Miguel Littín: “Allende cruza el umbral de la muerte para convertirse en un héroe”
El pasado miércoles 17 de diciembre se estrenó la película "Allende en su laberinto" del director Miguel Littin. La película hace un repaso por la últimas horas del ex presidente en La Moneda en donde se juegan emociones como la amistad, la angustia, frustración y deseo por defender las ideas de la revolución.
Diana Torres
Jueves 18 de diciembre 2014 3:11 hrs.
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Una fiesta del cine y la música fue lo que se vivió anoche en el Teatro Caupolicán, en la ceremonia de estreno de la película “Allende en su laberinto” del cineasta chileno Miguel Littín. El evento contó con la presencia de Inti Illimani, quienes dieron inicio a la celebración.
La cinta relata las últimas siete horas vividas por el expresidente y su grupo de colaboradores más fieles, previo y durante el bombardeo en La Moneda. Hechos que desatarían lo que vendría posteriormente, la dictadura militar.
El hilo conductor es Salvador Allende, interpretado por Daniel Muñoz. Quien, aproximadamente durante un año, tuvo que evaluar y pensar el personaje junto al director, para dar vida no sólo al ícono engrandecido con los años, sino que también al hombre, amigo y ser humano que era el ex mandatario, “porque Allende cruza el umbral de la muerte para convertirse en un héroe”, enfatiza Littín.
En ese sentido para el director, el mayor desafío estuvo en “decir la verdad, y conseguir que se reviviera los hechos heroicos del 11 de septiembre del 1973”. Es por ello que la idea y grabación del film demoró varios años de trabajo, ya que el principal desafío fue atreverse para dar con un guión que revela el alma y espíritu de Allende, puntualiza el director.
Presidente Salvador Allende, 1973. Ataque terrestre y aéreo.
A su vez, recalcó que la producción, que se grabó en Venezuela y Chile, fue un trabajo arduo, ya que en el gobierno de Sebastián Piñera no se pudo llevar a cabo las grabaciones en la casa de gobierno, por lo que recién en el período de Michelle Bachelet se logró concretar aquello.
“La presencia de Allende estaba viva, y eso se podía notar en las escaleras y pasillos, lo que le daba sentido a nuestra presencia. Fue importante, sobre todo después de 40 años del Golpe. Además nos acompañaron sobrevivientes, lo que otorga un valor más fuerte”, señaló.
El realizador destacó la elección de Daniel Muñoz como el rol protagónico, ya que se apropió del personaje. Mientras que en los secundarios se destaca Aline Kuppenheim como la “Payita”, secretaria personal de Allende.
“Allende en su laberinto” es la última producción del director Miguel Littín, en donde se pretende, mediante las emociones y sentimientos, dar a conocer al hombre detrás de la figura del expresidente. Para ello, el director lleva a los espectadores a conversaciones y manifestaciones de angustia, desesperación, solidaridad, amor y compañerismo.
Además recurre constantemente al imaginario mediante fotografías de prensa o personales en donde vemos al ex presidente. Asimismo, recurre a grabaciones originales, tanto de la conversación que mantuvo Augusto Pinochet con el resto de la junta en contra de Allende para llevar a cabo el alzamiento, como así el discurso final del mandatario, previo al fin.
Una fiesta del cine y la música fue lo que se vivió anoche en el Teatro Caupolicán, en la ceremonia de estreno de la película “Allende en su laberinto” del cineasta chileno Miguel Littín. El evento contó con la presencia de Inti Illimani, quienes dieron inicio a la celebración.
La cinta relata las últimas siete horas vividas por el expresidente y su grupo de colaboradores más fieles, previo y durante el bombardeo en La Moneda. Hechos que desatarían lo que vendría posteriormente, la dictadura militar.
El hilo conductor es Salvador Allende, interpretado por Daniel Muñoz. Quien, aproximadamente durante un año, tuvo que evaluar y pensar el personaje junto al director, para dar vida no sólo al ícono engrandecido con los años, sino que también al hombre, amigo y ser humano que era el ex mandatario, “porque Allende cruza el umbral de la muerte para convertirse en un héroe”, enfatiza Littín.
En ese sentido para el director, el mayor desafío estuvo en “decir la verdad, y conseguir que se reviviera los hechos heroicos del 11 de septiembre del 1973”. Es por ello que la idea y grabación del film demoró varios años de trabajo, ya que el principal desafío fue atreverse para dar con un guión que revela el alma y espíritu de Allende, puntualiza el director.
