Preguntas del Censo excluyen a discapacitados y diversidad sexual
El instrumento que se aplicará el 19 de abril de 2017 ha invicibilizado a buena parte de la población y restringirá la información para el desarrollo de políticas públicas inclusivas.
Domingo 30 de octubre 2016 12:55 hrs.
El próximo seis de noviembre se realizará el ensayo del Censo con el cual se probarán las veintiún preguntas que se formularon para caracterizar a la población chilena.
La directora del Instituto Nacional de Estadísticas, Ximena Clark, sostuvo que “la idea de tener un formulario reducido en preguntas obedece a la necesidad de tener un Censo que nos permita hacer estos dos objetivos y, en la medida que son menos preguntas, el procesamiento de la información -una vez que se levanta- es más rápido”.
El formulario censal contará con tres módulos que corresponden a vivienda, hogar y personas, en los que se preguntará por edad, sexo y parentesco, y se incluye en las alternativas el conviviente por unión civil. Sin embargo, este instrumento ha dejado de lado la diversidad sexual, temáticas de género y la discapacidad, temas fundamentales para la planificación social y la construcción de políticas públicas.
Inclusión de discapacidad
El Censo que se realizará en 2017 no incluye preguntas que apunten a saber la cantidad de discapacitados que habitan en Chile, una estadística relevante si pensamos que el número de personas que presentan alguna de estas características supera los 3 millones.
Ahora si pensamos en la inclusión, un trabajo que los diferentes gobiernos han calificado de trasversal en la construcción de políticas públicas, pierden un dato fundamental para la toma de decisiones, ya que saber el número de habitantes con discapacidad también vincula a un grupo social que convive con ellos. Algo que parece somero, pero que si solo agregamos una persona que habite el mismo hogar con un discapacitado tenemos 6 millones de habitantes un tercio de la población Chilena.
“La exclusión de parte del Instituto Nacional de Estadísticas lo encuentro aberrante. Si quieren formular políticas públicas como decía el ministro de economía, es imposible con los datos que están construyendo. El INE en este caso está haciendo una discriminación hacia las personas con discapacidad y también hacia la diversidad sexual tremenda”, explicó, Carolina Pérez, académica de la Facultad de Medicina, de la Universidad de Chile.
“Al no conocer cuantas personas realmente tienen discapacidad y los grados, es necesario levantar una encuesta de discapacidad específica, pero que no llega al grado metodológico del Censo, por eso es importante incluir estas particularidades, porque de lo contrario, promueve una invicibilización de una parte importante de la población y por lo tanto, afecta las consideraciones a nivel de políticas públicas”, explicó Catherine Galaz, Profesora de Trabajo Social de la Universidad de Chile.
Políticas públicas ciegas
Las políticas públicas que se construyen en temas de educación, vivienda, salud y economía, deben recoger de forma amplia las perspectivas particulares que representen a la mayor cantidad de grupos sociales que habitan en nuestro país, ya que esto es fundamental para la construcción de leyes y políticas representativas.
En este sentido, el Censo ha excluido de las preguntas personales temáticas fundamentales para comprender la diversidad en nuestro país. “Este tipo de instrumentos se plantean desde un rasgo muy monocultural, como de una cultura y condición social homogénea de los sujetos, por lo tanto la diversidad está poco representada en muchos de los instrumentos que se utilizan precisamente como información para la construcción de políticas públicas”, afirma la profesora de trabajo social, Catherine Galaz.
Uno de los puntos que se esperaba estuviera incluidos dentro del censo es la temática de diversidad sexual, ya que han sido variadas las legislaciones que han apuntado a este sentido. Sin embargo, “la única consideración de distinción sexual es el sexo, hombre o mujer, también invicibilizando otros sectores y otras posiciones de género y obviamente no haciendo ninguna atención a la comunidad transexual, aunque no sea la mayoría de la población, es importante saber el número de población que está en esta situación, porque estamos discutiendo proyectos de ley que tiene relación con identidad de género”, aseguró la doctora en educación,
Finalmente, este “producto metodológico que se está desarrollando homogeniza a la población, eso hace que después en la discusión de las políticas públicas las visiones sean estandarizadas e invicibiliza a los sectores que aquí no están representados”, puntualizo la profesora Galaz.
