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Exilio y solidaridad internacional: un caso ejemplar

Columna de opinión por Mariana Zegers
Miércoles 16 de noviembre 2016 10:24 hrs.


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Durante la dictadura en Chile, se forjaron fuertes lazos de solidaridad, tanto en el ámbito nacional como internacional. Sus procedencias y fines fueron diversos. Se instauraron organizaciones ecuménicas, como FASIC y la Vicaría de la Solidaridad; agrupaciones de familiares de presos, ejecutados y desaparecidos. Existieron también personas memorables, recordables en el sentido etimológico de la palabra; que nos traslada a un lugar afectivo, representado en el simbolismo que entraña esa idea de volver a pasar por el corazón.  No puedo aquí sino detenerme y volver a pasar por mi corazón a Roberto Kozak, quien salvó la vida de mi madre y de miles de personas durante la dictadura, sacándolos del país como director del CIME, Comité Intergubernamental para las Migraciones Europeas.

En este contexto, hoy queremos recordar el rol que jugó en Chile el World University Service (WUS), organismo internacional no gubernamental que apoyó a académicos, estudiantes y profesionales que debieron abandonar sus respectivos países por razones humanitarias. Esta entidad tendió una mano a los exiliados chilenos, mediante becas y programas de integración y capacitación.

WUS fue una pequeña organización conocida por otorgar becas para refugiados de Hungría y Checoslovaquia a fines de la década del 50 y durante los años 60, y por combatir la discriminación a nivel educacional y el apartheid en África del Sur. Este organismo se involucró con Chile en octubre de 1973, cuando Alan Angell se acercó al Secretario General de WUS, Alan Phillips, en nombre del grupo Académicos por Chile, y le sugirió que WUS podría implementar un sistema de becas para los docentes y estudiantes de nuestro país, recientemente impactado por un violento Golpe de Estado. En noviembre de 1973, el WUS aceptó promover el programa de becas para refugiados chilenos y puso en marcha una campaña con la agrupación  Academics For Chile, tanto para becas como para la exención de tasas y alojamiento en residencia  (fuente: Universidad de Warwick).

El World University Service fue una expresión de estos lazos de solidaridad internacional. Un lazo que se extendió desde el mundo académico británico al mundo académico chileno, en favor del desarrollo de aquellos estudiantes, académicos y profesionales que partieron al exilio. Este programa, que funcionó de 1973 a 1985, asistió a más de 900 refugiados para completar sus estudios en el Reino Unido. La ayuda conferida durante el exilio también se proveyó al momento de retornar. De este modo, WUS colaboró en el retorno de sus becarios a Chile, cuando fuese seguro, con la aspiración de que pudieran contribuir a su desarrollo, llegada la democracia (fuente: Universidad de Warwick).

Profesionales de diversas áreas fueron beneficiados. En la dramaturgia, Ramón Griffero; en Historia, Gabriel Salazar y Francisco Estévez, actual director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos; en la política, el Ex Presidente Ricardo Lagos (sólo por mencionar algunos nombres que resuenan en la actualidad).

Recientemente, se realizó el Taller Internacional: Diálogo sobre Exilio, Memoria y Derechos Humanos. Allí se recordó esta experiencia de solidaridad particular, con el objetivo de enriquecer el acervo histórico sobre nuestro pasado reciente, mediante la realización de ejercicios de memoria in situ que, por la vía del diálogo, motiven reflexiones intergeneracionales. Como es la memoria, estos ejercicios colectivos de memoria no solo miran al pasado; buscan instalarse en el futuro con el fruto de ese ejercicio de conocer y reconocer el pasado. En este caso, dicho aprendizaje nos señala la importancia de tejer redes solidarias con el fin de ayudarnos, de cuidarnos, de proteger y defender los derechos humanos de otros; aunque seamos diferentes, y no compartamos la misma lengua, la misma cultura e ideas.

 

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.