Especialistas plantean que sin negociación por ramas no se fortalecerá a los trabajadores
Los especialistas abordaron las múltiples dimensiones de los problemas laborales en el país. Por ejemplo, el que la Reforma Laboral carezca de negociación por rama productiva, situación que impide establecer pisos mínimos en las condiciones de los trabajadores.
Viernes 1 de mayo 2015 16:11 hrs.
No hay posibilidad de avanzar hacia una sociedad más equitativa sin reformar el mundo del trabajo, señaló este viernes el abogado laboralista de la Universidad Diego Portales (UDP), José Luis Ugarte, en el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile.
De acuerdo al especialista, la actual normativa laboral y, específicamente, la imposibilidad de hacer una negociación colectiva por rama, atenta contra la posibilidad de avanzar en equidad.
A su juicio, no existe posibilidad real de un cambio en el país, en términos de igualdad, sin tocar el mundo del trabajo, “porque ahí es donde se produce la riqueza en fuente originaria. Un dato: no hay ningún país de los más igualitarios del mundo que no tenga negociación ramal. Nadie logra la igualdad con modelos de negociación colectiva como el que tenemos, que en realidad solo cubre al ocho por ciento de los trabajadores, que además consigue poco”, dijo asegurando que es difícil que la promesa de igualdad que la sociedad chilena está exigiendo se pueda cumplir en los próximos años sin ir al mundo del trabajo y manteniendo las reglas del juego en lo laboral.
Por su parte, el vicepresidente de la Federación Sindical Mundial, José Ortiz, sostuvo que el actual escenario que enfrentan los trabajadores es una herencia de las reformas que se hicieron durante la dictadura.
En ese sentido, el dirigente advirtió que los gobiernos siguientes no han logrado modifica lo que llamó una “cultura antisindical” que no se ha podido erradicar. “Sigue impregnada en muchos funcionarios del Estado, más allá del signo político. Lo que hay es una desconfianza tremenda en el movimiento sindical y en los trabajadores. Hay un temor a entregarle derechos a los trabajadores. Es lamentable, porque esta cultura hace que muchas cosas que deberían avanzar rápido tengan una lentitud inmensa”.
En tanto, el sociólogo de la Fundación Sol, Benjamín Saez, hizo énfasis en la gran cantidad de trabajadores a honorarios que deben cumplir obligaciones de funcionarios dependientes, pero sin tener las garantías que tienen éstos.
En particular, el especialista apuntó a la modificación que obliga a los trabajadores a honorarios a cotizar y consideró que la medida no busca beneficiarlos: “El espíritu fundamental de ese artículo de la Reforma Previsional, tanto para los independientes como para los trabajadores a honorarios, es más bien aumentar la cantidad de recursos que ingresan al sistema de pensiones. No es una ley que haya surgido en el espíritu de entregar mayores derechos a los trabajadores”.
No hay posibilidad de avanzar hacia una sociedad más equitativa sin reformar el mundo del trabajo, señaló este viernes el abogado laboralista de la Universidad Diego Portales (UDP), José Luis Ugarte, en el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile.
De acuerdo al especialista, la actual normativa laboral y, específicamente, la imposibilidad de hacer una negociación colectiva por rama, atenta contra la posibilidad de avanzar en equidad.
A su juicio, no existe posibilidad real de un cambio en el país, en términos de igualdad, sin tocar el mundo del trabajo, “porque ahí es donde se produce la riqueza en fuente originaria. Un dato: no hay ningún país de los más igualitarios del mundo que no tenga negociación ramal. Nadie logra la igualdad con modelos de negociación colectiva como el que tenemos, que en realidad solo cubre al ocho por ciento de los trabajadores, que además consigue poco”, dijo asegurando que es difícil que la promesa de igualdad que la sociedad chilena está exigiendo se pueda cumplir en los próximos años sin ir al mundo del trabajo y manteniendo las reglas del juego en lo laboral.
