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Angela Davis contra el capital, el racismo y todas las formas de opresión

Por segunda vez en Chile, la legendaria activista revisitó lugares emblemáticos, recordó su presidio en Estados Unidos, dio una clase magistral y dijo fuerte y claro que todas las luchas del mundo están interconectadas.

Victoria Vinals

  Jueves 21 de julio 2016 13:04 hrs. 
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La primera vez que Ángela Davis (Birmingham, Alabama, 1944), visitó Chile fue en 1972. Tenía 28 años y ya había estudiado con Adorno y Marcuse, sido académica de filosofía y expulsada de la Universidad de California donde impartía clases.

La persecución política que experimentó surgió luego de que se descubriera su militancia en el Partido Comunista norteamericano y su militancia en el movimiento Panteras Negras. Fue acusada de asesinato y secuestro por el caso de “Los hermanos de Soledad”, por el cual estuvo encarcelada y resultó finalmente absuelta gracias a la enorme presión internacional que desató el caso y el apoyo al black power.

Durante la visita de Angela Davis en el gobierno de Allende, la activista donó dineros que fueron utilizados en la urbanización de la población que hoy lleva su nombre y que hasta ese momento era un campamento.

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Angela Davis estuvo de visita en nuestro país en el marco del décimo Encuentro del Instituto Hemisférico de Performance y Política de la Universidad de Nueva York.

La ruta de la académica norteamericana comenzó el domingo 17 julio con una visita a la población que lleva su nombre en la comuna de Recoleta. Con un acto organizado por pobladores y organizaciones sociales, Angela Davis agradeció nuevamente a Chile por la activa participación que tuvo a favor de su liberación de la cárcel.

El regreso después de 44 años fue emocionante y estuvo marcado por los saludos y regalos de los pobladores, por las palabras de las lamngen mapuche Carmen Nehual y Olga Traipe Antileo y por el discurso anticarcelario de la académica de la Universidad de Chile, María Emilia Tijoux.

“Chile se ha convertido en una cárcel, no solamente porque exhibe la cifra del segundo país después de Estados Unidos en tener más presos per capita, sino porque el abandono del Estado, su gobierno y sus instituciones junto al silencio y la ceguera de una sociedad que capturada por el miedo, el mercado y el extremo individualismo, han dejado lanzados a su suerte, a los niños y las niñas, en instituciones como el Sename pensadas para su protección, que no han sido más que cárceles de menores administradas por irresponsables que han permitido que se les abuse y se les asesine”, señaló en su discurso la académica chilena.

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Aunque la actividad fue catalogada como un éxito, los vecinos estaban molestos con la organización y con la excesiva intervención de la Municipalidad liderada por Daniel Jadue. En el ambiente había la sensación de que la pobla había sido ocupada por extraños, por invasores y por oportunistas. Y así se lo hicieron sentir a Jadue con pifias y abucheos después de que habló.

Y es que la Población Angela Davis ha cambiado en los últimos 40 años. La noche antes de la visita ilustre sonaron unos petardos en la cancha. Por cierto que no se trataba de celebraciones anticipadas, era el aviso de que había llegado la droga. Hubo gente que pensó que Angela Davis era un grupo de cumbia. Y la avanzada de la pobla, la facción consciente y autogestionada, no pudo creer el aprovechamiento político del Partido Comunista, en una población que esconde su miseria y abandono detrás de unas canchas de pasto sintético.

“Es una lucha anticapitalista, una lucha antiracista y feminista (…) Todas nuestras luchas están interconectadas”, dijo Angela Davis antes de irse.

La Fech, los recuerdos y el aborto libre

Al día siguiente se reunió con integrantes de la Mesa Fech y con miembros de las diferentes Secretarías de Género de la Universidad de Chile. En esa oportunidad, celebró la lucha de los estudiantes chilenos y se sorprendió al enterarse de que en Chile todavía no existe el aborto libre, bandera de lucha de los colectivos feministas de la universidad.

“En general buscamos soluciones de corto plazo, pero para detener la violencia de género, es necesario cambiar el mundo. Y otra cosa que ha estado clara por mucho tiempo es que los hombres tienen que tomar una parte importante en esta lucha. ¿Cómo puede ser que estemos en el siglo XXI y aún se siga pensando que este es un tema sólo de las mujeres?”, se preguntó.

Además, el grupo que se reunió con la activista le regaló afiches creados por la Fech de 1971 donde se exigía su liberación.

“Todos debemos saber, reconocer, que los movimientos más radicales de la historia siempre han sido liderados por la juventud, por los estudiantes, jóvenes trabajadores. Nosotros, que somos más viejos, tenemos que aprender tanto de la gente joven”, dijo Angela Davis.

