Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 29 de marzo de 2024


Escritorio

Sacerdotes Jesuitas y visita del Papa: “Nos tenemos que dar la oportunidad de escuchar su mensaje”

Los sacerdotes Jesuitas, José Tomás Vicuña, presidente del directorio del Servicio Jesuita a Migrantes y Juan Eduardo Fuenzalida, quien reside en Tirúa, se refirieron a la visita del Sumo Pontífice y señalaron que “representa un desafío para reconocernos y respetarnos como país”.

P. López y C. Medrano

  Martes 16 de enero 2018 18:05 hrs. 
noticia-papallegadachile

Compartir en

“El Papa nos plantea un modo de estar y nos dice que el país lo construyen no solo los chilenos, sino que todos los que habitan esta tierra”, afirmó el sacerdote jesuita y presidente del directorio del Servicio Jesuita a Migrantes, José Tomás Vicuña, respecto de las primeras palabras de Francisco en Chile.

En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile,  José Tomás Vicuña se refirió al mensaje del Sumo Pontífice y señaló que “el Papa al visitar diferentes lugares viene a encontrarse con la gente, con los pueblos originarios, con los migrantes y dejó en claro que esa será su principal tarea en esta visita”.

Para el representante del Servicio Jesuita a Migrantes, se refirió a la idea que Francisco busca entregar respecto de este tema.

 ¿Qué representa la visita del Papa a nuestro país?

JT: El Papa no se meterá en la legislación cotidiana de Chile pero sí puede dar ciertas orientaciones. Esta bueno que sea difícil y desafiante, saber cómo dialogar personas de distintas creencias y creo que el Papa nos ha iluminado al respecto.

JE: Quizás mirarlo desde el otro punto de vista, respecto de qué tan difícil y desafiante es para nuestro país, con un país cambiante, con temáticas importantes con los pueblos originarios, los movimientos sociales, un nuevo Congreso, como también se hace difícil y desafiante recibir una visita de Estado de un líder religioso. Esta visita no tiene que ser significativa para todos y ese es un desafío para el país respecto de reconocernos y respetarnos entre todos.

¿Cómo ven ustedes el tema Osorno que sin duda ha marcado la visita del Papa?

JE: El caso de Osorno para mi es cercano porque viví muchos años en esa ciudad y parte de mi corazón está allá. Ha sido especialmente difícil para mí vivirlo desde fuera, pero reconozco que ahí hay una dificultad porque nos plantea dos modelos de Iglesia, una Iglesia donde hay un pastor que no solo guía sino que dictamina lo que se hace o la Iglesia que hemos ido fomentando, donde hay más participación y formación. Una parte importante de la Iglesia osornina ha dicho algo sobre el nuevo pastor, que no están de acuerdo y que no lo quieren tener como pastor. Como Iglesia tenemos que acostumbrarnos y acoger a estas voces que son incómodas y que si no les damos un espacio vamos a encontrarnos con estas otras manifestaciones por fuera; lo que tampoco está mal, me parece perfecto que planteen su postura.

JT: Siguiendo con ese punto hay algo importante, el movimiento de Osorno no está en contra de la visita sino que quieren aprovecharla. Ellos quieren tener un pastor del cual sentir confianza, hoy se toman mayor peso las opiniones de las personas y ellos quieren tener un pastor, mientras hay gente que se aleja de la Iglesia, ellos quieren permanecer pero necesitan a alguien que los acompañe. No son un grupo reaccionario, tienen muchas informaciones y saben que el Papa está al tanto de esta información. Un Obispo tiene que tener la capacidad según el derecho canónico de poder ser y acá no hay un capricho, es una acusación seria y debe ser tomada en cuenta a favor de personas que quieren permanecer en la Iglesia con un mayor empoderamiento.

La Presidenta recalcó en su discurso la idea de un Chile que “cambió” ¿qué les parece ese mensaje?

