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Lo que hay detrás del “bullying” transversal a Guillier

La prensa tradicional del país –desde El Mercurio y La Segunda, hasta The Clinic y El Mostrador- repite al unísono que el senador Alejandro Guillier sufre de indefinición política. Para ello abren sus páginas con el fin de que Carolina Goic y los sectores más conservadores de la Democracia Cristiana desplieguen su ofensiva comunicacional. Pero, ¿qué hay realmente detrás de todo ello?

M. Alarcón y V. Herrero

  Domingo 28 de mayo 2017 0:11 hrs. 
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Para pocos es un misterio que la candidatura presidencial de Alejandro Guillier está pasando por momentos tensos. Varios analistas apostaban que después de derrotar al ex Presidente Ricardo Lagos en la votación del Comité Central del Partido Socialista a inicios de abril, el senador independiente comenzaría a afianzar su liderazgo.

Sin embargo, ello no ha ocurrido. Tras marcar un punto máximo de 28% en diciembre pasado ante la pregunta de “¿Quién preferiría que fuera el próximo presidente(a) de Chile” que realiza la firma Adimark, el ex rostro del periodismo televisivo cayó a 19% a fines de abril. Ciertamente, su contrincante de Chile Vamos, Sebastián Piñera, ha bajado de un 29% en diciembre, a 24% en abril.

Si a ello se suma la irrupción desde la izquierda de la precandidata del Frente Amplio, la también periodista Beatriz Sánchez, que sólo en un mes pasó de 2% a 11%, queda claro que el candidato del PS, del Partido Radical (PR), del Partido Comunista (PC) y del Partido por la Democracia (PPD) está en aprietos.

Los que han aprovechado al máximo esta sensación de estancamiento de Guillier han sido los sectores más integristas de la Democracia Cristiana, que hace meses cuentan con micrófono abierto en la prensa tradicional, en especial en El Mercurio. “Guillier está desconcertado, porque está comprimido entre dos candidaturas que tienden a crecer, la de Goic hacia el centro y centroizquierda, y la de Sánchez”, afirmó el diputado Matías Walker en una entrevista que ese diario publicó el jueves pasado.

La ofensiva demócratacristiana claramente apunta a fortalecer la candidatura presidencial propia de su senadora Carolina Goic. Lo curioso es que estas afirmaciones de los “príncipes” y poderes fácticos de la DC no sean contrastados por datos concretos por parte de los medios que han puesto a disposición de ellos el megáfono periodístico. Goic marcaba en la misma encuesta Adimark 0% en diciembre, y 2% a fines de abril tras lanzar su aventura presidencial en solitario. Claro que esa medición apenas logró captar el lanzamiento oficial, que recién se produjo a fines de ese mes.

Más allá de la ofensiva comunicacional de la DC, también se ha instalado la idea de que el senador por Antofagasta ha sido errático a la hora de definir su papel: es abanderado de cuatro partidos tradicionales, pero al mismo tiempo trata de distanciarse de ellos y mostrar un liderazgo más ciudadano e independiente.

Un jueves negro

Esta “idea-fuerza”, alimentada en parte por las propias declaraciones del presidenciable, se tomó esta semana la agenda de los medios. Al unísono, medios tan distintos como El Mercurio, El Mostrador, radio Oasis o la revista The Clinic, machacaron en los últimos días la idea de que Guillier es un candidato indefinido.

Probablemente por coincidencia todos estos medios publicaron en un mismo día, el jueves 25 de mayo, artículos, entrevistas y análisis que iban en esta línea. Por ejemplo, la portada de la última edición de The Clinic muestra a un animal indefinido con el rostro del senador, con el título “¿Qué cresta es Guillier? Ya no es periodista y no es político…”.

El diario digital El Mostrador, en tanto, publicó ese día una nota titulada “Déficit político de Guillier enciende las alarmas en la Nueva Mayoría”, donde se afirma que “los permanentes giros de opinión de Guillier en diversos temas, están imprimiendo un sello errático a su candidatura”. Sin atribuir o identificar de manera más precisa las fuentes, ese artículo periodístico sostiene que “en la Nueva Mayoría agregaron que es evidente el choque que tiene Guillier entre su liderazgo más de corte social-ciudadano y su rol de abanderado presidencial, que es indiscutidamente político, que no ha logrado reconciliar ambos papeles y genera un hálito de incoherencia que genera muecas de descontento en la propia coalición”.

En la radio Oasis, en tanto, el programa ‘Esto no es Plaza Italia’ que conducen Marcelo Comparini y Marco Silva viene hace días dedicando los primeros minutos del espacio a reírse de esta imagen de Guillier como un hombre políticamente ambiguo, en el tono irreverente que caracteriza al programa.

Y la edición del jueves de El Mercurio no sólo recogió la opinión del diputado Walker, sino que en la misma página también publicó otro artículo dedicado a Guillier. Bajo el título de “Gutenberg Martínez acusa falta de oficio del senador y dice que ‘está en un momento delicado, que a lo mejor lo hace cometer errores’”, el histórico operador de la DC realizó su propio diagnóstico. “No ha logrado afiatar equipos o no está definido cuál es la lógica de esa campaña; sea porque en términos personales el ambiente se le ha puesto difícil, porque la candidata del Frente Amplio penetra en sus mismas características; sea porque la candidatura de Goic lo flanquea por el centro, por la moderación, el sentido común, la clase media”, afirmó uno de los grandes poderes fácticos del ala más conservadora de la DC.

