Actualmente, más de nueve millones de trabajadores están en las AFP, entidades que pagan poco más de 900 mil pensiones a un promedio de 173 mil 550 pesos. Sin embargo, del total de afiliados el 48,5 por ciento no cotiza, por lo que su futuro previsional será subvencionado por el Estado, que paga el 60 por ciento de las jubilaciones, que corresponden a las pensiones solidarias.
En este sentido, Luis Mesina destacó que el sistema de AFP atenta contra convenciones internacionales y derechos esenciales de los trabajadores al requisarles el dinero destinado a sus pensiones para ser usado en la especulación financiera.
“El mercado de capitales ha permitido que los grandes grupos económicos se financien, tomen recursos de propiedad de los trabajadores y los destinen a fines que son totalmente ajenos a los objetivos de la previsión, porque si los dineros se utilizaran al final de la vida activa para pagar pensiones como la gente, bueno la cosa sería distinta”, dijo.
En este contexto la agrupación convocó a una protesta nacional que se realizará el próximo 10 de diciembre. “Todos debemos hacer un pequeño sacrificio ese día, para manifestarnos a partir de nuestras realidades”, recalcó Mesina.
Mesina también criticó duramente la decisión de la Superintendencia de Pensiones de aumentar nuevamente la esperanza de vida de los chilenos, lo que disminuye las pensiones indicando que una decisión de esas características debiera tomarla el INE y no una superintendencia que adolece de los criterios técnicos adecuados.
“Esto es gravísimo, porque según los propios datos de la Superintendencia esto puede perjudicar en un 2.2 por ciento la pensión de las mujeres y en un 2.1 la de los hombres. Cada decisión de estas autoridades no hace más que agravar las precarias condiciones en que viven los chilenos después de su vida activa. Este sistema no va a resolver la grave situación en que viven millones de trabajadores chilenos, por lo que se vuelve un imperativo ético luchar contra esto, para que se termine”, recalcó.
Por su parte, la secretaria general de la Confusam Carolina Espinoza, indicó que “la AFP es un fondo de dinero para los empresarios, para los ricos, para los poderosos de este país, dinero que moja muchas voluntades de todos los sectores políticos y los trabajadores estamos convencidos de que sólo la fuerza de la unidad y la movilización nos permitirá cambiar esta triste realidad”.
En el mismo sentido, Ximena Aguirre representante del sector cabreados de la ANEF, señaló que el llamado es a protestar a partir de las 7 de la mañana del 10 de diciembre, hasta concluir la jornada a las 21 horas con un cacerolazo en repudio al sistema de Administración de Fondos de Pensiones.
En Chile más del 70 por ciento de los trabajadores gana menos de $350 mil mensuales y con esos ingresos, aun trabajando 40 años sin interrupción, sus ahorros serán insuficientes para una pensión digna.
En contraposición a lo anterior, los funcionarios de las FFAA a quienes se les mantuvo en el antiguo sistema de reparto, reciben pensiones 10 veces más altas que los de las AFP. Otro tanto ocurre con los trabajadores que permanecieron en el antiguo sistema (INP), quienes reciben pensiones cuatro veces más altas que los de las AFP.
Actualmente, más de nueve millones de trabajadores están en las AFP, entidades que pagan poco más de 900 mil pensiones a un promedio de 173 mil 550 pesos. Sin embargo, del total de afiliados el 48,5 por ciento no cotiza, por lo que su futuro previsional será subvencionado por el Estado, que paga el 60 por ciento de las jubilaciones, que corresponden a las pensiones solidarias.
En este sentido, Luis Mesina destacó que el sistema de AFP atenta contra convenciones internacionales y derechos esenciales de los trabajadores al requisarles el dinero destinado a sus pensiones para ser usado en la especulación financiera.
“El mercado de capitales ha permitido que los grandes grupos económicos se financien, tomen recursos de propiedad de los trabajadores y los destinen a fines que son totalmente ajenos a los objetivos de la previsión, porque si los dineros se utilizaran al final de la vida activa para pagar pensiones como la gente, bueno la cosa sería distinta”, dijo.
En este contexto la agrupación convocó a una protesta nacional que se realizará el próximo 10 de diciembre. “Todos debemos hacer un pequeño sacrificio ese día, para manifestarnos a partir de nuestras realidades”, recalcó Mesina.
Mesina también criticó duramente la decisión de la Superintendencia de Pensiones de aumentar nuevamente la esperanza de vida de los chilenos, lo que disminuye las pensiones indicando que una decisión de esas características debiera tomarla el INE y no una superintendencia que adolece de los criterios técnicos adecuados.