JT: Hay una actitud de un Estado laico, que respeta, acoge y promueve el poder ejercer las distintas religiones y ella, que es agnóstica, dice que hay que detenernos a escuchar. Chile es una sociedad más laicista pero la presidenta da cuenta de un Estado Laico. Tenemos que dar la oportunidad de escuchar al Papa y no condenarlo antes de llegar a Chile, no hay que cerrarse a cualquier palabra. Hay gente que quizá no está presente en el mundo del twitter que está contenta con la visita. Nos tenemos que dar la oportunidad y escuchemos el mensaje del Papa que nos pide un acercamiento, hoy hay cicatrices y esas hay que sanarlas bien.

JE: Me queda resonando el “hoy Chile es otro”, yo llegué ayer en la noche a Santiago, no alcancé a ver la llegada del Papa y viendo la realidad de la gente en Tirúa uno puede ver cómo es este otro Chile, la Presidenta habló del desarrollo, de las oportunidades y eso yo lo veo con signo de pregunta, respecto de qué espacio tenemos todos para ser parte de este Chile que es otro hoy.

¿Qué reflexión les merece las primeras palabras que pronunció el Papa?

JE: Dos primeras cosas, uno, el primer llamado al agradecimiento por todo lo que hemos recibido. Yo en lo personal soy bien quejoso de lo que vivimos como país y este es un llamado a agradecer por todo lo que tenemos, y a veces esa mirada de lo más pequeño, de lo que vivimos dentro de nuestros hogares, que es un regalo dentro de nuestro país y ese es un primer llamado que me parece importante y lo segundo es llamar a escuchar la diversidad, los cesantes, los pueblos originarios, los migrantes y escuchar nuestra casa común. Como cultura occidental no escuchamos, creemos que no hay nada que escuchar, que la Tierra no habla, que solo sirve para explotarla y nuestra Tierra nos dice cosas importantes, está dolida, está llorando. Se me vino a la imagen una visita que hice a Mininco y el llanto de esa tierra, sin agua, seca y destinada a la erosión, por nosotros mismos, porque supuestamente eso nos da riqueza, acá hay algo que no está bien y si no escuchamos, hay algo como país que nos estamos perdiendo.

JT: Se me sale lo jesuita porque me llamó la atención lo mismo, es muy importante partir por agradecer, el agradecer como actitud muy distinta del exigir y ahí hay dos verbos respecto de lo que queremos como país, escuchar para comprender y que nos lleve al bien común, no solo lo mío. Podemos hablar al mundo, pero no hay contacto con el mundo y eso es lo que quiere promover el Papa al visitar diferentes lugares, el Papa va a encontrarse. El hizo una obertura y señaló que él se encontrará con los pueblos originarios, con los migrantes, nos plantea un modo de estar. La patria no está compuesta solo por chilenos, esta nación está construida por todos quienes la habitamos. La tolerancia ojalá nos quede chica, es un primer paso para encontrarnos.

¿Cómo se puede hacer puente entre los discursos oficiales y aquellos que no tienen posibilidad de acceder a dichos relatos?

 JE: Desde la vivencia personal la riqueza que ha significado salir de Santiago y encontrarse con otros mundos, eso me ha hecho crecer, ha sido una experiencia que me ha hecho descubrir que somos un mundo muy diverso, la posibilidad de escuchar a otros y tener empatía.

No reconocer al otro a la larga es una forma de violencia.

JT: Justo el domingo el Papa predicó sobre inmigración y dijo que es justo que una primera impresión sea de susto o de molestia, pero eso no puede permanecer. Estamos generando o tenemos la posibilidad de generar un cambio. Eso nos puede hacer bien y el mejor ejemplo de eso lo puede dar el padre Hurtado. La solidaridad y el encuentro nos hacen mejor a todos.

El Papa plantea una serie de desafíos respecto de la construcción de una nación, ¿qué nos pueden decir al respecto?

JE: El Papa decía es un lugar para todos, entonces la pregunta no es si queremos escuchar, como haciendo un favor, la pregunta es si queremos ser un país con muchas naciones, donde hay otros pueblos presentes, somos una diversidad de naciones que comparten un país común y la pregunta es si en esta mesa hay lugar para todos. Creo que lo que el Papa va a ir haciendo es encontrarse con estos distintos mundos a los cuales, a veces, los dejamos afuera de la mesa.

