Clave: contracorriente

  • Abril Becerra
  • 14-08-2017
Luis Poirot, el retrato de un lobo estepario

Los amigos son escasos para Luis Poirot: no hay cócteles, no hay grandes eventos sociales. Casi no sale de casa si no es para fotografiar o para dictar sagradamente sus talleres. Sus rutinas son bien estrictas: medicamentos por la mañana, retratar si hay luz, compartir con sus hijas, estudiar mucho. Sin embargo, pese a su distanciamiento, el artista se encuentra más activo que nunca. “¿Pensar en el retiro? Nunca”, dice el fotógrafo.


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