El próximo seis de noviembre se realizará el ensayo del Censo con el cual se probarán las veintiún preguntas que se formularon para caracterizar a la población chilena.
La directora del Instituto Nacional de Estadísticas, Ximena Clark, sostuvo que “la idea de tener un formulario reducido en preguntas obedece a la necesidad de tener un Censo que nos permita hacer estos dos objetivos y, en la medida que son menos preguntas, el procesamiento de la información -una vez que se levanta- es más rápido”.
El formulario censal contará con tres módulos que corresponden a vivienda, hogar y personas, en los que se preguntará por edad, sexo y parentesco, y se incluye en las alternativas el conviviente por unión civil. Sin embargo, este instrumento ha dejado de lado la diversidad sexual, temáticas de género y la discapacidad, temas fundamentales para la planificación social y la construcción de políticas públicas.
Inclusión de discapacidad
El Censo que se realizará en 2017 no incluye preguntas que apunten a saber la cantidad de discapacitados que habitan en Chile, una estadística relevante si pensamos que el número de personas que presentan alguna de estas características supera los 3 millones.
Ahora si pensamos en la inclusión, un trabajo que los diferentes gobiernos han calificado de trasversal en la construcción de políticas públicas, pierden un dato fundamental para la toma de decisiones, ya que saber el número de habitantes con discapacidad también vincula a un grupo social que convive con ellos. Algo que parece somero, pero que si solo agregamos una persona que habite el mismo hogar con un discapacitado tenemos 6 millones de habitantes un tercio de la población Chilena.
“La exclusión de parte del Instituto Nacional de Estadísticas lo encuentro aberrante. Si quieren formular políticas públicas como decía el ministro de economía, es imposible con los datos que están construyendo. El INE en este caso está haciendo una discriminación hacia las personas con discapacidad y también hacia la diversidad sexual tremenda”, explicó, Carolina Pérez, académica de la Facultad de Medicina, de la Universidad de Chile.
“Al no conocer cuantas personas realmente tienen discapacidad y los grados, es necesario levantar una encuesta de discapacidad específica, pero que no llega al grado metodológico del Censo, por eso es importante incluir estas particularidades, porque de lo contrario, promueve una invicibilización de una parte importante de la población y por lo tanto, afecta las consideraciones a nivel de políticas públicas”, explicó Catherine Galaz, Profesora de Trabajo Social de la Universidad de Chile.
Políticas públicas ciegas
Las políticas públicas que se construyen en temas de educación, vivienda, salud y economía, deben recoger de forma amplia las perspectivas particulares que representen a la mayor cantidad de grupos sociales que habitan en nuestro país, ya que esto es fundamental para la construcción de leyes y políticas representativas.
En este sentido, el Censo ha excluido de las preguntas personales temáticas fundamentales para comprender la diversidad en nuestro país. “Este tipo de instrumentos se plantean desde un rasgo muy monocultural, como de una cultura y condición social homogénea de los sujetos, por lo tanto la diversidad está poco representada en muchos de los instrumentos que se utilizan precisamente como información para la construcción de políticas públicas”, afirma la profesora de trabajo social, Catherine Galaz.
Uno de los puntos que se esperaba estuviera incluidos dentro del censo es la temática de diversidad sexual, ya que han sido variadas las legislaciones que han apuntado a este sentido. Sin embargo, “la única consideración de distinción sexual es el sexo, hombre o mujer, también invicibilizando otros sectores y otras posiciones de género y obviamente no haciendo ninguna atención a la comunidad transexual, aunque no sea la mayoría de la población, es importante saber el número de población que está en esta situación, porque estamos discutiendo proyectos de ley que tiene relación con identidad de género”, aseguró la doctora en educación,
Finalmente, este “producto metodológico que se está desarrollando homogeniza a la población, eso hace que después en la discusión de las políticas públicas las visiones sean estandarizadas e invicibiliza a los sectores que aquí no están representados”, puntualizo la profesora Galaz.
