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¿La Reforma Laboral apunta a una verdadera transformación?

El llamado Cuarto Pilar de las reformas del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, cuyo objetivo según sus palabras es “emparejar la cancha” en las condiciones institucionales de la relación laboral, considera  ampliar la sindicalización y la negociación colectiva. Según organizaciones sindicales y analistas, se dará un debate donde los derechos de los trabajadores serán relativizados.

Sandra Trafilaf

  Miércoles 19 de noviembre 2014 11:58 hrs. 
Trabajo subcontratación

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De acuerdo al Programa de la Presidenta Michelle Bachelet, el actual Código del Trabajo establece un proceso de negociación colectiva “engorroso y complejo” que no favorece las demandas de los trabajadores.

En grandes titulares la Reforma  fue recibida con optimismo por las organizaciones sindicales, sin embargo, luego de conocer algunos detalles de la iniciativa, incluso la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) habló de modificaciones pensadas “en la medida de lo posible”.

El Gobierno ha hecho hincapié en que se busca generar condiciones de colaboración y diálogo al interior de la empresa, conciliando objetivos de productividad, equidad y paz social, que busca reemplazar el Plan Laboral impuesto en 1979 bajo la dictadura de Augusto Pinochet.

Estas declaraciones y las filtraciones sobre la idea de terminar con el reemplazo en la huelga y con algunas cláusulas que se han calificado como “letra chica”, generan la preocupación y sospechas de algunas organizaciones sindicales y de analistas.

El director de la Fundación Sol, Gonzalo Durán manifestó sus reparos sobre la efectividad de la futura reforma laboral porque, a su juicio, no se logra vislumbrar una verdadera transformación.

Durán explicó que hay cuatro pilares que son fundamentales, entre los se cuenta la negociación colectiva, que en actualidad se hace a nivel de empresa; el reemplazo de los trabajadores durante la huelga; y la despolitización del  movimiento sindical, el que se habría convertido en mero administrador de beneficios.

El economista sentenció que las reformas no van en la dirección comprometida, agregando que los empresarios ganaron terreno en desmedro de los derechos de los trabajadores, mientras que por parte de la Nueva Mayoría no existiría la convicción de atacar el problema de la desigualdad.

“En la información respecto de la economía de los primeros nueve meses, efectivamente, hay un pequeño descenso, lo que, más bien,  obedece a una falta de convicción, de efectivamente entender  que en el mundo del trabajo, en las relaciones de producción entre trabajadores y empleadores es donde se determina buena parte de la desigualdad de ingresos, de la cual nuestro país ocupa los primeros lugares a nivel mundial”.

El presidente de la Confederación de Sindicatos Bancarios, Luis Mesina aseguró que es penoso lo que está sucediendo. Para él, el Gobierno de la Nueva Mayoría ya desistió de reconocer al sindicato como único sujeto de derechos en la negociación colectiva.

“El propio Ministerio (del Trabajo) está ofreciendo la posibilidad a la empresas, en el supuesto caso de eliminar los reemplazantes en la huelga, esto a nosotros nos parece muy grave. Sin embargo, más grave nos ha parecido  el rol de la CUT: yo creo que en gran parte es la responsable de lo que está pasando en este país, (por su relación) con el Gobierno y, particularmente, con el ministerio del Trabajo que  cede mucho a las presiones empresariales dando la espalda a los trabajadores”.

El presidente de RN, diputado Cristián Monckeberg, sostuvo que una reforma laboral debe cautelar la generación de empleo.

“Concentrar una reforma laboral exclusivamente en una mayor sindicalización o en el reemplazo del derecho a huelga puede ser muy legítimo, pero creemos que es absolutamente insuficiente. La mejor noticia, que le podemos dar a quienes aspiran a mejorar su calidad de vida, es que exista mejor trabajo y más cantidad de puestos de trabajo”.

En Chile, ocho de cada cien 100 trabajadores pueden negociar colectivamente y si se van a huelga, ese trabajador se puede reemplazar, lo que ha sido condenado a nivel internacional, a través de constantes reparos desde la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Los analistas insisten que la Reforma Laboral enfrenta un escenario parecido al de la Reforma Tributaria, donde la Nueva Mayoría propone, pero finalmente la discusión se relativiza, cediendo a los intereses de los empresarios.

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