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Archivo Central Andrés Bello restaura las desconocidas “Cartas de Ciudadanía”

Esta es la primera vez que estos documentos inéditos salen de los archivos del Senado de la República y lo hacen para cumplir un proceso de restauración por parte de profesionales del Archivo Andrés Bello de la U. de Chile, como parte del Convenio entre ambas instituciones para la conservación y difusión del legado histórico de la institución legislativa

María Jesús Ibáñez/ U. de Chile

  Jueves 31 de agosto 2017 14:28 hrs. 
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Sobre la mesa se abre un gran libro. Una encuadernación amarilla de 1836 que en su interior, y sin alardes en su portada, recopila decenas de documentos oficiales con argumentos de merecimiento de la ciudadanía chilena. Se trata de sólo uno, dentro de los diez volúmenes en proceso de restauración y conservación, de los registros de las denominadas “Carta de Ciudadanía” que entregaba nuestro país en el periodo entre 1814 hasta mediados del siglo XX. Este material es parte del patrimonio documental del Archivo del Senado de la República que a partir del convenio establecido con la U. de Chile, se encuentra en manos del núcleo patrimonial de la Casa de Estudios para su restauración.

“Es un proyecto muy grande e importante para ambas instituciones”, advierte Tomás Cornejo del área de Investigación del Archivo Central Andrés Bello y quien ha comenzado a adentrarse en este apartado de documentos conocidos como “Cartas de Ciudadanía”. La propuesta de trabajo desde un comienzo ha sido trabajar tanto en la puesta en valor de estos documentos como en la restauración del mismo, abordando el trabajo desde la investigación, la archivística y, por supuesto, la conservación y restauración de este material histórico.

Los papeles varían en los tonos amarillos y café, y la mayoría evidencia rasgaduras y pliegues que con los años se han oxidado. Pese a ello, cada palabra, sello y tinta siguen legibles. Hasta 1835 se trata de manuscritos, muchos de ellos en papeles de trapo, registrados por un escribano oficial, quien tomaba nota de cada uno de los testimonios de los acompañantes de los solicitantes. “Lo que es muy interesante es el proceso del que dan cuenta estos documentos. Aquí podemos ver que la cultura oficial era en gran parte oral, sobre todo en el tránsito de la Colonia a la República. La manera que uno tenía de probar determinados elementos era a partir de los testimonios y relatos de otra gente”, explica Cornejo.

De la misma forma, el investigador se refiere a la riqueza y aporte de este patrimonio. “Este es un material que ha sido escasamente consultado, porque no se sabía de su existencia. Ni siquiera nosotros como historiadores teníamos consciencia de que este material existía y es riquísimo. Sobre todo porque nos pone sobre la pista de estas otras voces y procesos anteriores a la conformación de la República”.

El trabajo de restauración y puesta en valor de las “Cartas de Ciudadanía” que realiza el Archivo Central Andrés Bello -unidad dependiente de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones- forma parte de la reconstrucción de un eslabón importante de la historia de construcción de la nación.

“Nosotros lo asumimos como parte de recuperar la impronta republicana que tiene la U. de Chile. Ésta es una de las instituciones que nace a la par de este tipo de instituciones políticas. Entonces es volver a reconstruir esos lazos y, por supuesto, es un signo de confianza por parte del Congreso con la U. de Chile. Es un darse cuenta de que son las instituciones públicas las que han levantado el país y que es el deber de ambas el poner a disposición de todas las personas esto que ha sido parte de la construcción del país y que es patrimonio de las personas”, señala Cornejo.

Si bien lo más obvio de encontrar en los archivos del Senado son cuestiones legislativas, las “Cartas de Ciudadanía” abren el espectro hacia un ámbito social y político de información. Aquí aparecen aquellas personas que no son, precisamente, los actores políticos más comunes y relevantes para la historia que ha sido contada, sino quienes justamente han quedado en un imaginario más difuso o invisibilizado, como son las mujeres y la población analfabeta de la época.

Por otro lado, tal como detallan investigaciones del Senado, hacia 1810 la población en los territorios de la Capitanía de Chile no superaban el millón de habitantes, por lo tanto, las denominadas “Cartas de ciudadanía” permiten complejizar y aportar a las discusiones sobre migración actuales, incluso desde la primera etapa de la Patria Vieja.

“Estos documentos son parte de la evidencia de que Chile nunca ha estado cerrado y ajeno a la circulación de personas, dan cuenta de cuán diversos siempre hemos sido y permite reflexionar el hecho de que ni nacionalidad ni ciudadanía son algo dado o natural. Uno puede cambiarla o perderla”, explica Cornejo.

Pauline Contreras y Pamela García trabajan en el Área de Conservación del Archivo y están a cargo de la restauración de estos materiales. Desde su ámbito han podido no sólo restaurar, enfrentando un alto desafío por los años de los archivos y la diversidad de los materiales que conviven, sino también aportar a la reconstrucción de la historia de los mismos documentos. La evolución iconográfica de los sellos y timbres oficiales del país, la aparición de la fotografía y su incorporación en documentos oficiales, e incluso la indagación de la llegada del papel a Chile, son sólo algunos de los antecedentes que ya se logra recabar a partir de este acervo de todos los chilenos.

El trabajo actual del Archivo Central Andrés Bello está enfocado en la restauración, puesta en valor y trabajo de archivística de este legado nacional, de manera que permita avanzar hacia su difusión como patrimonio.

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