“¿Quién domina el mundo?”: Las claves del control global de Chomsky
En su nuevo libro el destacado profesor emérito del Departamento de Lingüística y Filosofía del MIT, Noam Chomsky (EEUU, 1928), plantea la pregunta que él mismo nos responde en más de 300 páginas de análisis.
Felipe Reyes
Lunes 16 de enero 2017 9:55 hrs.
Compartir en
Señalado como una de las personas mejor documentadas del mundo, el incómodo profesor emérito del Departamento de Lingüística y Filosofía del MIT, Noam Chomsky (EEUU, 1928), nos hace una pregunta directa en su nuevo libro: ¿Quién domina el mundo? La que él mismo nos responde en más de 300 páginas de análisis.
En este volumen, en veintitrés contundentes capítulos Chomsky insiste en su denuncia contra su propio país –EEUU– y sus aliados en las atrocidades y “equivocaciones” que siguen cometiendo–como ahora en Siria– con el pretexto de proteger la seguridad y la democracia en todo el mundo.
Una arrogante atribución que, sea quien sea quien esté la Casa Blanca, se repite en el tiempo. Pero es uno de sus propios ciudadanos, Chomsky, quien se ha preocupado de develar con abundante documentación los errores de su gobierno y las violaciones a la ley internacional que han ido perpetrando, creando con ello una mayor inseguridad de la que había en la Guerra Fría. Como recuerda el autor, atrás quedaron los tiempos en que Abraham Lincoln consiguió la prohibición del asesinato en el derecho internacional, con su enérgica proclama de 1863 contra lo que él llamó “bandolerismo internacional”, lo que no era digno de naciones civilizadas.
En este libro, Noam Chomsky analiza las estrategias que movilizan a las poderosas fuerzas estadounidenses –no solamente las armadas– a proteger principalmente los intereses de Washington y del más poderoso sector empresarial. Repasa el panorama actual de los conflictos, particularmente Palestina, y pone sobre la mesa las circunstancias por las que el todavía negado cambio climático está acabando con los polos y el hábitat de la selva, entre otras amenazas globales. Chomsky propone dos formas de ver lo que pasó en el atentado terrorista de la revista francesa Charlie Hebdo (“Dos formas de verlo”, pág. 259); traza un esclarecedor esquema histórico de cómo el control del mundo por parte de los EEUU requiere de los gasoductos que provienen de medio oriente y todo lo que ha pasado desde que Franklin Delano Roosevelt comenzara su cruzada, apenas estalló la Segunda Guerra Mundial (“Causas y consecuencias del declive estadounidense”, pág. 79).
La indiscutible capacidad de Chomsky para conectar y contextualizar asuntos de la historia con los que aclarar la situación presente es admirable. Se podrá estar de acuerdo o no con sus conclusiones, pero de lo que no puede dudar nadie es de su capacidad de lector atento a lo que ocurre en el mundo, cómo ocurre y quién está detrás, esa mano invisible del poder con que titula uno de los capítulos del libro (pág. 63).
Abre el libro reflexionando sobre la responsabilidad de los intelectuales: un estribillo que se repite ante determinados acontecimientos que quedan huérfanos de reflexiones de peso. Pone como ejemplo el de su compariota John Dewey quien, tras la Primera Guerra Mundial (1914/1918) cambió su posición de “intelectual responsable” por la de “anarquista de atril”, mostrando una sumisión a la que no cedieron voces como las de Rosa Luxemburgo, Bertrand Russell o Eugene Debbs, que conocieron el frío de aquellas cárceles.
De esta forma, ¿Quién domina el mundo? resulta un libro fundamental para comprender el mundo actual, en el que Chomsky domina el ejercicio de intercambiar protagonistas de situaciones conflictivas, y los efectos y las reacciones de la opinión pública; o el de animar al lector a mirar los acontecimientos y las actuaciones de los líderes con ojos diferentes, poniéndolo en el la disyuntiva de determinar qué postura es éticamente plausible y cuál no. Fundamenta la sospecha sobre el manejo de las relaciones internacionales de Estados Unidos (ese “destacado Estado terrorista”), invita a reflexionar con elegantes toques de ironía sobre la realidad que no vemos frente a nuestros ojos. Una lección de historia y de actualidad.
