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Árboles nativos: la resistencia al modelo de plantación empresarial

En medio de la “Semana contra el Negocio Forestal”, organizaciones ambientales y expertos debatieron sobre la etapa de reforestación luego de los incendios ocurridos el verano pasado en las regiones del centro y sur del país.

Natalia Figueroa

  Domingo 11 de junio 2017 11:21 hrs. 
Bosque-Nativo

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Luego de ocurridos los incendios forestales el verano pasado en las regiones del centro y sur del país, las distintas localidades afectadas han transitado a una etapa de discusión sobre el modelo forestal que se desarrolla en sus territorios.

La etapa de reforestación ya se ha iniciado en algunas zonas pero el foco de las comunidades rurales e indígenas está puesto en las plantaciones de especies nativas para así desplazar el monocultivo de pino radiata  y eucaliptus.

Estas dos últimas especies arbóreas sustentan el modelo forestal chileno, liderados por las empresas Celulosa Arauco y Forestal Mininco, de los grupos Matte y Angelini que concentran el 79 por ciento de la producción nacional.

En ese contexto, durante esta semana y hasta este domingo 11 de junio, se ha desarrollado la “Semana de Protesta contra el Negocio Forestal” donde distintas organizaciones ambientales y comunidades debatieron sobre las medidas necesarias para impedir el avance indiscriminado del monocultivo.

Concepción, Penco, Lirquén, Tomé, Talcahuano, Lota, Cañete, Hualqui, entre otras comunas de la región del Bío Bío, fueron los sectores más afectados por los siniestros donde han surgido organizaciones exigiendo la protección al medioambiente.

Los expertos han aclarado que los monocultivos están lejos de ser bosques y, por lo tanto, en las extensas hectáreas donde se emplazan se ha generado la pérdida de biodiversidad además de gatillar la sequía en más de 40 comunas de la Región del Bío Bio.

Una de las demandas de las organizaciones es derogar el Decreto Ley 701 que se trata de una bonificación que entrega el Estado para fomentar las plantaciones forestales establecido en 1974 en Dictadura. Con esto, poco a poco fue desapareciendo el bosque nativo en las regiones del centro y sur del país, en medio de talas ilegales que eran denunciadas por las comunidades rurales.

La resistencia al modelo empresarial

Según explicó Onésima Lienque, integrante de la Red de Defensa de los Territorios, existe un programa promovido por el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) y de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) en alianza con algunos municipios para financiar plantaciones nativas con pequeños propietarios.

Este es un acto de resistencia, afirmó Onésima, porque cambia el enfoque económico para otorgar mayor autonomía a las comunidades con criterios de sustentabilidad.

En el sector de Rucamanque, en Temuco, se ha iniciado este proceso de la mano de la reivindicación territorial de las comunidades mapuche. Otro caso es el de las organizaciones indígenas de Hueima, en Valdivia, que tuvieron el apoyo de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo.

En ese contexto, para este sábado 10 de junio está programada una jornada de reforestación nativa en el sector de El Álamo en Florida, Concepción.

Onésima Linque comentó que, sin embargo, esta información es muy poco conocida para las propias comunidades porque no se ha masificado al ser una alerta para las forestales que concentran el negocio en estas regiones. “Claro, son los mismos fondos del Estado pero que se están usando como resistencia al modelo forestal expansivo”, enfatizó.

Otro de los puntos que las organizaciones y comunidades destacaron ha sido el aumento del resguardo policial que conlleva la expansión de las forestales. Según han relatado los comuneros, ha generado un constante clima de vulneración a sus derechos porque, por lo general, son considerados una amenaza para los dueños de fundos, son reprimidos en sus protestas contra el monocultivo o allanados en sus predios. Esto pese a la relevancia de las comunidades indígenas para la preservación de los ecosistemas.

Desde el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (Olca) también han advertido sobre las intenciones de las forestales de iniciar plantaciones de árboles transgénicos que las dotarían de mayor resistencia ante los incendios y para que crezcan más rápido. “Una estrategia para multiplicar las ganancias”, afirmó el director del organismo, Lucio Cuenca.

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