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Ley de Equidad Tarifaria, un nuevo foco de pobreza energética

La nueva Ley de Equidad Tarifaria vuelve a interpelar al concepto de pobreza energética, ya que este plan busca reducir pagos en las regiones más lejanas, pero con un costo en las cuentas de los santiaguinos. Según plantea la academia, esto podría ser un nuevo foco de pobreza energética si no se piensa como política de largo plazo.

Francisco Velásquez

  Lunes 16 de octubre 2017 19:19 hrs. 
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El concepto de pobreza energética aún se encuentra en construcción en nuestro país, sin embargo, ya se ha trasformado en una línea de desarrollo del Gobierno. El pasado miércoles, con la entrada en vigencia de la Ley de Equidad Tarifaria, se dio un paso en términos de la consideración de los territorios que eran desfavorecidos por cobros que superaban en cuatro veces el promedio.

Aunque esta ley plantea una rebaja que beneficiará a 2.7 millones de usuarios, también supone un aumento de entre dos mil a tres mil pesos en el costo que tendrán los santiaguinos.  En definitiva, esta readecuación tarifaria, no apunta a un mayor cobro a los quintiles más acomodados, sino que solo los redirecciona a los usuarios.

Anahí Urquiza, miembro de la Red de Pobreza Energética de la Universidad de Chile, plantea que la ley “es absolutamente insuficiente, es un ajuste menor que tiene implicancia en las regiones, lo que está bien, pero es un problema para otras. Entonces no se soluciona completamente el aumento del costo, por lo demás, el aumento para los quintiles más ricos es insignificante, por el contrario, el aumento del costo de la energía para los quintiles más pobres es muy significativo”.

El concepto de pobreza energética, que guarda relación con la comprensión de la equidad tarifaria, aún no tiene un sustento en términos de investigación, lo que genera que las propuestas del Gobierno en esta materia estén en una inconsistencia para pensar en una proyección de largo plazo.

Así lo expone la investigadora de la Universidad de Chile cuando plantea que “es necesario investigar y analizar bien cómo es la pobreza energética  en nuestro país. No sabemos cuáles son las familias vulnerables en Chile frente a la energía. Para poder generar soluciones de verdad se necesita conocer cuál es el problema y luego invertir en temas de largo plazo”.

En este sentido, la antropóloga criticó el que la Ley incorpore un subsidio para quienes tendrán un incremento de costo en su cuenta, no porque quiera que paguen más, sino porque considera que “es una mirada a muy corto plazo, es para apagar el incendio ahora y tirar la pelota para después.  Además de eso, enfocarse solo en los subsidios es un error, porque no nos permite abordar la profundidad del problema. Lo que necesitamos lograr es que el gasto energético sea menos y para eso hay que mejorar la calidad de las viviendas. Hay que hacer educación ambiental, mejorar la matriz energética, invertir en la producción de energía y no dejar todo en manos del mercado”.

La investigadora agregó que “el subsidio puede ser mientras, pero siempre y cuando sea una solución provisoria, mientras paralelamente se investiga cuáles son los factores más estructurales y que se tienen que atacar a largo plazo”.

Pobreza energética en Renca

Renca, con el apoyo de la ciudad de Brena, Suiza, se encuentra desarrollando un programa para medir la pobreza energética. Dicha comuna en la encuesta Casen 2015 reportó un 24.1 por ciento de pobreza multidimensional y hoy es pionera en comprender los factores que inciden en la pobreza energética.

La ciudad de Berna  se destaca por promover la transferencia tecnológica y el intercambio de experiencias en materias de eficiencia energética, y la comuna de Renca,  a través de su dirección de innovación, ha propiciado este vínculo de apoyo.

La comuna aplicará un proyecto piloto donde se evaluará a dieciocho familias sobre una matriz de pobreza energética. El instrumento mide este concepto desde una perspectiva económica evaluando el consumo y gasto mensual de luz, calefacción y agua caliente. Si estos tres gastos sumados representan más del diez por ciento del gasto familiar, ese hogar está en pobreza energética.

“Los municipios hoy no están discutiendo este tema, nosotros en Renca nos encontramos con una comuna que estaba hablando de cómo controlar la basura en las calles y eliminar las mafias de la basura y los vertederos ilegales. Para un municipio comenzar a hablar sobre pobreza energética es un salto importante, asumiendo que estos indicadores son sencillos y que permiten explicar con facilidad a la población”, indica el alcalde de Renca, Claudio Castro.

El Edil destaca que es necesario que los indicadores sean cercanos a las personas que tendrán que cambiar su comportamiento, por lo mismo piensa que la vinculación con factores económicos es una línea que permite que los vecinos de Renca se dispongan a cambiar sus conductas frente al gasto y al consumo.

Por su parte, Anahí Urquiza plantea que es necesario “investigar y analizar bien cómo es la pobreza energética en nuestro país, ya que no sabemos cuáles son las  familias vulnerables en Chile frente a los temas de energía”.

Para la investigadora, en Chile no se puede hablar de soluciones para la pobreza energética sin un diagnostico que tenga un muestreo y permita obtener indicadores para medir la pobreza. El proyecto de Renca, si bien avanza en una medición, está enfocado en la intervención, mientras que lo que plantea la académica de la Universidad de Chile, es generar políticas públicas de largo alcance.

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