Para rematar, en esa misma edición y en la misma página, el periódico publicó una foto titulada “Mujer agrede a candidato presidencial Alejandro Guillier en La Serena”, donde el senador observa el escupo que recibió en su chaqueta.

¿La larga mano de Ricardo Lagos?

Varios asesores del senador ven en esta cobertura de los medios de comunicación y la DC una campaña orquestada en contra de su candidato. “No tengo recuerdos de algo tan sucio desde el retorno a la democracia”, afirma un abogado del PS que apoya a Guillier. “Habría que remontarse a la campaña presidencial de 1970 para encontrar algo parecido”, dice.

Otros aseguran que se trata de las últimas, pero no por ello menos dañinas, pataletas de la vieja oligarquía concertacionista que se niega a morir. “Saben que los van a jubilar, que ya los están jubilando y por ese se desesperan”, asegura un asesor del círculo más cercano al senador. En una entrevista que el diario La Segunda llevó en su portada ese día jueves 25, el político radical y ex ministro, Carlos Maldonado, aseguró que “la antigua elite concertacionista lo está boicoteando”. Según el miembro del comando de Guillier, estos sectores, representados por personajes como Mariana Aylwin, José Joaquín Brunner y Eugenio Tironi, todos columnistas o entrevistados habituales en los medios de prensa del grupo Agustín Edwards, “derivaron hacia un conservadurismo y una suerte de iluminismo”.

En esta línea, algunos guilleristas creen ver la “larga mano del laguismo” en los constantes ataques a su candidato. Como ejemplo del boicot laguista indican, por ejemplo, el tibio y errático apoyo del presidente del PPD, Gonzalo Navarrete, o declaraciones recientes de reconocidos partidarios del ex mandatario. Uno de ellos, el senador socialista Carlos Montes, por ejemplo, se mostró bastante incómodo al ser preguntado acerca de su adhesión política por el periodista Felipe Pozo en el programa “Política en vivo” de la Radio Universidad de Chile.

Montes aseguró que el hecho de que el PS no escogiera a un militante de sus filas como candidato presidencial es “un error histórico que le va a pesar por largo tiempo al Partido Socialista”. Además, Montes insinuó la cercanía del laguismo con la Democracia Cristiana, al afirmar que en el caso de que Lagos hubiese sido el abanderado, la DC se habría sumado a su candidatura. Todo esto, claro, bajo la óptica de la unidad del centro y la izquierda que nació a mediados de la década de 1980.

“Guillier está operado de los nervios”, asegura un asesor de su campaña, en un intento por bajarle el perfil a lo que otros guilleristas perciben como una campa orquestada en su contra. “Él no se va a bajar de la carrera, y no necesita jurar por su madre o hijos para cumplir su palabra”, afirma en referencia a la dramática promesa que realizara la senadora Goic hace unos días.

DC, Goic y El Mercurio, jamás serán vencidos

Las campañas políticas, en especial las presidenciales, suelen exacerbar los ánimos de los contrincantes los que, no pocas veces, ven conspiraciones en cada esquina. Es parte del efecto de burbuja que se suele vivir en esos ambientes. Pero muchas veces las polémicas del día o de la semana tienen más rasgos de histeria medial y política, que asidero en la realidad de la población.

Es lo que esboza el cientista y analista político Kenneth Bunker, quien dice que el tono y la intensidad de la críticas de la DC y Goic en contra de Guillier tiene características artificiales. “Guillier parece ser un candidato bastante mejor, al menos más popular, y con muchas más probabilidades que Carolina Goic para ganar la elección. En ese sentido se puede ver como un conflicto artificial”, manifestó.

Un asesor de Guillier incluso interpreta de manera positiva toda esta cobertura negativa. “Si de verdad Guillier estuviera tan mal, si no representara una posibilidad real de derrotar a la oligarquía concertacionista y a la derecha, nadie le prestaría atención”, afirma. “Con que más griten las elites, más claro está que el senador tiene posibilidades reales de ganar a fines de año”.

Como sea, la alianza tácita entre medios como El Mercurio y la candidata Carolina Goic salta a la vista. El pasado 16 de mayo, durante el homenaje que el Senado de la República ofreció al fallecido dueño de ese diario, Agustín Edwards Eastman, sólo permanecieron en la sala los representantes de Chile Vamos, que pidieron realizar ese acto de respeto, y cuatro representantes de la Nueva Mayoría. Todos ellos militantes de la DC. El presidente de la Cámara Alta, Andrés Zaldívar, y los legisladores Ignacio Walker, Patricio Walker, Jorge Pizarro y, claro está, Carolina Goic.

Al ser consultado sobre este acto y la cobertura favorable y exenta de crítica que ha recibido Carolina Goic y la DC, el secretario general de ese partido, Gonzalo Duarte, afirmó que ello es responsabilidad de esos medios de prensa. “Tengo una opinión bien crítica de cómo los medios abordan la actividad política. Siento que se aborda principalmente desde la perspectiva del cahuín, de confrontaciones personales. Es un intento permanente de generar un debate farandulesco en temas políticos”, indicó.

Al señalarle que muchas de esas frases “farandulescas” provienen de militantes de su propio partido, Duarte dio una respuesta escueta. Si se publican esas frases, indicó, se debe al tipo de preguntas que le hicieron a los entrevistados.

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