Los préstamos por más de 100 millones de pesos realizados por el Congreso a parlamentarios de un amplio espectro de partidos políticos, han puesto en tela de juicio los mecanismos de control y regulación del Poder Legislativo. “Esto no tiene que ver con casos aislados, sino que se trata de una conducta permanente y sostenida en el tiempo”, sostuvo el diputado Gabriel Boric.