Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 19 de abril de 2024


Escritorio
Exposición

Colección

06 Jul 12:00
06 julio hasta el 06 agosto
Patio Bellavista. Galería de arte.
Gratis
Compartir en

Primero quiso ocultarse, pero el dibujo igual apareció. Personajes pequeñitos llenaron hojas y libretas. Gente bien vestida, skaters, personas con ropas coloridas: todos parecidos si los ves de lejos, todos muy distintos cuando te acercas más. Hombres y mujeres que buscan a otro, como en el juego de Wally, y uno también los busca a ellos. Los encuentro solos y acompañados, quietos o bailando, y descubro al hombre con sombrero de ala y calcetines rojos, que está en varios trabajos.

Cuando los personajes fueron llenando hojas y hojas, el artista dejó de ocultarse. Y los personajes aparecieron en libretas y tarjetas, y en pliegos más grandes también. Pero el artista no quiso llenar todo el papel: los personajes necesitan su espacio para correr, bailar, moverse por la ciudad (sea Santiago, Barcelona o Madrid) o simplemente para agruparse en un círculo y hacer una ronda de amigos. O jugar a esconderse y que el espectador los descubra, y que se meta en este juego de ritmo, movimiento, patrones y color, donde a veces estamos con miles de personas y otras veces con nadie alrededor.

En este juego casi de niños, el artista también mira al espectador. “Si esto es arte, mi hijo de 5 años es un maestro”, le dijo uno en Instagram, y el artista lo encontró genial. Hoy la frase aparece en su trabajo. Como en las redes sociales y en la obra de Matías Prado, cada personaje anónimo es también algo real: miles de caras, a simple vista parecidas, hasta que te acercas a mirar.