Juan Carlos Cruz, víctima de Karadima, dijo que el “perdón” del Papa es un gesto para la prensa, volviendo al tema de Osorno, ¿Cómo ven que se pueda solucionar?

JE: No soy quién para decir lo que tiene que hacer un Obispo, pero en mi caso, lo que haría sería dar un paso al costado. Si no logro unir a mi Iglesia, bueno, creo que hay que velar por el bien común, pero esas son decisiones que tienen que tomar cada uno de los Obispos.

JT: Hay que tener en cuenta que en Alemania el Papa removió a un Obispo que gastó mucha plata en una casa, pero creo que el Papa dejó a entender que mientras no exista una acusación directa es poco lo que puede hacer. Puede ser eso, como para entender la otra parte, y eso puede ser parte de la defensa del Obispo Barros, pero, podría estar dificultando la vida espiritual de una diócesis. Yo creo que el Papa no lo va a remover mientras haya una acusación concreta, creo que esto será un tema dentro de la conferencia episcopal y concuerdo con Juan Carlos Cruz respecto de que una petición de perdón no basta, hay que dar pasos concretos y ahí es lamentable y lo asumo como católico.

¿Puede que conocer la realidad directamente influya en la decisión del Papa?

JE: Así es y me parece que no solo con este tema. Yo soy santiaguino, pero he vivido los últimos 15 años de mi vida afuera y me ha dado otra visión del país, de lo que somos.

¿Cómo se puede adecuar la Iglesia Católica a estos tiempos?

JT: Me da la sensación que a nivel de base es más fluido el diálogo que a nivel jerárquico. La relación de las autoridades de la Iglesia, con el poder Ejecutivo, Legislativo, es más tensionante. Uno puede ver el trabajo de las fundaciones, a nivel de la calle la cosa es distinta.

Se especuló respecto de que no habría mucha convocatoria en las actividades del Papa, pero hay mucho interés.

JE: Si, me impresiona mucho, por los medios de comunicación uno ya estaba pensando que nos fuéramos a una capilla a celebrar la misa, pero las bases sí quieren escuchar, sí quieren encontrarse con otros, más allá de la incomodidad de lo que puede escuchar sí se está en sintonía con otros y se crea comunidad.

JT: Las condiciones no eran fáciles, pero no hay que transformar esto en una competencia, sino que pondría el énfasis en quiénes están ahí. Vemos migrantes, bajo un factor denominador común que es ser católico, en una actitud de respeto, de espera, todos diciendo que están ahí reunidos, dando un ejemplo de que personas con diversos intereses pueden estar juntos sobre la base de la esperanza y esa es una muestra de que podemos convivir.

Esta Conferencia Episcopal está hecha a imagen y semejanza de Juan Pablo II, pero Francisco trae otras ideas.

JT: Este Papa nombró al Obispo de Arica y he tenido muy buenos comentarios respecto de su persona, ahora, el pensar que está hecho a imagen y semejanza de un Papa nos hace todavía muy dependientes de Roma. Antes los Obispos los elegía la gente mediante aclamación popular, no se trata de depender del Papa de turno y esa es una de las acciones que ha querido poner el Papa de proponer cambios estructurales. Hoy no sé si tiene mucho sentido que venga la decisión desde Roma, el Papa puede dar el poder a la Conferencia Episcopal, que en conjunto a laicos y a la comunidad construyan la Iglesia desde acá.

JE: Estoy de acuerdo, esta es una Iglesia que tiene que ir cambiando y el Papa Francisco ha hecho un trabajo monumental para cambiar la curia. No sabemos qué va a suceder, pero es interesante saber escuchar lo que dicen las bases. Esa diversidad de la Iglesia se debe traducir en una diversidad en las Obispos. Me gustaría una Iglesia donde la cantidad de gente que quiere participar se escuche.

Síguenos en