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Año XVI, 28 de marzo de 2024


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Militantes DC exigen renuncia de Jorge Pizarro en antesala de Junta Nacional

Así lo plantean el diputado Fuad Chahin y el ex presidente de la colectividad Ricardo Hormazábal, quienes critican que el actual presidente de la colectividad no asuma la responsabilidad política y personal que ha llevado a la Democracia Cristiana a caer abruptamente en su valoración ciudadana.

Fernando Seymour

  Jueves 31 de marzo 2016 20:34 hrs. 
Jorge Pizarro

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Este sábado se realizará una nueva Junta Nacional de la Democracia Cristiana. Y tal como lo reconocen sus propios protagonistas, la situación es muy complejo al interior del partido.

Así quedó de manifiesto, por ejemplo, en los recientes debates legislativos respecto de los proyectos de Reforma Laboral y despenalización del aborto en tres causales.

A esto se suman las permanentes críticas hacia la conducción del presidente DC Jorge Pizarro y la relación de sus hijos con la empresa SQM que investiga el Ministerio Pública, en cuanto a financiamiento irregular de campañas políticas.

A pocas horas del encuentro partidario, el Movimiento Vanguardia Popular Demócrata Cristiana, publicó una carta, firmada por quince militantes y dirigida a quienes participarán en el encuentro.

Bajo el título “Por la necesaria unidad de la Democracia Cristiana”, el texto plantea que “Chile vive un momento difícil producto de la crisis de confianza que afecta a las instituciones políticas, religiosas y empresariales y se extiende hacia todo el conjunto de la vida ciudadana. Las elites institucionales están afectadas por un reproche ético a partir del descubrimiento de conductas ilícitas, delictuales o, al menos reprochables desde el punto de vista moral, que vinculan a los dirigentes políticos y empresarios”.

Además, el texto apunta a que “nuestro partido no está ajeno a ello y más allá de que no haya aun personas sometidas a procesos penales, ha quedado en evidencia una serie de conductas de dirigentes y militantes de la Democracia Cristiana que merecen reparos éticos. Los chilenos confían cada vez menos en los políticos y sus instituciones y ello afecta a la Democracia Cristiana que ha perdido de modo significativo el prestigio que lo llevó por décadas a ser el partido político más importantes de Chile. La falta de reacción y la ausencia de sanciones por parte de los organismos partidarios nos ha puesto al lado de la UDI en el máximo nivel de reproche ciudadano”.

En ese sentido, los militantes firmantes exigen que “corresponde que los tribunales internos respondan de manera pronta, eficaz y ejemplificadora, exigiendo que las personas cuestionadas no puedan representar al PDC en cargos de elección popular ni ejercer autoridad interna. Esta Junta Nacional que ustedes integran debe pronunciarse al respecto. No es menos importante para la DC el conjunto de actos de indisciplina partidaria por parte de diputados y senadores que han votado y argumentado en contra de los acuerdos expresos tomados en el máximo organismo partidario: el V Congreso de 2007”.

“Ha quedado en evidencia, a partir de la creciente debilidad del gobierno y sus propios errores, por un lado y, por otro, de la insuficiente cohesión de los partidos de la Nueva Mayoría, una actitud errática de la directiva y parlamentarios del PDC, en las que se revelan indisciplina y en algunos casos el interés directo por terminar de hecho con la coalición que gobierna el país”, añade el documento.

En ese contexto, el diputado DC Fuad Chahin, en conversación con la primera edición de Radio Análisis de nuestra emisora, planteó la necesidad de que la Democracia Cristiana comience a tomar definiciones. “Si continuamos en una situación de indecisión respecto de temas medulares, donde no existen definiciones institucionales, estamos condenados a la intrascendencia”.

Además, asegura que “indudablemente la presidencia de Jorge Pizarro, con la situación familiar que lo afecta, lo ha puesto en una situación de debilidad política, y eso es innegable. Es el personaje público peor evaluado según las últimas encuestas y eso ha arrastrado también a la Democracia Cristiana, que ha sido el partido que más ha caído desde el punto de vista de la valoración ciudadana”.