Por su parte, el vicepresidente de la Federación Sindical Mundial, José Ortiz, sostuvo que el actual escenario que enfrentan los trabajadores es una herencia de las reformas que se hicieron durante la dictadura.
En ese sentido, el dirigente advirtió que los gobiernos siguientes no han logrado modifica lo que llamó una “cultura antisindical” que no se ha podido erradicar. “Sigue impregnada en muchos funcionarios del Estado, más allá del signo político. Lo que hay es una desconfianza tremenda en el movimiento sindical y en los trabajadores. Hay un temor a entregarle derechos a los trabajadores. Es lamentable, porque esta cultura hace que muchas cosas que deberían avanzar rápido tengan una lentitud inmensa”.
En tanto, el sociólogo de la Fundación Sol, Benjamín Saez, hizo énfasis en la gran cantidad de trabajadores a honorarios que deben cumplir obligaciones de funcionarios dependientes, pero sin tener las garantías que tienen éstos.
En particular, el especialista apuntó a la modificación que obliga a los trabajadores a honorarios a cotizar y consideró que la medida no busca beneficiarlos: “El espíritu fundamental de ese artículo de la Reforma Previsional, tanto para los independientes como para los trabajadores a honorarios, es más bien aumentar la cantidad de recursos que ingresan al sistema de pensiones. No es una ley que haya surgido en el espíritu de entregar mayores derechos a los trabajadores”.
No hay posibilidad de avanzar hacia una sociedad más equitativa sin reformar el mundo del trabajo, señaló este viernes el abogado laboralista de la Universidad Diego Portales (UDP), José Luis Ugarte, en el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile.
De acuerdo al especialista, la actual normativa laboral y, específicamente, la imposibilidad de hacer una negociación colectiva por rama, atenta contra la posibilidad de avanzar en equidad.
A su juicio, no existe posibilidad real de un cambio en el país, en términos de igualdad, sin tocar el mundo del trabajo, “porque ahí es donde se produce la riqueza en fuente originaria. Un dato: no hay ningún país de los más igualitarios del mundo que no tenga negociación ramal. Nadie logra la igualdad con modelos de negociación colectiva como el que tenemos, que en realidad solo cubre al ocho por ciento de los trabajadores, que además consigue poco”, dijo asegurando que es difícil que la promesa de igualdad que la sociedad chilena está exigiendo se pueda cumplir en los próximos años sin ir al mundo del trabajo y manteniendo las reglas del juego en lo laboral.
Por su parte, el vicepresidente de la Federación Sindical Mundial, José Ortiz, sostuvo que el actual escenario que enfrentan los trabajadores es una herencia de las reformas que se hicieron durante la dictadura.
En ese sentido, el dirigente advirtió que los gobiernos siguientes no han logrado modifica lo que llamó una “cultura antisindical” que no se ha podido erradicar. “Sigue impregnada en muchos funcionarios del Estado, más allá del signo político. Lo que hay es una desconfianza tremenda en el movimiento sindical y en los trabajadores. Hay un temor a entregarle derechos a los trabajadores. Es lamentable, porque esta cultura hace que muchas cosas que deberían avanzar rápido tengan una lentitud inmensa”.
En tanto, el sociólogo de la Fundación Sol, Benjamín Saez, hizo énfasis en la gran cantidad de trabajadores a honorarios que deben cumplir obligaciones de funcionarios dependientes, pero sin tener las garantías que tienen éstos.
En particular, el especialista apuntó a la modificación que obliga a los trabajadores a honorarios a cotizar y consideró que la medida no busca beneficiarlos: “El espíritu fundamental de ese artículo de la Reforma Previsional, tanto para los independientes como para los trabajadores a honorarios, es más bien aumentar la cantidad de recursos que ingresan al sistema de pensiones. No es una ley que haya surgido en el espíritu de entregar mayores derechos a los trabajadores”.
