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El militar que huyó de la justicia chilena por el homicidio de Víctor Jara

El oficial de Tejas Verdes, acusado de disparar a Víctor Jara jugando a la ruleta rusa, aún reside en Estados Unidos, atemorizado de correr la misma suerte que los nueve oficiales condenados por la muerte del artista.

Maximiliano Alarcón

  Lunes 9 de julio 2018 8:03 hrs. 
víctor jara

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Pese a la satisfacción generalizada tras la decisión del ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vásquez, en la causa que investigaba la muerte de Víctor Jara, el círculo aún no está completo.

Nueve oficiales del Ejército fueron condenados, ocho de estos en calidad de autores del homicidio del compositor de ‘Manifiesto’, pero uno de los nombres que protagonizó este juicio, uno que en algún momento fue el más apuntado por la opinión pública, permanece sin cumplir ante la justicia.

Por un lado Hugo Sánchez,  Raúl Jofré,  Edwin Dimter, Nelson Haase, Ernesto Bethke, Juan Jara, Hernán Chacón y Patricio Vásquez, fueron sentenciados a cumplir la pena de 15 años y un día por la muerte del músico y también por la del ex director de prisiones, Littré Quiroga, ambas ocurridas en el ex Estadio Chile, en septiembre de 1973.

Pero llamó la atención que Pedro Pablo Barrientos Núñez, descrito por los testigos que estuvieron en el ex Estadio Chile como un hombre de “rasgos germánicos” y que es citado en 48 oportunidades en el fallo de Miguel Vásquez, no haya sufrido condena en este marco.

Hace algunos años atrás, el 16 de mayo de 2012 específicamente, el programa ‘En la mira’ de Chilevisión emitió su reportaje ‘¿Quién mató a Víctor Jara?’, este de inmediato impactó en la opinión pública por el relato de militares que estuvieron en el ex Estadio Chile, quienes apuntaron a Pedro Barrientos como el responsable de la muerte del cantante y director de teatro.

Si Barrientos no figura entre los nueve condenados, pese a ser apuntado como el ejecutor principal de la muerte de Víctor Jara, es porque aún está pendiente su extradición, pues actualmente vive en Estados Unidos, teniendo además la nacionalidad de dicho país.

En el pronunciamiento de Miguel Vásquez se sobreseyó parcial y temporalmente al oficial por estar aún en rebeldía, oculto en Estados Unidos, siendo en gran parte ahora una responsabilidad política de nuestro país y del norteamericano el que el asesino enfrente a los tribunales chilenos.

El padre

Gracias al fallo de Miguel Vásquez es posible conocer de manera más detallada el actuar de Barrientos en el Estadio Chile. En el contenido de este, uno de los testimonios principales, y que abrió el camino para las presentes condenas, es el de José Adolfo Paredes Márquez, el mismo que fue protagonista en el reportaje de Chilevisión.

El individuo tenía 18 años para el Golpe de Estado de 1973 y siendo conscripto en aquel entonces del regimiento Tejas Verdes, fue destinado como muchos de sus pares a la vigilancia de los detenidos que permanecían en el ex Estadio Chile.

Paredes era además guardaespaldas de Barrientos. Este último le conocía bien, tanto que le señalaba que él era “su padre”. Desde los días en que el conscripto cumplía su servicio militar, el hombre de entonces 18 años ya notaba el carácter violento de su superior, quien en una oportunidad lo golpeó fuertemente con los puños por haber faltado varios días a la lista. En sus declaraciones, otros conscriptos también apuntan a Barrientos como alguien que acostumbraba a castigar a los jóvenes uniformados.

En su testimonio,Paredes señala que en los camarines del ex Estadio Chile, lugar en que se realizaban los interrogatorios, torturas y ejecuciones, vio a Barrientos y al otro teniente de Tejas Verdes, Jorge Smith. Recuerda que en una oportunidad estos dos llegaron con un grupo de detenidos vendados a quienes insultaban, entre ellos Víctor Jara y Littré Quiroga.