Como jefe de bancada, reconoce que “hay quienes creen que esta será una buena Junta si tenemos un buen clima, despejado, a lo más nubosidad parcial. Y para eso algunos están dispuestos a eludir el debate, que tengamos un voto político como siempre, que trate de dejar bien a todo el mundo, un voto político de unidad”.

Y agrega: “Pero son tan ambiguos los votos políticos de nuestros acuerdos que al final todo el mundo lo interpreta a su antojo y después priman nuevamente las posiciones particulares y ese es un problema serio y grave”.

En cuanto a la compleja situación que atraviesa el senador Jorge Pizarro, la mencionada carta apunta directamente a sus responsabilidades. “La decisión de un grupo de senadores de votar en contra aspectos de la reforma laboral presentada por el gobierno que el PDC sustenta como parte de la Nueva Mayoría, es muchísimo más grave que la indisciplina que justificó la expulsión del senador Adolfo Zaldívar en su momento. Todo esto revela una deficiente conducción política de la actual dirección partidaria, muy centrada en el presidente, que pese a ser uno de los políticos peor evaluados en las encuestas sigue apareciendo como si nada de eso sucediera”.

“Afectan a la Democracia Cristiana los hechos y omisiones de su presidente en materias éticas y políticas –detalla el documento– y ello debe ser resuelto por esta Junta Nacional. Esperamos que, por el bien del Partido y en aras de su propia trayectoria como dirigente interno y parlamentario, el senador Pizarro decline a continuar ejerciendo el cargo para el que fue elegido hace un año y permita que una conducción unitaria enfrente las próximas elecciones municipales y la realización del VI Congreso ya convocado y pendiente. Su permanencia en el cargo hace daño a la DC, lo que está en sus manos evitar. Declinar al cargo que se ejerce no es una condena. Muchos presidentes del Partido renunciaron al cargo por errores ajenos o derrotas políticas, dando señal de responsabilidad política y amor al partido”.

Precisamente como uno de sus firmantes, el ex presidente de la colectividad Ricardo Hormazábal advierte que “Jorge Pizarro, más allá de que se considere inocente y no vinculado, se tiene que dar cuenta que concita un repudio notable en el país, y eso le hace daño a la DC. Yo renuncié haciéndome cargo de un error de otros para salvar la imagen de la Democracia Cristiana. Soledad Alvear y Enrique Krauss renunciaron por fracasos electorales”.

“Solo Pizarro e Ignacio Walker son los que no asumen sus responsabilidades. Walker, cuando nos llevó al fracaso con Claudio Orrego del ocho por ciento”, recuerda el propio Hormazábal. Su posición es que quienes deben continuar a la cabeza del partido son los integrantes de la actual directiva, pero sin Pizarro.

Además, anticipa que será esta Junta Nacional la que definirá a los candidatos para las elecciones municipales. “Un Consejo en el que están coludidos todos los grupos, en el mismo sentido en el que todos los chilenos reprochan a las farmacias y a las papeleras. Estos grupos tienen armado un esquema de poder, por lo que el que se mueve de la foto no queda como candidato. Un hecho que contraría las tradiciones de respeto a las opiniones que se puedan expresar”.

Finalmente, el diputado Chahin anticipa que en el encuentro sin duda que existirá un voto político de censura al presidente del partido. “Es algo que va a salir básicamente desde los militantes de base, quienes se sienten indignados y avergonzados por lo que está ocurriendo con la DC”.

Algo muy similar a lo que plantean los quince militantes que suscriben la citada carta, entre los que destacan, además de Hormazábal, Jaime Hales, Patricio Basso, Rodrigo Albornoz –quien encabezó la tercera lista en la última elección de directiva– y, por primera un parlamentario: el diputado René Saffirio.

“El actual presidente y su antecesor se han negado a asumir sus responsabilidades en la pérdida de cientos de miles de votos, en derrotas desastrosas y en cuestionamientos profundos que tocan la ética personal e institucional. La actual conducción ha sido incapaz de orientar el quehacer partidario, ineficaz en mantener la disciplina y la coherencia interna entre las decisiones de los parlamentarios DC y los acuerdos internos. Llamamos a los camaradas de la Junta Nacional a realizar un debate profundo y sereno, franco y respetuoso, que permita concluir en medidas que saquen al Partido del estado actual”, concluye el texto.

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