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Crónica:

Cuando Charly Hebdo y Hara Kiri también se mofaban de los muertos

Hara Kiri, dejó de circular por unos años, quizás porque había matado todos los bichos del asombro. Resucitó por un tiempo pero finalmente el Internet y otras formas de humor dejaron solamente al Charly Hebdo de sobreviviente. El golpe sufrido por su personal que llevó a mejor vida a mi ídolo Wolinski, creo que repercutirá a corto plazo a respetar los iconos religiosos. Son elementos muy peligrosos en épocas de fanatismos y mucha arma de mercado negro en el quehacer mundial.

Andrés Jouffé

  Viernes 23 de enero 2015 11:32 hrs. 
Charlie

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En esos gloriosos años sesenta, frente a un quiosco parisino di con una revista asombrosa. Se llamaba Hara Kiri. De carácter mensual alternaba  con la recientemente asaltada, Charlie Hebdo que era tamaño mercurio. La revista en cambio estaba impresa en formato tradicional y papel couché a todo color. Pertenecían a la misma editorial.

La portada era aun más increíble. Invitaba a comer caca. En el interior, un variado menú con los beneficios de los excrementos posiblemente inspirado en la película “Los 120 Días de Sodoma y Gomorra” de Pier Paolo Pasolini, de moda en esos años. En esta cinta, adolescentes son obligados por sádicos fascistas a comer sus propios desechos.

Era la revista del absurdo del momento, época de Charles de Gaulle que general y todo, dejaba pasar. Fue cuando Alejandro  Jodoroswky estaba en pleno apogeo con su teatro pánico y experimentos con el LSD junto a Topor.

Debo aclarar que muchas actrices aficionadas probaron la droga en estas sesiones  y enloquecieron y hubo casos de suicidio según el actor chileno radicado en Bélgica, adalid de la fealdad, pero brillante, Daniel Emilfork

La valentía de Hara Kiri, para lanzarse contra las grandes empresas no conocía límites ni parámetros. Por algo carecía de avisaje pero se financiaba con la venta de ejemplares. Igual que “Le Cannard Enchainé”, El Pato encadenado,  el semanario satírico político galo que aun existe pero que no se mete en profundidades religiosas.

Una ilustración a toda página mostraba  cadáveres esparcidos en las nieves de los picos alpinos, con una langosta en una mano y con una copa de champaña Don Perignon, uno de los más caros, en la otra. Divisábamos cajas de caviar, puros y marcas de vinos Rothschild cerca del Boeing 707 hecho pedazos.  Como titular y sin comentarios, una gran leyenda: “En Air France se come bien”. Aludía a un accidente aéreo, acaecido en esos días, que costó la vida de todos los pasajeros, acaecido en los Alpes y esta humorada cayo horrible a deudos y a la empresa.

La línea aérea las emprendió con todas las de la ley y sin inmutarse, Hara Kiri, repitió la misma ilustración a la semana siguiente  pero con otro titular: “En Alitalia  se come bien” y el avión despachurrado no dejos de ahí.

Ante eso, los franceses retiraron su demanda y los italianos murieron en la rueda.

Con esos antecedentes de hace casi medio siglo, no debe de extrañar lo que hayan hecho con Mahoma. Pero les señalo que Juan XXXIII, Juan Pablo II y otros Sumos Pontífices han aparecido hasta desnudos y en actitudes ingratas en Hara Kiri y es cierto que hubo protestas, peñascazos, paredes con grafitos alusivos, y una que otra acción legal.

Al fallecer de Gaulle y luego Franco, se dieron un festín de burlas y caricaturas con sus cadáveres y resurrecciones virtuales. Hasta los más encarnizados enemigos de estos personajes, sintieron pudor.

Ésa es la línea editorial de la empresa que nunca imaginó con  represalia igual.

En 1968, recorté algunos monitos de Hara Kiri, los traduje y durante varios meses en el diario La Nación de Chile, tuve La Pagina Distinta, inspirada en la revista francesa.

Hasta que en una oportunidad, dejándome llevar por el descriterio de la publicación gala, publiqué una foto de un caballero que camina casi doblado en dos, como golpeado por uno de sus costados. La leyenda de Hara Kiri apelaba a la buena voluntad de un automovilista para que lo embistiera del otro costado y lo enderezara.

Lo puse tal cual y el lunes era citado a la jefatura de la redacción. El Presidente de la empresa era tal cual pintaba la ilustración y sus asesores lo calificaron como una insolencia solemne. Como no conocía al ejecutivo, copié ese dibujo sin segundas intenciones.  El Presidente de la Empresa, Jorge Cash.  Con mucho humor, me invitó a almorzar y me dijo que no le diera importancia, que estaba acostumbrado a las bromas de esta naturaleza, pero que me cuidara en el futuro pues otro jefe bien podía darme una patada en el traste.

Asustado, opté por suspender La Pagina Distinta y abocarme al periodismo deportivo, que si bien manifiesta otras deficiencias, rara vez se burla de una defecto físico o mental.

Hara Kiri, dejó de circular por unos años, quizás porque había matado todos los bichos del asombro. Resucitó por un tiempo pero finalmente el Internet y otras formas de humor dejaron solamente al Charly Hebdo de sobreviviente.

El golpe sufrido por su personal que llevó a mejor vida a mi ídolo Wolinski,  creo que repercutirá a corto plazo a respetar los iconos religiosos. Son elementos muy peligrosos en épocas de fanatismos y mucha arma de mercado negro en el quehacer mundial.

Les aseguro que en tiempos de  Fiducia (Familia Tradición y Propiedad) del cono sur, un medio insolente con ellos, les habría provocado acciones violentas pese a la apariencia pacifica de su líder Plinio de Oliveira. De hecho publicaron un libro titulado “Frei el Kerensky Chileno”, acusándolo de preparar loa ascensión del marxismo en Chile.  Y ojo, en plena democracia DC censuraron la circulación del libro impreso en Argentina, pero se contrabandeaba de lo lindo. Las cosas terribles que se leían era que Alberto Jeréz, senador de la República, era uyuyuy, divorciado. Con este criterio, desde otro costado, hasta hubieran publicado un manifiesto contra Michelle Bachelet por entregarle el poder a Sebastian Piñera en el 2010.

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