Diario y Radio Universidad Chile

Escritorio

Transparencia internacional: Corrupción y desigualdad social dos males gemelos

La desigualdad social y la corrupción sistémica son como hermanas gemelas: actúan y se refuerzan recíprocamente. Favorecen la decepción de las personas que no creen más en su clase política, creando así un ambiente favorable para políticos populistas, afirma Transparencia Internacional en su informe sobre la percepción de la corrupción en el mundo 2016.

Diario Uchile

  Miércoles 25 de enero 2017 12:45 hrs. 
corru

Compartir en

Para su informe Transparencia puso sus reflectores en 176 países, 8 más que en 2015. Los resultados son por demás preocupantes. Son más los países que descendieron en su notación que los que mejoraron su posición en el Indice de percepción de la corrupción. De acuerdo con la ONG, esa relación resulta de la oposición entre los sectores de la población en todo el mundo que tienen ingresos muy bajos, mientras que hay una minoría con enorme poder y grandes ingresos. “Lo que estamos viendo es que hay una especie de círculo vicioso en donde en la medida que unos pocos acceden a más poder y tienen capacidad de entrar a los gobiernos, financiar la política e influenciar sus decisiones, su voz será más fuerte y va estar más a favor de proteger sus propios intereses a costa de la mayoría que tiene menos. Y una vez que están en el poder desde luego pueden abusar de él”, apunta Alejandro Salas, director para las Américas de Transparencia Internacional.

El año 2016 ha resultado “prolífico” en términos de los casos de corrupción que en todo el mundo han provocado debates, estupor y descontento. Uno de los más sonados fue el destape del caso Odebrecht, el gigante de la construcción con sede en Brasil que ha salpicado de decenas de políticos en Brasil y extendido su tentacular capacidad de corrupción a otros países del subcontinente. Ese es el caso más sonado de América Latina pero el problema es que, en general, la región sigue mostrando bajos índices de probidad y sus políticos gozan de gran impunidad.

En efecto, según Transparencia once países de la región retrocedieron en su posición, cuatro permenecieron sin cambios y sólo cuatro registraron una mejoría. El caso Odebrecht muestra dos cosas. “Por un lado constituye un enorme daño para la población pues afecta sus vidas, y por otro lado muestra que hay una dimesnión transnacional. Hasta ahora hay nueve países latinoamericanos vinculados al escándalo Odebrecht donde se pagaban sobornos y existía una corrupción sistemática”, subraya Salas.

De manera más general y sin quitar esa región, cabe destacar que Uruguay (lugar 21), Chile (24) y Barbados (35) son los mejor ubicados entre los 176 países que incluye la clasificación. En el polo opuesto Venezuela (lugar 166), Haiti (159), Nicaragua (145) o México (123) aparecen entre los últimos. El caso de México es aleccionador: los gobernadore roban cientos de millones de dólares, las empresas públicas son literalmente saqueadas, el presidente y su esposa son acusados de favoritismo y manejos turbios… Se edictan reglas pero de poco sirven. “Promesas incumplidas, justicia que no responde y escándalos frecuentes explican porqué México perdió 5 puntos en la clasificación del índice global”, apunta el especialista.

Europa tampoco escapa a esa lógica aún cuando 7 de los primeros 10 países de la lista de 176 que tienen la mejor calificación son europeos. Resonantes escándalos surgieron en Polonia, Hungría, España, por no citar sino algunos ejemplos. Transparencia Internacional destaca el riesgo que por causa de la percepción que las personas tienen de sus políticos, acaban votando o llevando al poder a personajes populistas que ofrecen limpiar el sistema, como recién ha sucedido con el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
*Por RFI
Síguenos en