Presidente Salvador Allende, 1973. Ataque terrestre y aéreo.
A su vez, recalcó que la producción, que se grabó en Venezuela y Chile, fue un trabajo arduo, ya que en el gobierno de Sebastián Piñera no se pudo llevar a cabo las grabaciones en la casa de gobierno, por lo que recién en el período de Michelle Bachelet se logró concretar aquello.
“La presencia de Allende estaba viva, y eso se podía notar en las escaleras y pasillos, lo que le daba sentido a nuestra presencia. Fue importante, sobre todo después de 40 años del Golpe. Además nos acompañaron sobrevivientes, lo que otorga un valor más fuerte”, señaló.
El realizador destacó la elección de Daniel Muñoz como el rol protagónico, ya que se apropió del personaje. Mientras que en los secundarios se destaca Aline Kuppenheim como la “Payita”, secretaria personal de Allende.
“Allende en su laberinto” es la última producción del director Miguel Littín, en donde se pretende, mediante las emociones y sentimientos, dar a conocer al hombre detrás de la figura del expresidente. Para ello, el director lleva a los espectadores a conversaciones y manifestaciones de angustia, desesperación, solidaridad, amor y compañerismo.
Además recurre constantemente al imaginario mediante fotografías de prensa o personales en donde vemos al ex presidente. Asimismo, recurre a grabaciones originales, tanto de la conversación que mantuvo Augusto Pinochet con el resto de la junta en contra de Allende para llevar a cabo el alzamiento, como así el discurso final del mandatario, previo al fin.
Una fiesta del cine y la música fue lo que se vivió anoche en el Teatro Caupolicán, en la ceremonia de estreno de la película “Allende en su laberinto” del cineasta chileno Miguel Littín. El evento contó con la presencia de Inti Illimani, quienes dieron inicio a la celebración.
La cinta relata las últimas siete horas vividas por el expresidente y su grupo de colaboradores más fieles, previo y durante el bombardeo en La Moneda. Hechos que desatarían lo que vendría posteriormente, la dictadura militar.
El hilo conductor es Salvador Allende, interpretado por Daniel Muñoz. Quien, aproximadamente durante un año, tuvo que evaluar y pensar el personaje junto al director, para dar vida no sólo al ícono engrandecido con los años, sino que también al hombre, amigo y ser humano que era el ex mandatario, “porque Allende cruza el umbral de la muerte para convertirse en un héroe”, enfatiza Littín.
En ese sentido para el director, el mayor desafío estuvo en “decir la verdad, y conseguir que se reviviera los hechos heroicos del 11 de septiembre del 1973”. Es por ello que la idea y grabación del film demoró varios años de trabajo, ya que el principal desafío fue atreverse para dar con un guión que revela el alma y espíritu de Allende, puntualiza el director.
Presidente Salvador Allende, 1973. Ataque terrestre y aéreo.
A su vez, recalcó que la producción, que se grabó en Venezuela y Chile, fue un trabajo arduo, ya que en el gobierno de Sebastián Piñera no se pudo llevar a cabo las grabaciones en la casa de gobierno, por lo que recién en el período de Michelle Bachelet se logró concretar aquello.
“La presencia de Allende estaba viva, y eso se podía notar en las escaleras y pasillos, lo que le daba sentido a nuestra presencia. Fue importante, sobre todo después de 40 años del Golpe. Además nos acompañaron sobrevivientes, lo que otorga un valor más fuerte”, señaló.
El realizador destacó la elección de Daniel Muñoz como el rol protagónico, ya que se apropió del personaje. Mientras que en los secundarios se destaca Aline Kuppenheim como la “Payita”, secretaria personal de Allende.
“Allende en su laberinto” es la última producción del director Miguel Littín, en donde se pretende, mediante las emociones y sentimientos, dar a conocer al hombre detrás de la figura del expresidente. Para ello, el director lleva a los espectadores a conversaciones y manifestaciones de angustia, desesperación, solidaridad, amor y compañerismo.
Además recurre constantemente al imaginario mediante fotografías de prensa o personales en donde vemos al ex presidente. Asimismo, recurre a grabaciones originales, tanto de la conversación que mantuvo Augusto Pinochet con el resto de la junta en contra de Allende para llevar a cabo el alzamiento, como así el discurso final del mandatario, previo al fin.