¿Quién domina el mundo? Noam Chomsky
Ediciones B, 318 páginas.
Señalado como una de las personas mejor documentadas del mundo, el incómodo profesor emérito del Departamento de Lingüística y Filosofía del MIT, Noam Chomsky (EEUU, 1928), nos hace una pregunta directa en su nuevo libro: ¿Quién domina el mundo? La que él mismo nos responde en más de 300 páginas de análisis.
En este volumen, en veintitrés contundentes capítulos Chomsky insiste en su denuncia contra su propio país –EEUU– y sus aliados en las atrocidades y “equivocaciones” que siguen cometiendo–como ahora en Siria– con el pretexto de proteger la seguridad y la democracia en todo el mundo.
Una arrogante atribución que, sea quien sea quien esté la Casa Blanca, se repite en el tiempo. Pero es uno de sus propios ciudadanos, Chomsky, quien se ha preocupado de develar con abundante documentación los errores de su gobierno y las violaciones a la ley internacional que han ido perpetrando, creando con ello una mayor inseguridad de la que había en la Guerra Fría. Como recuerda el autor, atrás quedaron los tiempos en que Abraham Lincoln consiguió la prohibición del asesinato en el derecho internacional, con su enérgica proclama de 1863 contra lo que él llamó “bandolerismo internacional”, lo que no era digno de naciones civilizadas.
En este libro, Noam Chomsky analiza las estrategias que movilizan a las poderosas fuerzas estadounidenses –no solamente las armadas– a proteger principalmente los intereses de Washington y del más poderoso sector empresarial. Repasa el panorama actual de los conflictos, particularmente Palestina, y pone sobre la mesa las circunstancias por las que el todavía negado cambio climático está acabando con los polos y el hábitat de la selva, entre otras amenazas globales. Chomsky propone dos formas de ver lo que pasó en el atentado terrorista de la revista francesa Charlie Hebdo (“Dos formas de verlo”, pág. 259); traza un esclarecedor esquema histórico de cómo el control del mundo por parte de los EEUU requiere de los gasoductos que provienen de medio oriente y todo lo que ha pasado desde que Franklin Delano Roosevelt comenzara su cruzada, apenas estalló la Segunda Guerra Mundial (“Causas y consecuencias del declive estadounidense”, pág. 79).
La indiscutible capacidad de Chomsky para conectar y contextualizar asuntos de la historia con los que aclarar la situación presente es admirable. Se podrá estar de acuerdo o no con sus conclusiones, pero de lo que no puede dudar nadie es de su capacidad de lector atento a lo que ocurre en el mundo, cómo ocurre y quién está detrás, esa mano invisible del poder con que titula uno de los capítulos del libro (pág. 63).
Abre el libro reflexionando sobre la responsabilidad de los intelectuales: un estribillo que se repite ante determinados acontecimientos que quedan huérfanos de reflexiones de peso. Pone como ejemplo el de su compariota John Dewey quien, tras la Primera Guerra Mundial (1914/1918) cambió su posición de “intelectual responsable” por la de “anarquista de atril”, mostrando una sumisión a la que no cedieron voces como las de Rosa Luxemburgo, Bertrand Russell o Eugene Debbs, que conocieron el frío de aquellas cárceles.
De esta forma, ¿Quién domina el mundo? resulta un libro fundamental para comprender el mundo actual, en el que Chomsky domina el ejercicio de intercambiar protagonistas de situaciones conflictivas, y los efectos y las reacciones de la opinión pública; o el de animar al lector a mirar los acontecimientos y las actuaciones de los líderes con ojos diferentes, poniéndolo en el la disyuntiva de determinar qué postura es éticamente plausible y cuál no. Fundamenta la sospecha sobre el manejo de las relaciones internacionales de Estados Unidos (ese “destacado Estado terrorista”), invita a reflexionar con elegantes toques de ironía sobre la realidad que no vemos frente a nuestros ojos. Una lección de historia y de actualidad.
