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¿Requiéscat in pace o innovación de los bancos centrales?


Miércoles 2 de noviembre 2016 7:08 hrs.


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La innovación y los cambios en todos los campos es imparable e incluye a antiguas y tradicionales instituciones de todo tipo como los Bancos Centrales. Para algunas analistas y constituyentes los Bancos Centrales, en sus diferentes campos, han funcionado, desde los albores de la crisis subprime (entre 2006 y 2008) y antes: bien y para otros mal o muy mal. Esta evaluación depende de quien las emita y de los intereses que defienden o de quienes los respaldan. Como señalan en Harvard en una decisión de negociación: “no solo vea las posiciones de los actores sino los intereses de quienes las sustentan”.

I.- BANCOS CENTRALES IMPACTO MICROECONÓMICO DE SUS DECISIONES. Por las decisiones de algunos Bancos Centrales algunos constituyentes se han visto algo favorecidos porque con bajos niveles de inversión han logrado aumentos en sus ventas y sus utilidades o han logrado aumentos extraordinarios  de los valores de algunos de sus activos. Otros, en cambio, han visto definitivamente  deteriorados sus resultados por las decisiones de los centrales, que con sus reiteradas dudas e indecisiones sobre la tasa de interés han logrado unos pobres crecimientos económicos y con ello, menos demanda agregada y menos bienestar social e incluso graves conflictos nacionales.

II.- DIFERENTES MIRADAS. Nuestra visión como consultores de empresas a este largo período de bajo crecimiento económico mundial, con todas las consecuencias que tiene para los diferentes tipos de empresas y de personas, está respaldada por los hallazgos, opiniones y consecuencias tenidas por muchos  directivos de empresas y por la amplia información técnica que proporcionan diversos medios de comunicación internacionales y observaciones in situ.

Mirada de ideólogos. Por una parte, vemos que están los ideólogos que aparentemente parten  de una teoría y una práctica económica que suponen que: (1) las tasas de interés cero o negativas estimulan la inversión, (2) sus modelos de anticipación históricos son los más certeros para la toma de decisiones. Estos ideólogos  consideran que lo hecho en estos años ha sido correcto. A ellos se unen  los miembros de algunas instituciones que se han visto  favorecidas con las decisiones, titubeantes de los centrales, con respecto a la tasa de interés, al empleo  y a la inflación.

Mirada de incumbentes. Por otra parte, están los miembros de empresas, analistas,  personas y trabajadores, ciudadanos afectados que han visto mermados sus ingresos netos, sus ahorros o sus remuneraciones, por las tasas de interés  muchas  veces negativas por años (en el país por más de dos años) al tiempo que, por ejemplo, en algunos países los trabajadores han visto reducido su poder de negociación y de compra debido al nulo o bajo crecimiento de  la demanda de mano de obra, ante tasas de crecimiento económico  bajas o paupérrimas y en varios casos, además, con alta inflación.

III.- HUMILDE REFLEXIÓN. Pero, tal vez,  lo más llamativo han sido cuestiones contrapuestas como las siguientes:

(1) Muchas instituciones   financieras, frente a la visión que entregan algunos bancos centrales, vislumbran, con tasas de interés cero o negativas, dudas en el  crecimiento económico y, como suponen que puede haber incremento de los impagos, tienden a subir sus tasa de interés por más riesgo al otorgar créditos, que pocas empresas o personas están en condiciones de pagar,

(2) Esas mismas instituciones financieras, por otro lado, no han sido capaces de orientar productivamente los enormes caudales financieros emitidos por algunos bancos centrales (“quantitative easing”) sin antecedentes en la historia de la humanidad, por lo cual han quedado inmóviles cuantiosos fondos, y en el colmo de los colmos financieros,  algunos tenedores de esos fondos sin uso,  tiene que pagar a terceros  para que se los custodien y…

(3) En más de 10 años en muchas economías los crecimientos económicos han sido bajos y re bajos, desdiciendo con ello la existencia de un “ciclo económico clásico” donde debiera haber habido: recuperación, auge, recesión y depresión.

(4) Responsables. Por último, viendo los pro y los contras, especialmente por los bajos crecimientos de muchas de las economías de mercado, se puede llegar a la conclusión que: los bancos centrales han sido directa o indirectamente muy responsables de que se hayan restado a la riqueza mundial muchos billones de dólares y parte de esa responsabilidad la tienen que compartir las autoridades políticas de los gobiernos que deben custodiar el correcto funcionamiento de las variables que determinan el crecimiento económico, la inversión, la demanda y el nivel de los precios en una economía.

IV.- ¿CAMBIO EN INSTITUCIONALIDAD DE LOS CENTRALES? Como lo que está ocurriendo en términos de nivel de crecimiento económico es muy preocupante en algunos países le correspondería a las autoridades políticas cambiar la institucionalidad de su respectivo banco central, para no dejar un campo fundamental de la economía a cargo de esta institución  y sus directivos, que al final no han aportado al desarrollo económico, sino que más bien, por sus permanentes e interminables indecisiones, han detenido o deteriorado ese desarrollo, aparte de que no hay, al parecer, niveles de logro que ameriten una sanción o responsabilidad institucional o personal por unos resultados económicos deficientes que afectan a toda la población. Es decir, no se puede dejar la toma de decisiones fundamentales para  el desarrollo económico de una nación y, con ello el bienestar de millones de personas de cada país, en manos de unos pocos  burócratas (y generalmente con una misma profesión) que lo que  logran es proveerse altos sueldos sin responsabilizarse por sus errores, en muchos países en la última década.

La responsabilidad del cambio institucional no es solamente de las instituciones mismas ni de sus directivos, sino de quienes las crearon y de quienes están a cargo de legislar y evaluar su razón de ser hoy en día, en una economía global integrada y en el contexto de las nuevas y más precisas tecnologías emergentes y comunicativa, de big data y sistemas expertos complejos e inteligencia artificial entre otros para una toma de decisiones económicas mas acertadas y que permitirían un funcionamiento moderno, unas estructuras organizacionales mucho más eficicientes y livianas, un menor costo operacional y eliminar funciones caducas para dar un nuevo sentido a su nueva misión institucional en un S XXI, que ha llegado para imponer la innovación y paradigmas disruptivos en todos los planos de economía y la gestión pública incluida.

VI.- ¡WARNIG! ALERTA ESTRATÉGICA  Pero, aparte de todo lo anterior hay que reconocer que una vez que haya que revertir o terminar la emisión de esos billones de dólares  que están repartidos en el mundo “nadie” está en condiciones, por  ahora, de anticipar con relativa certeza lo que ocurrirá cuando vuelvan a imperar las tasas de interés positivas reales y cómo se evitará o se resolverá una posible catástrofe económica de dimensión mundial, como uno de los posibles escenarios -entre otros- que pudiesen derivarse.