Aunque no afectaría zonas urbanas, la catástrofe que vive la región de Aysén ha arrasado bosque nativo y especies naturales. Solo faltan 1.600 hectáreas para igualar la peor emergencia de este tipo que ha enfrentado la zona y si no se toman medidas, dicen los especialistas, “nuestros hijos van a conocer los huemules por fotos o vídeos”.