo su huella de carbono en actos simples como cerrar la llave del agua cuando no se ocupa, apagar los artefactos electrónicos, usar ampolletas ecológicas, o con medidas más profundas, como utilizar medios de transporte limpios como la bicicleta.

Mientras se espera que los países respeten los acuerdos conjuntos para poder avanzar hacia un cambio global. Por lo mismo se espera que en Lima en diciembre, en la vigésima Conferencia de las Partes 20 (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y del Protocolo de Kyoto, se anuncien medidas urgentes y se aumente la presión a los países para que se pueda combatir realmente este poco esperanzador escenario.

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