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Martine Billard: “La socialdemocracia ya no tiene nada de izquierda”

Ex diputada por París se entrevistó con El Diario Electrónico y analizó los últimos acontecimientos políticos de Europa, como la victoria del Syriza en Grecia y su cercanía con el Podemos de España que avanzan en un proceso de cambio similar.

Javier Muñoz

  Sábado 31 de enero 2015 9:28 hrs. 
Martine_Billard

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En el marco del seminario “Europa Actual” organizado por la Casa de la Ciudadanía Montecarmelo, la ex diputada de París y miembro del Front de Gauche, Martine Billard visitó Chile y conversó con el Diario Electrónico entregando su punto de vista sobre los cambios políticos que suceden en Europa.

Las últimas elecciones en Grecia, donde triunfó la facción de izquierda Syriza, está generando nuevas perspectivas sobre la administración del país luego de la crisis económica que golpeó a varios Estados de Europa. Los resultados han sido favorables para otros movimientos que han tenido un crecimiento exponencial como el Podemos de España que durante el 2014 se trasformó en una nueva fuerza política y amenaza con destronar al ya alicaído Partido Socialista Obrero Español.

Durante su exposición la ex diputada apuntó directamente a la decadencia de los valores de la socialdemocracia y la falta de efectividad para resolver los problemas de la ciudadanía.

¿Hacia dónde va la socialdemocracia en Europa?

Bueno, la socialdemocracia en Europa ya no tiene nada de lo que se llamaba izquierda. No tiene ningún valor de izquierda, está haciendo la política liberal que se hace en todos los países, ya sean de derecha o socialistas que estén en el poder. Esa es la situación, es una socialdemocracia que ya no tiene nada que ver con su historia.

¿Cómo se interpreta el triunfo del partido griego Syriza y el avance del Podemos de España?

El triunfo del Syriza es una esperanza para todos los pueblos de Europa, ellos demostraron que siendo firmes negándose a pactar con el Pasok, que es el partido socialista griego, siendo claros, podían atraer a la gente para que voten por ellos y hacer una nueva política, primero renegociando la deuda, que en buena parte es ilegítima; romper con la austeridad; reestablecer un sistema de salud y de educación pública y la infraestructura del país. Si es posible en Grecia ¿por qué no sería posible en otros países?

En estos últimos meses en varios países europeos existe una sensación de “ya basta”; “ya no podemos más”; “queremos otra cosa, otra política. Eso se ve en Irlanda, en la lucha contra el pago del agua; se ve en Bélgica con la huelga general; en Francia con movimientos y en España con lo que está pasando.

Tenemos esperanza también porque Alexis Tsipras muestra que es firme en lo que quiere hacer. Sale primer ministro y al día siguiente ya empieza con las medidas que ha prometido.

Después si Podemos logra ganar elecciones y salir como primera fuerza en España, eso también va a permitir en los otros países que se pueda volver a construir una alternativa política

¿Dónde estarían los principales obstáculos al avance de estos movimientos en Europa?

El problema es que los pueblos están muy decepcionados en general, les falta esperanza y pensar que es posible sobre todo, porque todo lo que se cuenta día a día es que no hay otra política posible. Si se demuestra que hay otra política posible, entonces todos los pueblos van a entrar en movimiento.

¿Podríamos esperar cambios de este tipo en Alemania por ejemplo, que es dominante en Europa?

Nunca se puede saber, porque por ejemplo están empezando huelgas en Alemania, algo que no había pasado desde hace tiempo. Hay que saber que hay una pobreza muy importante en Alemania, 20 por ciento está por debajo de la línea de la pobreza, por las leyes que impulsó el Partido Socialista alemán.

¿Los anuncios del Fondo Monetario Internacional sobre el buen camino que sigue España podrían significar una estrategia para evitar el cambio?

Claro, decía lo mismo para Grecia. El problema es que la juventud de estos dos países tiene que salir de sus tierras para tener un buen porvenir. Van a Europa, a América Latina y no se puede construir un país de esta manera, con una juventud que se va.

No significa nada, el FMI y los bancos piensan solamente con estadísticas, no piensan con el ser humano. Claro que uno puede tener un país con “crecimiento”, como se dice, y con la mitad de la población en la pobreza y con desigualdad, que en los países de Europa está tremenda y aumenta, aumenta y aumenta.

¿Cómo ve el desarrollo político de Chile?

Conozco poco Chile, pero bueno, lo he seguido desde la solidaridad del Golpe de Estado y de verdad es que uno piensa en cuándo se va a volver a formar una fuerza política que tenga justamente la capacidad de poner en movimiento al pueblo en Chile, porque por el momento al parecer sigue la división, muchos grupos por aquí por allá y no está la capacidad de juntar fuerza para construir una alternativa más radical en Chile.

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