“Esto es gravísimo, porque según los propios datos de la Superintendencia esto puede perjudicar en un 2.2 por ciento la pensión de las mujeres y en un 2.1 la de los hombres. Cada decisión de estas autoridades no hace más que agravar las precarias condiciones en que viven los chilenos después de su vida activa. Este sistema no va a resolver la grave situación en que viven millones de trabajadores chilenos, por lo que se vuelve un imperativo ético luchar contra esto, para que se termine”, recalcó.
Por su parte, la secretaria general de la Confusam Carolina Espinoza, indicó que “la AFP es un fondo de dinero para los empresarios, para los ricos, para los poderosos de este país, dinero que moja muchas voluntades de todos los sectores políticos y los trabajadores estamos convencidos de que sólo la fuerza de la unidad y la movilización nos permitirá cambiar esta triste realidad”.
En el mismo sentido, Ximena Aguirre representante del sector cabreados de la ANEF, señaló que el llamado es a protestar a partir de las 7 de la mañana del 10 de diciembre, hasta concluir la jornada a las 21 horas con un cacerolazo en repudio al sistema de Administración de Fondos de Pensiones.
En Chile más del 70 por ciento de los trabajadores gana menos de $350 mil mensuales y con esos ingresos, aun trabajando 40 años sin interrupción, sus ahorros serán insuficientes para una pensión digna.
En contraposición a lo anterior, los funcionarios de las FFAA a quienes se les mantuvo en el antiguo sistema de reparto, reciben pensiones 10 veces más altas que los de las AFP. Otro tanto ocurre con los trabajadores que permanecieron en el antiguo sistema (INP), quienes reciben pensiones cuatro veces más altas que los de las AFP.
Actualmente, más de nueve millones de trabajadores están en las AFP, entidades que pagan poco más de 900 mil pensiones a un promedio de 173 mil 550 pesos. Sin embargo, del total de afiliados el 48,5 por ciento no cotiza, por lo que su futuro previsional será subvencionado por el Estado, que paga el 60 por ciento de las jubilaciones, que corresponden a las pensiones solidarias.
En este sentido, Luis Mesina destacó que el sistema de AFP atenta contra convenciones internacionales y derechos esenciales de los trabajadores al requisarles el dinero destinado a sus pensiones para ser usado en la especulación financiera.
“El mercado de capitales ha permitido que los grandes grupos económicos se financien, tomen recursos de propiedad de los trabajadores y los destinen a fines que son totalmente ajenos a los objetivos de la previsión, porque si los dineros se utilizaran al final de la vida activa para pagar pensiones como la gente, bueno la cosa sería distinta”, dijo.
En este contexto la agrupación convocó a una protesta nacional que se realizará el próximo 10 de diciembre. “Todos debemos hacer un pequeño sacrificio ese día, para manifestarnos a partir de nuestras realidades”, recalcó Mesina.
Mesina también criticó duramente la decisión de la Superintendencia de Pensiones de aumentar nuevamente la esperanza de vida de los chilenos, lo que disminuye las pensiones indicando que una decisión de esas características debiera tomarla el INE y no una superintendencia que adolece de los criterios técnicos adecuados.
“Esto es gravísimo, porque según los propios datos de la Superintendencia esto puede perjudicar en un 2.2 por ciento la pensión de las mujeres y en un 2.1 la de los hombres. Cada decisión de estas autoridades no hace más que agravar las precarias condiciones en que viven los chilenos después de su vida activa. Este sistema no va a resolver la grave situación en que viven millones de trabajadores chilenos, por lo que se vuelve un imperativo ético luchar contra esto, para que se termine”, recalcó.
Por su parte, la secretaria general de la Confusam Carolina Espinoza, indicó que “la AFP es un fondo de dinero para los empresarios, para los ricos, para los poderosos de este país, dinero que moja muchas voluntades de todos los sectores políticos y los trabajadores estamos convencidos de que sólo la fuerza de la unidad y la movilización nos permitirá cambiar esta triste realidad”.
En el mismo sentido, Ximena Aguirre representante del sector cabreados de la ANEF, señaló que el llamado es a protestar a partir de las 7 de la mañana del 10 de diciembre, hasta concluir la jornada a las 21 horas con un cacerolazo en repudio al sistema de Administración de Fondos de Pensiones.
En Chile más del 70 por ciento de los trabajadores gana menos de $350 mil mensuales y con esos ingresos, aun trabajando 40 años sin interrupción, sus ahorros serán insuficientes para una pensión digna.
En contraposición a lo anterior, los funcionarios de las FFAA a quienes se les mantuvo en el antiguo sistema de reparto, reciben pensiones 10 veces más altas que los de las AFP. Otro tanto ocurre con los trabajadores que permanecieron en el antiguo sistema (INP), quienes reciben pensiones cuatro veces más altas que los de las AFP.