Al día siguiente Paredes volvió a ver a ambos prisioneros. Las víctimas venían en malas condiciones, con moretones, acota el conscripto. Pese a esto Barrientos -fuera de todo protocolo- decidió jugar a la ruleta rusa con uno de estos, escogiendo al creador de ‘El derecho de vivir en paz’. El oficial mantuvo de pie al artista, quien tenía sus maltratadas manos esposadas en la espalda, y apegando su arma corta en la nuca de Víctor Jara le disparó y dándole muerte.

Otros testimonios también dan muestra del perfil de Barrientos. Uno que si bien no lo menciona directamente, pero por los hechos se presume referencia a él, pertenece a Gustavo Gilberto Díaz Duarte. Este último, también conscripto de Tejas Verdes en 1973, señala que en una oportunidad vio a un teniente del regimiento golpeando a Littré Quiroga en los camarines del ex Estadio Chile mientras le gritaba “¡ahora la estás pagando!. Esto último, según el ex conscripto, debido a que el teniente había estado preso por participar en el tanquetazo del 29 de junio de 1973. Efectivamente, Barrientos participó en el primer intento de golpe y fue encarcelado por aquello hasta salir libre el 11 de septiembre de aquel año.

Como en muchos otros casos de violaciones a los Derechos Humanos, a Barrientos también le gustaba mostrarse embriagado por el poder del momento, es la ruleta rusa ya una muestra de esto. Pero en la declaración de Víctor Rosendo Pontigo Araya, otro de los conscriptos y además el encargado de sacar a Víctor Jara de las graderías y llevarlo a los camarines, se conocen más detalles. En un instante, Pontigo debió quedarse con el artista en uno de los pasillos colindantes a la improvisada oficina en que sería interrogado, momento en que el soldado le recomendó que le cantara algo al “teniente de rasgos germánicos”, puesto que el mismo oficial había mencionado, posiblemente de forma sarcástica, que Jara debía interpretarle alguna canción.

Uno de los relatos posteriores a los hechos ocurridos en el ex Estadio Chile corresponde a José Navarrete Barra, quien en 1979 era conscripto destinado en el Regimiento de Ingenieros Nº 6 “Azapa” de Arica, en donde una de sus funciones era custodiar el Hotel Militar que albergaba a los oficiales y en ocasiones servir de guardaespaldas de sus superiores. Fue cumpliendo esta labor en que durante una oportunidad, acompañando a Barrientos y su viejo colega Smith, quienes tenían señales de haber ingerido alcohol, escuchó el siguiente diálogo entre ellos: “..te acuerdas cuando en el Estadio Chile matamos a un artista?..”, le dijo Barrientos a Smith, quien respondió: “..el comunista conchesumadre Víctor Jara a quien le pegué unos tiros..”, ante lo que Barrientos reconoció haberle “..pegado un tiro en la cabeza a Víctor Jara..”, según dijo Navarrete.

La búsqueda de la condena

Barrientos escapó del país en 1989, poco antes del término de la dictadura de Augusto Pinochet, posiblemente previniendo ser alcanzado por la justicia. Desde aquel entonces vive como ciudadano legal en Florida, Estados Unidos.

Según los antecedentes publicados por la BBC en 2016, el oficial fue condenado en Florida al pago de 28 millones de dólares a la familia del cantautor, algo que según el abogado de la familia de Víctor Jara, Nelson Caucoto, no se ha concretado.

De todas formas este juicio estadounidense es un buen antecedente para la extradición de Barrientos. El mismo Caucoto señaló a nuestro medio que la condena contra el oficial de “rasgos germánicos” es algo pendiente y que faltaban esfuerzos gubernamentales para esto.

Por lo mismo, y ante múltiples emplazamientos, fue que el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, manifestó que como gobierno reactivaron la solicitud de extradición unos días antes del fallo dictado por Miguel Vásquez.

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