Según un informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Precio al Consumidor (IPC) anotó una variación mensual en diciembre de un 0,1 por ciento, acumulando así, un 2,3 por ciento en 2017.

De esta manera, la cifra se ubicó bajo las expectativas del mercado, que esperaba un incremento de un 0,2 por ciento.  En el registro, destaca una caída sorpresiva en los precios de  algunos alimentos, lo que configura la principal razón de  la baja en el IPC del mes.

Los precios de frutas y verduras mostraron una baja no habitual, en tanto los del  transporte suben en línea con lo esperado. También los precios de los automóviles experimentaron una caída, influidos por la baja del dólar.

Frente a ello, Víctor Salas, economista y académico de la Universidad de Santiago, valoró la cifra, indicando que este porcentaje permite controlar la inflación en el país.

“Yo diría que es una buena tasa, es un buen indicio también. Había preocupación hace un par de meses de que estábamos bajando demasiado la tasa de inflación y había peligro de procesos deflacionarios más adelantes, pero esto indica que vamos a tener una inflación controlada en un buen nivel”.

De acuerdo a los datos proporcionados por el INE, cinco de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC registraron incidencias positivas. Entre ellas, destacan Transporte, Bienes y Servicios Diversos.

Por su parte, Alimentos y Bebidas no Alcohólicas presentaron descensos en ocho de sus once divisiones, entre ellas, Hortalizas, Legumbres y Tubérculos y productos Lácteos, Quesos y Huevos con un -1,8 por ciento.

En tanto, Transporte anotó aumentos en tres de sus diez clases, destacando la influencia positiva de Transporte de Pasajeros por Vías Urbanas y Carreteras.