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Mathieu Guilhaumon: “Es el matrimonio del Ballet de Santiago y el Ballet Nacional”

El director del Banch habla de Noce, la pieza que estrena este fin de semana en el Festival de Coreógrafos del Municipal de Santiago, y de cómo se ha fortalecido la relación con la compañía que dirige Marcia Haydée: “Estamos fusionando los estilos”, asegura.

Rodrigo Alarcón

  Sábado 29 de julio 2017 7:45 hrs. 
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Ha pasado casi un siglo, pero todavía suena impactante. Es una partitura de Igor Stravinsky que se escuchó por primera vez en junio de 1923, en París, y a pesar de llevar por título Les noces (Las bodas), en sus cuatro movimientos es difícil hallar el espíritu festivo que habitualmente se asocia a ese rito. En cambio, sus melodías son sombrías, hasta tétricas, y la instrumentación es singular: dos grupos de percusión, ¡cuatro pianos! y cuatro cantantes.

Esa música se escuchará desde este sábado en el Municipal de Santiago, cuando en el cuarto Festival de Coreógrafos se estrene Noce, la nueva obra del coreógrafo francés Mathieu Guilhaumon, el director del Ballet Nacional Chileno (Banch). La pieza será la primera de un programa que también contempla Cantata, del italiano Mauro Bigonzetti, y Bolero, de Maurice Béjart.

Será, también, un nuevo capítulo en la alianza que el Banch estableció hace cuatro años con el Ballet de Santiago, dirigido por Marcia Haydée. Primero, con su participación en la primera versión del festival. Luego, con Cuarteto (2015) y Dos veces Bach (2106), piezas en las que Guilhaumon reunió por primera vez a integrantes de ambas compañías, en el Municipal y luego en el Teatro Universidad de Chile.

Esta ocasión, sin embargo, será distinta: “Ahora es con los dos elencos completos, son 58 bailarines en escena”, explica el director, durante una pausa de los ensayos que dirige en el mismo recinto de calle Agustinas.

La idea de reunir a los elencos completos, de hecho, fue la que llevó a Mathieu Guilhaumon a pensar en la música de Stravinsky, escrita para una coreografía de Bronislava Nijinska y estrenada por los Ballets Rusos. “Es una obra que marcó la historia de la coreografía. Yo he visto muchas versiones y pensando en una cantidad grande de bailarines en escena, recordé la última escena de Les noces, que es justamente la celebración de las bodas, con todos los invitados y amigos de los novios. Es con mucha gente”, explica.

“Además, lo encontré interesante porque acá en Chile no se ha presentado tanto, ni a nivel musical ni a nivel de coreografía. De hecho, es primera vez que van a tenerla en el Municipal”, añade.

Foto: Patricio Melo.

Foto: Patricio Melo.

A partir de entonces, junto a la actriz Millaray Lobos, el director del Banch se volcó a una suerte de traducción de Les noces: “Partimos de la obra original de Nijinska, que es muy potente y tiene una cosa tribal muy presente, y vimos qué significa para nosotros esa coreografía. Lo que sacamos de la original es el aspecto más narrativo, que está súper claro: la preparación de la novia, la del novio, la partida de la novia y la celebración de las bodas. Mantuvimos la estructura de cuatro partes, pero hicimos como una abstracción. Las cuatro partes existen, pero en vez de tener un relato y luego armar las escenas, es al revés: el relato surge a partir de la estructura de una coreografía”.

¿Cómo abordan el tema de las bodas, que hoy significa algo muy distinto?

En la obra de Nijinska se trata de un sacrificio, de mandar a la novia y al novio al matrimonio. Uno puede pensar que son bodas, que es algo muy feliz, pero es muy sombría. Había esa idea de un ritual, de un sacrificio, que quisimos mantener en nuestra traducción. Tal vez tiene que ver con cómo vemos el matrimonio hoy en día: sabemos que más de la mitad de los matrimonios terminan en divorcio -dice riéndose- y que perdió un poquito su aspecto tan sagrado y feliz. Para nosotros es más un sacrificio que un sueño. Lo que nos interesó es la idea del ciclo y el ritual, más que la felicidad de un hombre y una mujer que se encuentran y se casan.

¿Qué significa volver a colaborar con el Ballet de Santiago, ahora con elencos completos?

Es un evento importante, porque los dos principales elencos del país están compartiendo la misma obra. Estamos dando una señal de que estamos haciendo la misma cosa. Si bien el Banch es una compañía de danza contemporánea y aquí (en el Municipal) es un repertorio más clásico, ellos se están abriendo a lo contemporáneo y nosotros, a cosas más clásicas. Yo creo que estamos fusionando los estilos, lo clásico y contemporáneo están conversando.

A nivel simbólico también es importante, porque esto no había ocurrido hasta hace cuatro años. Que lo estemos haciendo con todos significa que estamos llegando al clímax de la unión entre las dos compañías. También es bueno a nivel humano. Hace un mes que estamos trabajando acá, ellos nos están acogiendo y realmente nos han hecho sentir en casa. De repente nos dimos cuenta de eso con Marcia: “esta compañía podría trabajar junta todo el tiempo, porque funciona bien”.

Cuando llegué a Chile, hace cuatro años, Marcia había tenido este sueño y me llamó, el primer gesto lo hizo ella. En ese momento yo pensaba que somos los dos únicos elencos permanentes de danza clásica y contemporánea, entonces tenía todo el sentido que trabajáramos juntos. ¿Por qué trabajaban tan cerca y nunca se había hecho un encuentro? Además, el Ballet Nacional empezó en este teatro.

Al ser dos compañías con lenguajes diferentes, ¿qué complicaciones ha habido?

Hay un proceso de aprendizaje que toma un tiempo. Los del Ballet de Santiago están más acostumbrados a hacer cosas más arriba, más derechitos, había que bajar un poco el peso y entrar en lo más terrenal. Los bailarines del Ballet Nacional ayudaron mucho también en eso, para que entraran en este lenguaje. A eso me refiero también, no es que cada compañía vaya con su cosa, sino que hubo una conversación, se compartió mucho entre los bailarines. Para el Ballet de Santiago es un estilo nuevo, pero eso es lo interesante de este encuentro.

Partieron con obras más pequeñas y recién ahora será con un gran elenco. ¿Había que entrar en confianza primero?

Claro. De repente no se sentía mucho quién es del Ballet de Santiago y quién es del Ballet Nacional. Eso me llamó mucho la atención, porque de repente estamos todos trabajando juntos. A nivel más simbólico, este es el matrimonio de ambas compañías: las bodas del Ballet de Santiago y del Ballet Nacional.

Ojalá que este sí resulte…

Por ahora estamos en la etapa del matrimonio, debería durar un par de años por lo menos… ¡ojalá que no haya ningún divorcio!

Programación

El Festival de Coreógrafos tendrá cinco funciones, entre este sábado 29 de julio y el próximo miércoles 2 de agosto. Las entradas tienen valores entre tres y 47 mil pesos. Más información en Municipal de Santiago.

Foto principal: CEAC U. de Chile.
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