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¿Crisis de liderazgo?

Columna de opinión por Hugo Mery
Viernes 26 de junio 2015 8:34 hrs.


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En los últimos quince días se ha expandido en forma creciente la sensación de una falta de manejo político por parte de la Jefa de Estado, después del reajuste de su gabinete y la casi inmediata salida de quien fuera nombrado Ministro de la Presidencia de la República,  Jorge Insunza.

Es obvio que la oposición pretende sacar partido de una situación en que nadie ha ganado nada (“si no tiene a quien nombrar, podemos proporcionarle nombres nuestros”), pero tampoco se trata de “leseras” como las califico la propia Michelle Bachelet. En círculos oficialistas se critica la tardanza también de otros nombramiento como el de un nuevo Contralor –el que abre siempre  negociaciones en el  duopolio-, pero ayer vino a sumarse la renuncia “voluntaria” del periodista  Rodolfo Baier a la Subsecretaria General de Gobierno, por razones en las que no está ajena un “boleteo” cuando era un simple profesional que vendía sus servicios a empresas privadas.

En la impaciencia oficialista está el deseo de los partidos, en especial el del PPD, de definir su número de cartas en el gabinete, pero todos los ímpetus ceden ante un hecho incuestionable: La necesidad de una mayor prolijidad en los nombres escogidos, después que Insunza no previniera sus lazos con empresas cuestionadas; no caer en investigaciones policiacas, pero no hacer pura fe en la información de  los favorecidos, deslizándose un poquitín en argucias de inteligencia.

Es posible que la disponibilidad de candidatos haya disminuido, en medio del desprestigio y levantamiento de sospechas generalizadas en el que han caído los políticos. Está claro que un nuevo error en la conformación de ministros, subsecretarios, autoridades regionales y embajadores  podría causar un daño irreparable a la Presidenta.

Lo que ya se percibe como  una falta de manejo presidencial está horadando la confiabilidad en la Presidenta, al punto que algún antiguo oficialista ha considerado hasta su eventual renuncia. La caída de los tres principales Ministros de su primer gabinete la dejó lista para un reacomodo de su círculo más estrecho de colaboradores. Aunque logre establecerlo ya no será lo mismo en la medida que tenga que abrirse a los partidos que la sustentan. La nominación de antiguas cartas  como el ex senador José Antonio Viera-Gallo  en la embajada de Buenos Aires y de la consideración de la ex ministra e intendenta Metropolitana Adriana del Piano en la SEGPRES reabren la competencia entre la vieja Concertación y la Nueva Izquierda.

La irrupción en las calles de los sectores sociales (maestros, estudiantes, portuarios, pescadores artesanales, trabajadores del transporte y damnificados en siniestros) hacen aún más especioso el panorama nacional, al punto de desdibujarse las fronteras políticas entre gobierno y oposición.

Los triunfos en el fútbol sudamericano han alejado solo por un instante las sensaciones frustrantes   acentuadas por el insólito fallo judicial que  exculpa a farmacias y laboratorios de la colusión de precios, y al contrario los maestros en su prolongada huelga han conseguido la bendición del seleccionado nacional. Esta paralización que está a punto de llegar al mes es otra bomba de tiempo que, por un lado, tensione las relaciones entre Gobierno y Profesores y, por otro deje a estos sin sueldo y estudiantes sin clases ni comidas en un año escolar que no se sabe si podrá completarse. La base del Magisterio están más o menos divididas, y también es cierto que el ministro Eyzaguirre, con sus dichos ambiguos y contradictorios, no es el mejor interlocutor en un terreno en el que ahora hay una posibilidad de avanzar.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.