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Avances y obstáculos en la lucha contra el Sida

La XXI Conferencia inaugurada este lunes en Sudáfrica insiste en los “enormes desafíos” que plantea la enfermedad. Pese a los avances significativos en los tratamientos con antirretrovirales, la cantidad de infecciones anuales permanece elevada.

RFI

  Miércoles 20 de julio 2016 10:37 hrs. 
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Celebrada de forma bianual, la la 21ª conferencia internacional sobre el Sida empezó el lunes en la ciudad sudafricana de Durban, 16 años después de que Nelson Mandela urgiera allí trabajar por el acceso a los tratamientos antirretrovirales a todos los enfermos.

La cantidad anual de nuevas infecciones ha permanecido relativamente constante, con un alto nivel de 2,5 millones durante los diez últimos años, según datos de 195 países entre 1980 y 2015 publicados por The Lancet. La divulación de esos resultados coinciden con la conferencia internacional, destinada a evaluar los avances contra una epidemia que mata cada año a 30 millones de personas desde los años 1980 y que no tiene todavía vacuna.

Según el informe publicado por The Lancet, unos 38,8 millones de personas vivían con el VIH en 2015, número en aumento creciente desde 2000, cuando totalizaban 29 millones. Arroja “una imagen inquietante de la lentitud de los avances en la reducción de las nuevas infecciones con HIV”, explicó Haidong Wang, de la Universidad de Washington, principal autor del estudio.

Efectivamente, tras un periodo de rápido declive a partir de un pico de 3,3 millones de nuevos infectados en 1997, la cantidad anual permanece en niveles similares. Aunque la utilización de tratamientos antirretrovirales (ARV) avanzó de 6,4% en 2005 a 38,6% en 2015 para los hombres infectados, esta cubertura terapéutica es muy variable según distintos países y regiones. Además, entre 2005 y 2015, la tasa de nuevas infecciones con VIH aumentó en 74 países, especialmente en Asia del sureste, África del Norte y Medio Oriente, así como en algunos países de Europa Occidental.

A pesar de los avances, la mayoría de los países están lejos de alcanzar el objetivo fijado por Onusida de aquí a 2020, que consiste en tratar el 90% de los pacientes infectados. Lograr a este reto implica tratar con ARV al 81% de las personas infectadas, lo que necesita inversiones considerables. “Se necesitará por lo tanto un aumento masivo de los esfuerzos de los gobiernos y los organismos internacionales para alcanzar los 36.000 millones de dólares necesarios para realizar cada año el objetivo de poner fin al sida de aquí a 2030”, destacó Christopher Murray de la misma institución al origen del estudio.

A pesar de más promesas políticas, la financiación es “insuficiente” y sistemas de salud están “al borde de la implosión”, denunciaron este lunes varias organizaciones especializadas. Haidong Wang añadió también que la situación podría agravarse a causa del “estancamiento” de la financiación de los programas contra el VIH. Por su parte, Bill Gates que está muy implicado en esta lucha, declaró que “si no actuamos, los logros duramente conseguidos en África subsahariana en los últimos 15 años podrían verse anulados”.

Motivos para seguir luchando

Hasta ahora, las muertes causadas por el Sida cayeron especialmente gracias a la intensificación de los tratamientos antirretrovirales y a la prevención de la transmisión del virus de madre a hijo. Un estudio publicado este martes en Estados Unidos asegura que los ARV reducen el riesgo de transmisión del Sida también en parejas.

Este estudio, que fue llevado a cabo en 75 clínicas de 14 países europeos entre septiembre de 2010 y mayo de 2014, parece “útil para comprender y apreciar mejor el riesgo vinculado al virus para las parejas serodiscordantes que mantienen relaciones sin protección”, señalaron sus autores.

Esta conferencia fue también la ocasión para los 18 mil participantes de descubrir los resultados “prometedores” de una vacuna contra el VIH. Este estudio, realizado sobre 252 personas durante 18 meses, se basó en resultados significativos de 2009 de una vacuna experimental a la que el sistema inmunológico respondió bien: “Queríamos determinar si esta vacuna era segura (…) y soportable” para los pacientes, explicó a la AFP la doctora Kathy Mngadi, una investigadora del proyecto.

Esos resultados permitirán realizar un estudio a gran escala a partir de este año.

Sin embargo, la copresidenta del ensayo, Fatima Laher, concedió que esa vacuna experimental “dio esperanzas pero también reveló todo lo que aún teníamos que aprender”. Además, Daniel Scott, director de investigaciones al Instituto Pasteur de Paris, dijo que “hay que ser prudente con esas conclusiones preliminares” y que esta vacuna demuestra una “eficacia muy moderada”.

Diciendo que el “resultado final es sumamente bajo”, Daniel Scott invita a la prudencia y expone los desafíos que hay que superar. Frente a una epidemia que retrocede difícilmente, la francesa Françoise Barré-Sinoussi, premio Nobel de medicina por haber participado en el descubrimiento del Sida, insiste en la necesidad de financiamiento: “Este año es crucial. Necesitamos hacer todos los cambios necesarios para evolucionar hacia una generación sin sida. Pero no estamos listos”.

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