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La exitosa obra de teatro que sitúa a Shakespeare en las cárceles chilenas

Una nueva versión de "Ricardo III", el clásico del dramaturgo inglés, se está presentando con funciones agotadas en el Centro Cultural Gabriela Mistral. El montaje incluye en su elenco a personas que han pasado por centros penitenciarios y se encuentran en proceso de reinserción. "Lo que pasa en este palacio, en el fondo, es lo mismo que pasa en una cárcel", dice su directora.

Rodrigo Alarcón

  Martes 19 de abril 2016 19:01 hrs. 
Ricardo III 01 © Jórge Sánchez

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Ricardo III, la obra que William Shakespeare escribió a fines del siglo XVI, narra la historia del hermano del rey Eduardo IV, quien conspira para acceder al trono. Sin piedad, se deshace e incluso asesina a cualquiera que se interponga en la línea de sucesión, pero en la batalla final cae derrotado por el futuro rey Enrique VII, mientras los fantasmas de sus adversarios lo atormentan. Es allí cuando pronuncia esa frase, “mi reino por un caballo”.

Esa historia, situada en el reinado de Ricardo III de York, a fines del siglo XV, está siendo representada por estos días en Santiago, pero en un contexto radicalmente distinto y, al parecer, exitoso: las entradas agotadas están agotadas hasta el fin de la temporada.

En la primera obra de una temporada dedicada a conmemorar los 400 años de la muerte de Shakespeare, el Centro Cultural Gabriela Mistral está presentando Ricardo III bajo la dirección de Jacqueline Roumeau, quien también se encargó de adaptar el texto, junto a Karla Güttner y Ángelo Olivier.

La directora es también la fundadora de la Corporación de Artistas por la Rehabilitación y Reinserción Social a través del Arte (Coartre), que en los últimos 15 años ha desarrollado su trabajo en distintas cárceles del país.

Por eso, es casi natural que esta versión de Ricardo III rescate el clima de las cárceles chilenas: “Al empezar a estudiar y meterme como debajo de los textos de Shakespeare, en el submundo de todo esto, me di cuenta que era una obra para hacerla en la cárcel, porque lo que pasa en este palacio, en el fondo, es lo mismo que pasa en una cárcel”, dijo en el programa Radiópolis de Radio Universidad de Chile.

“Quise rescatar la atmósfera de la cárcel, sin caer en lo obvio, en el lugar común. Tuvimos hartas conversaciones respecto de eso, porque muchos actores no me entendían que rescatar la cárcel no era hablar en coa ni nada de eso, sino que rescatar la atmósfera”, agregó.

Como ya lo había hecho en obras anteriores (Torre 5, Pabellón 2- Rematadas, Colina1, Tierra de nadie), la directora convocó para esta obra a un elenco de personas que han pasado por centros penitenciarios. A ellos, esta vez, se unieron intérpretes profesionales, quienes forman parte de una puesta en escena que remite al punk y la oscuridad, de acuerdo a sus creadores.

“El mismo vestuario es medio dark, hay como un estilo punk y toda esa oscuridad le da un toque muy especial a la obra”, explica Gabriel Suárez, parte del elenco.

“A muchos les da miedo agarrar un texto de Shakespeare y hacerlo, entonces este trabajo es muy conmovedor. Me gusta mucho, me cambió totalmente la vida. A mí me gusta mucho el teatro, he leído a Stanislavsky y estudié dos años, pero este trabajo cambió mucho mi perspectiva sobre el teatro”, agregó.

Ricardo III se ha presentado desde fines de marzo y este fin de semana finaliza su temporada en el GAM, con entradas completamente agotadas. Más información en GAM.

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