¿Quién domina el mundo? Noam Chomsky
Ediciones B, 318 páginas.
Señalado como una de las personas mejor documentadas del mundo, el incómodo profesor emérito del Departamento de Lingüística y Filosofía del MIT, Noam Chomsky (EEUU, 1928), nos hace una pregunta directa en su nuevo libro: ¿Quién domina el mundo? La que él mismo nos responde en más de 300 páginas de análisis.
En este volumen, en veintitrés contundentes capítulos Chomsky insiste en su denuncia contra su propio país –EEUU– y sus aliados en las atrocidades y “equivocaciones” que siguen cometiendo–como ahora en Siria– con el pretexto de proteger la seguridad y la democracia en todo el mundo.
Una arrogante atribución que, sea quien sea quien esté la Casa Blanca, se repite en el tiempo. Pero es uno de sus propios ciudadanos, Chomsky, quien se ha preocupado de develar con abundante documentación los errores de su gobierno y las violaciones a la ley internacional que han ido perpetrando, creando con ello una mayor inseguridad de la que había en la Guerra Fría. Como recuerda el autor, atrás quedaron los tiempos en que Abraham Lincoln consiguió la prohibición del asesinato en el derecho internacional, con su enérgica proclama de 1863 contra lo que él llamó “bandolerismo internacional”, lo que no era digno de naciones civilizadas.
En este libro, Noam Chomsky analiza las estrategias que movilizan a las poderosas fuerzas estadounidenses –no solamente las armadas– a proteger principalmente los intereses de Washington y del más poderoso sector empresarial. Repasa el panorama actual de los conflictos, particularmente Palestina, y pone sobre la mesa las circunstancias por las que el todavía negado cambio climático está acabando con los polos y el hábitat de la selva, entre otras amenazas globales. Chomsky propone dos formas de ver lo que pasó en el atentado terrorista de la revista francesa Charlie Hebdo (“Dos formas de verlo”, pág. 259); traza un esclarecedor esquema histórico de cómo el control del mundo por parte de los EEUU requiere de los gasoductos que provienen de medio oriente y todo lo que ha pasado desde que Franklin Delano Roosevelt comenzara su cruzada, apenas estalló la Segunda Guerra Mundial (“Causas y consecuencias del declive estadounidense”, pág. 79).
La indiscutible capacidad de Chomsky para conectar y contextualizar asuntos de la historia con los que aclarar la situación presente es admirable. Se podrá estar de acuerdo o no con sus conclusiones, pero de lo que no puede dudar nadie es de su capacidad de lector atento a lo que ocurre en el mundo, cómo ocurre y quién está detrás, esa mano invisible del poder con que titula uno de los capítulos del libro (pág. 63).
Abre el libro reflexionando sobre la responsabilidad de los intelectuales: un estribillo que se repite ante determinados acontecimientos que quedan huérfanos de reflexiones de peso. Pone como ejemplo el de su compariota John Dewey quien, tras la Primera Guerra Mundial (1914/1918) cambió su posición de “intelectual responsable” por la de “anarquista de atril”, mostrando una sumisión a la que no cedieron voces como las de Rosa Luxemburgo, Bertrand Russell o Eugene Debbs, que conocieron el frío de aquellas cárceles.
De esta forma, ¿Quién domina el mundo? resulta un libro fundamental para comprender el mundo actual, en el que Chomsky domina el ejercicio de intercambiar protagonistas de situaciones conflictivas, y los efectos y las reacciones de la opinión pública; o el de animar al lector a mirar los acontecimientos y las actuaciones de los líderes con ojos diferentes, poniéndolo en el la disyuntiva de determinar qué postura es éticamente plausible y cuál no. Fundamenta la sospecha sobre el manejo de las relaciones internacionales de Estados Unidos (ese “destacado Estado terrorista”), invita a reflexionar con elegantes toques de ironía sobre la realidad que no vemos frente a nuestros ojos. Una lección de historia y de actualidad.
¿Quién domina el mundo? Noam Chomsky
Ediciones B, 318 páginas.