Sobre la lucha de las mujeres en general y sobre su propia lucha que reúne la raza, la clase y el género, Angela Davis señaló:

“Mi experiencia ha sido – y no quiero decir con esto que la contribución de los hombres al movimiento social ha sido pequeña – pero mi experiencia ha sido que las mujeres siempre hacen el trabajo importante, pero históricamente se les ha negado el reconocimiento. Es un hecho que si miramos la historia de Estados Unidos y pensamos en el movimiento por los derechos civiles, ¿en quién pensamos? Martin Luther King. Y si pensamos en mujeres quizás pensamos en Rosa Parks. Pero no somos conscientes del hecho de que fueron mujeres quienes hicieron toda esa organización, quienes hicieron posible que el Dr. King se convirtiera en una persona escuchada.

A menudo me gusta señalar que el momento fundamental en la lucha por los derechos civiles, el “Montgomery Bus Boycott” en 1955, que tuvo lugar en Montgomery Alabama, fue realizado por mujeres negras pobres, mujeres negras amas de casa, cocineras, lavanderas y mujeres afro de la comunidad blanca, quienes se negaron a manejar el bus, y entonces ellas fueron quienes hicieron posible emerger el movimiento, y ellas fueron borradas de la historia.

Digo esto, porque creo que este es un momento donde las mujeres están en aumento. Es un hecho que si alguien mira el movimiento “Black Lives Matter” en Estados Unidos, ve que fueron mujeres quienes lo empezaron, mujeres negras, mujeres negras queer, y muchos de los hombres que están involucrados en ese movimiento están desarrollando un contenido feminista, lo cual es muy emocionante”.

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Del abolicionismo carcelario, a la urgencia de desmontar a Trump

Tal fue su sorpresa al enterarse de que en Chile todavía está penalizado el aborto, que al día siguiente comenzó su conferencia magistral diciendo: ¡Aborto libre! en español.

“De la abolición carcelaria al #BlackLivesMatter: Movimientos sociales y la lucha por la justicia”, fue el título de la conferencia magistral que ofreció durante cerca de 45 minutos, en el Teatro de la Universidad de Chile.

En este marco, reconoció que el mundo vivió un gran retroceso desde el siglo XX; ejemplificando que uno de éstos fue “el golpe de Estado coordinado por la CIA en contra del presidente Salvador Allende y la Unidad Popular en 1973 (…) La imagen de los detenidos dentro del Estadio [Nacional] se quedará por siempre en mi memoria”, afirmó.

También, la activista afroamericana se detuvo a comentar las urgencias políticas que aquejan a su país. “Es importante que reconozcamos que Donald Trump y la campaña para llevarlo a la Casa Blanca, ha revelado lo profundo del racismo en nuestra sociedad (…) Creo que debemos empezar a reconocerlo y hay que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para prevenir la elección de Donald Trump. Eso sería un desastre para el mundo. Y es nuestra responsabilidad detenerlo”.

Empapada de los conflictos que vio en Chile, de los relatos que escuchó y de las prácticas vigentes, Angela Davis solidarizó con el conflicto mapuche afirmando que “hemos aprendido lecciones importantes de las personas indígenas que nunca han pedido asimilación, sino más bien han llamado por la justicia y la soberanía, y creo que, en la medida en que desarrollemos nuestras estrategias durante este periodo, tendremos mucho que aprender de las luchas de la gente indígena”.

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Además, escuchó las opiniones, comentarios y preguntas del público, que le fueron transmitida mediante una conversación con Diana Taylor, profesora del Departamento de Estudios de Performance de la Universidad de Nueva York, y una de las voces fundamentales del Encuentro.

Otro vida para las pobres del mundo

“Me rompe el corazón ver el daño que le ha hecho el capitalismo a Chile, pero también me alegra ver esta juventud de resistencia, que entrega esperanza en el futuro”, señaló Davis, sobre su visita a la Población, sobre el movimiento estudiantil y sobre la ciudad en sí misma.

El lunes, en una conferencia de prensa con periodistas, Angela Davis se vio cómoda y respondió todo lo que se le preguntó con amabilidad y simpatía. La globalización, las luchas racistas, las reivindicaciones legítimas y urgentes de las etnias.

La última pregunta de la ronda, se la hicieron en español. Se la hizo una profesora de música y fotográfa que ha vivido por más de 25 años en la Población Angela Davis.

-Entendiendo que ser mujer y ser pobre es ser doblemente oprimidas ¿Qué mensaje podría dejarle usted a las mujeres que viven en la población?

“Yo creo que en Chile particularmente, habiendo visto toda la energía, la maravillosa demostración, la determinación para resistir y, por supuesto, cuando nosotros escuchamos sobre el pueblo mapuche es en gran parte de las mujeres. Yo creo que eso significa que las mujeres están en aumento. Así que mi mensaje para las mujeres de Chile sería simplemente que continúen la lucha. Un mundo mejor es posible, es posible construir mejores vidas para toda la gente, para toda la gente pobre”.

Finalmente, la visita de Davis estuvo marcada por un claro mensaje: Las luchas feminista, antirracista, étnicas y de clase, están interconectadas. “Urge entenderlas como una sola y construir una vida mejor para todos los que se encuentran en los márgenes”.

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