En Ñuñoa y Macul esperan la micro junto a una obra de arte
Paraderos Artes Visuales se llama el proyecto que exhibe trabajos de estudiantes de la UC, la UMCE y la Uniacc en paradas de General Artigas, avenida Ossa y Chile España.
Rodrigo Alarcón
Lunes 5 de enero 2015 18:11 hrs.
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Paraderos de Macul y Ñuñoa tienen un aspecto diferente desde mediados de diciembre. En lugar de la publicidad habitual o la información del Transantiago, exhiben trabajos de estudiantes de Artes Visuales de la Universidad Católica, la UMCE y la UNIACC.
Esto, como parte del proyecto Paraderos Artes Visuales, desarrollado por esas casas de estudio junto al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) y el Directorio de Transporte Público Metropolitano.
La iniciativa contempla una intervención llamada Cambios en la ciudad, en dos paradas de General Artigas con Hernán Cortés, que registra una antigua casa de Ñuñoa que dejará su lugar a un edificio, “borrando toda la lógica de barrio”, según los alumnos de la UC que la elaboraron.
La segunda intervención, Nuestra propia comedia, abarca dos segmentos de las avenidas Ossa y Chile España y consiste en collages con personajes que forman parte de relatos recogidos en diferentes paradas.
Cathy Giusti, encargada de Artes Visuales y Fotografía del Área de Fomento de las Artes e Industrias Creativas del Consejo de la Cultura, consideró que el proyecto busca “”la intervención del espacio urbano como aporte cultural para la ciudadanía y las comunas y hacer más llevaderas las esperas en los paraderos, que también es importante”.
“Es relevante que la ciudadanía conozca lo que hacen los jóvenes, de eso se trata, para que tengan una visibilidad que en las artes visuales a veces es complicada. Por eso es bueno que participen de todo lo que sea urbano”, añadió la encargada, quien indicó que las obras permanecerán indefinidamente en los paraderos.
Los trabajos, sin embargo, no han permanecido intactos y ya exhiben la acción de grafiteros. “De alguna manera, la intervención no es tan mala, porque esa gente también hace un arte y miran lo que se hizo. Aun así, sería bueno que respetaran un poco el arte y no lo intervengan o lo hagan de otra manera”, dijo Cathy Giusti.
La representante del Consejo de la Cultura señaló que durante los próximos días volverán a reunirse con universidades para estudiar la posibilidad de ampliar la iniciativa hacia otras zonas de Santiago.
Paraderos de Macul y Ñuñoa tienen un aspecto diferente desde mediados de diciembre. En lugar de la publicidad habitual o la información del Transantiago, exhiben trabajos de estudiantes de Artes Visuales de la Universidad Católica, la UMCE y la UNIACC.
Esto, como parte del proyecto Paraderos Artes Visuales, desarrollado por esas casas de estudio junto al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) y el Directorio de Transporte Público Metropolitano.
La iniciativa contempla una intervención llamada Cambios en la ciudad, en dos paradas de General Artigas con Hernán Cortés, que registra una antigua casa de Ñuñoa que dejará su lugar a un edificio, “borrando toda la lógica de barrio”, según los alumnos de la UC que la elaboraron.
La segunda intervención, Nuestra propia comedia, abarca dos segmentos de las avenidas Ossa y Chile España y consiste en collages con personajes que forman parte de relatos recogidos en diferentes paradas.
Cathy Giusti, encargada de Artes Visuales y Fotografía del Área de Fomento de las Artes e Industrias Creativas del Consejo de la Cultura, consideró que el proyecto busca “”la intervención del espacio urbano como aporte cultural para la ciudadanía y las comunas y hacer más llevaderas las esperas en los paraderos, que también es importante”.
“Es relevante que la ciudadanía conozca lo que hacen los jóvenes, de eso se trata, para que tengan una visibilidad que en las artes visuales a veces es complicada. Por eso es bueno que participen de todo lo que sea urbano”, añadió la encargada, quien indicó que las obras permanecerán indefinidamente en los paraderos.
Los trabajos, sin embargo, no han permanecido intactos y ya exhiben la acción de grafiteros. “De alguna manera, la intervención no es tan mala, porque esa gente también hace un arte y miran lo que se hizo. Aun así, sería bueno que respetaran un poco el arte y no lo intervengan o lo hagan de otra manera”, dijo Cathy Giusti.
La representante del Consejo de la Cultura señaló que durante los próximos días volverán a reunirse con universidades para estudiar la posibilidad de ampliar la iniciativa hacia otras zonas de Santiago.
Paraderos de Macul y Ñuñoa tienen un aspecto diferente desde mediados de diciembre. En lugar de la publicidad habitual o la información del Transantiago, exhiben trabajos de estudiantes de Artes Visuales de la Universidad Católica, la UMCE y la UNIACC.
Esto, como parte del proyecto Paraderos Artes Visuales, desarrollado por esas casas de estudio junto al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) y el Directorio de Transporte Público Metropolitano.
La iniciativa contempla una intervención llamada Cambios en la ciudad, en dos paradas de General Artigas con Hernán Cortés, que registra una antigua casa de Ñuñoa que dejará su lugar a un edificio, “borrando toda la lógica de barrio”, según los alumnos de la UC que la elaboraron.
La segunda intervención, Nuestra propia comedia, abarca dos segmentos de las avenidas Ossa y Chile España y consiste en collages con personajes que forman parte de relatos recogidos en diferentes paradas.
Cathy Giusti, encargada de Artes Visuales y Fotografía del Área de Fomento de las Artes e Industrias Creativas del Consejo de la Cultura, consideró que el proyecto busca “”la intervención del espacio urbano como aporte cultural para la ciudadanía y las comunas y hacer más llevaderas las esperas en los paraderos, que también es importante”.
“Es relevante que la ciudadanía conozca lo que hacen los jóvenes, de eso se trata, para que tengan una visibilidad que en las artes visuales a veces es complicada. Por eso es bueno que participen de todo lo que sea urbano”, añadió la encargada, quien indicó que las obras permanecerán indefinidamente en los paraderos.
Los trabajos, sin embargo, no han permanecido intactos y ya exhiben la acción de grafiteros. “De alguna manera, la intervención no es tan mala, porque esa gente también hace un arte y miran lo que se hizo. Aun así, sería bueno que respetaran un poco el arte y no lo intervengan o lo hagan de otra manera”, dijo Cathy Giusti.
La representante del Consejo de la Cultura señaló que durante los próximos días volverán a reunirse con universidades para estudiar la posibilidad de ampliar la iniciativa hacia otras zonas de Santiago.
