Con motivo de estas próximas elecciones, en la sociedad quedan como hechos una serie de evidencias relacionadas con las conductas de una cantidad de personas y de personajes que postulan a distintos cargos de representación en los diferentes niveles.

Suele asignarse culpas o hacer cargar con ellas por la situación de apatía de los ciudadanos – entiéndase abstención electoral – a la política, que por cierto ninguna responsabilidad tiene en todo lo que sucede. La política es la ciencia, e inclusive el arte del buen gobierno, de la mejor operación cívica para el bien de todos en una sociedad. Sin política es imposible la vida en los tiempos que cursan, así ha sido siempre.  La más absoluta responsabilidad de como están las cosas en ese campo les corresponde, la tienen quienes hacen ejercicio de ‘ políticos ‘, sin realmente serlo. Son innumerables los ‘ personajes’, los oportunistas  arrimados a lo que ellos entienden por política,  también los mencionados se arriman  a los llamados ‘ caciques ‘ o ‘ capos ‘ o ‘ caporales ‘ que acumulan con malos oficios determinadas áreas de poder y luego proyectan sus influencias en los núcleos creados para continuar profitando de ciertos privilegios. Muchos de aquellos personajes parasitan en cargos que no les corresponden por sus incompetencias. La realidad es evidente, y lamentarse no sirve de mucho. En todo existe una severa merma ética.

La actual campaña… presenta una cara deslavada, con escaso ‘ brillo ‘ suele oírse. Más son las imágenes que los contenidos y que las ideas. Llama la atención la enorme cantidad de ‘ independientes’ ( ¿Independientes de qué… o de quién ? No se sabe ). Debates y foros de postulantes al parlamento o a Cores… con 5 asistentes.

La palabra ‘ camaleón ‘ se usa para designar en estos casos a quienes se cambian de militancia o de domicilio político, está de moda esa metamorfosis, también ocultar en su propaganda los signos políticos. ¿ Será una crisis de identidad ? Hubo quienes hace un tiempo renegaban de las elecciones y hoy son candidatos. De todo existe en los viñedos del Señor…, suele también decirse. El tema es la falta absoluta de credibilidad de los ciudadanos producto de tanta mutación.

En Chile no existe el límite a la reelección – debiera ser no más de una vez – , tampoco la revocación del mandato, por ejemplo por estafar la fe pública vía promesas incumplidas. Asimismo en materia de ‘ dietas ‘  en todo cargo de elección ciudadana debe haber claros límites, montos determinados constitucionalmente. Las señaladas carencias y faltas a la probidad contribuyen a la creciente apatía de los ciudadanos.

Decir finalmente que el vocablo ‘ tránsfuga ‘ es actualmente muy pertinente, refiere a la ‘ persona que pasa de una ideología o colectividad a otra ‘. Ojalá el ocaso, el fin de esos personajes esté próximo.

Carlos Poblete Ávila

Profesor de Estado

Chile, Noviembre 8 de 2017