El próximo seis de noviembre se realizará el ensayo del Censo con el cual se probarán las veintiún preguntas que se formularon para caracterizar a la población chilena.
La directora del Instituto Nacional de Estadísticas, Ximena Clark, sostuvo que “la idea de tener un formulario reducido en preguntas obedece a la necesidad de tener un Censo que nos permita hacer estos dos objetivos y, en la medida que son menos preguntas, el procesamiento de la información -una vez que se levanta- es más rápido”.
El formulario censal contará con tres módulos que corresponden a vivienda, hogar y personas, en los que se preguntará por edad, sexo y parentesco, y se incluye en las alternativas el conviviente por unión civil. Sin embargo, este instrumento ha dejado de lado la diversidad sexual, temáticas de género y la discapacidad, temas fundamentales para la planificación social y la construcción de políticas públicas.
Inclusión de discapacidad
El Censo que se realizará en 2017 no incluye preguntas que apunten a saber la cantidad de discapacitados que habitan en Chile, una estadística relevante si pensamos que el número de personas que presentan alguna de estas características supera los 3 millones.
Ahora si pensamos en la inclusión, un trabajo que los diferentes gobiernos han calificado de trasversal en la construcción de políticas públicas, pierden un dato fundamental para la toma de decisiones, ya que saber el número de habitantes con discapacidad también vincula a un grupo social que convive con ellos. Algo que parece somero, pero que si solo agregamos una persona que habite el mismo hogar con un discapacitado tenemos 6 millones de habitantes un tercio de la población Chilena.
“La exclusión de parte del Instituto Nacional de Estadísticas lo encuentro aberrante. Si quieren formular políticas públicas como decía el ministro de economía, es imposible con los datos que están construyendo. El INE en este caso está haciendo una discriminación hacia las personas con discapacidad y también hacia la diversidad sexual tremenda”, explicó, Carolina Pérez, académica de la Facultad de Medicina, de la Universidad de Chile.
“Al no conocer cuantas personas realmente tienen discapacidad y los grados, es necesario levantar una encuesta de discapacidad específica, pero que no llega al grado metodológico del Censo, por eso es importante incluir estas particularidades, porque de lo contrario, promueve una invicibilización de una parte importante de la población y por lo tanto, afecta las consideraciones a nivel de políticas públicas”, explicó Catherine Galaz, Profesora de Trabajo Social de la Universidad de Chile.
Políticas públicas ciegas
Las políticas públicas que se construyen en temas de educación, vivienda, salud y economía, deben recoger de forma amplia las perspectivas particulares que representen a la mayor cantidad de grupos sociales que habitan en nuestro país, ya que esto es fundamental para la construcción de leyes y políticas representativas.
En este sentido, el Censo ha excluido de las preguntas personales temáticas fundamentales para comprender la diversidad en nuestro país. “Este tipo de instrumentos se plantean desde un rasgo muy monocultural, como de una cultura y condición social homogénea de los sujetos, por lo tanto la diversidad está poco representada en muchos de los instrumentos que se utilizan precisamente como información para la construcción de políticas públicas”, afirma la profesora de trabajo social, Catherine Galaz.
Uno de los puntos que se esperaba estuviera incluidos dentro del censo es la temática de diversidad sexual, ya que han sido variadas las legislaciones que han apuntado a este sentido. Sin embargo, “la única consideración de distinción sexual es el sexo, hombre o mujer, también invicibilizando otros sectores y otras posiciones de género y obviamente no haciendo ninguna atención a la comunidad transexual, aunque no sea la mayoría de la población, es importante saber el número de población que está en esta situación, porque estamos discutiendo proyectos de ley que tiene relación con identidad de género”, aseguró la doctora en educación,
Finalmente, este “producto metodológico que se está desarrollando homogeniza a la población, eso hace que después en la discusión de las políticas públicas las visiones sean estandarizadas e invicibiliza a los sectores que aquí no están representados”, puntualizo la profesora Galaz.
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